Con datos desestacionalizados en el tercer trimestre de 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) de México creció 12.1 por ciento en términos reales respecto al trimestre anterior, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Lo anterior se debió al incremento trimestral del 21.7% en las actividades secundarias (industria, construcción), del 8.8 por ciento de las actividades terciarias (comercio y servicios) y del 8 por ciento de las primarias (agropecuaria).
La cifra desestacionalizada observada del PIB resultó marginalmente mayor al 12 por ciento de la estimación oportuna que el Inegi había dado a conocer el 30 de octubre pasado, y un repunte luego de que, en el segundo trimestre de 2020, el PIB cayera 16.95 por ciento, afectado por la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, en su comparación anual, la economía mexicana se contrajo -8.6 por ciento en el tercer trimestre de 2020, respecto al mismo periodo del año anterior. Por grandes grupos de actividades económicas, el PIB de las actividades terciarias se redujo -8.9 por ciento, y el de las secundarias -8.8 por ciento. En contraste, el de las primarias se incrementó 7.4 por ciento en el mismo lapso.
El 25 de noviembre, el Banco de México (Banxico) estimó una recesión menos severa a la anticipada en junio pasado, al prever que el PIB caerá de entre -8.7 y -9.3 por ciento en 2020.
Alejandro Díaz de León, Gobernador del Banco Central, indicó que si bien en el tercer trimestre de 2020 comenzó una recuperación derivada de la reapertura de actividades productivas ante el COVID-19, “persiste una elevada incertidumbre sobre el ritmo de la recuperación en los próximos trimestres”.
Proyectó que la economía crecerá entre 0.6 y 5.3 por ciento del PIB en 2021. En promedio, anticipó un crecimiento de 3.3 por ciento para el próximo año; cifra inferior a la proyectada por Hacienda (4.5 por ciento) en el Paquete Económico que hace unas semanas aprobó la Cámara de Diputados.
Los riesgos para la economía son que se prolonguen las medidas de distanciamiento social o que se retomen medidas más restrictivas nacional e internacionalmente, pues esto redundaría en una mayor afectación económica, expuso.
Otro riesgo que identificó es que haya reducciones en la calificación soberana y en la de Pemex, así como el que se mantenga un escenario de incertidumbre interno que afecte la inversión. “Si la inversión no mejora mucho, no creceremos rápidamente”, sostuvo.
En cuanto a la generación de empleo, Banxico estimó que al cierre de 2020 se habrán perdido hasta 850 mil fuentes laborales. Dato inferior al proyectado anteriormente, de un millón 100 mil.
En cuanto a la inflación, Banxico previó que se ubicará en 3.6 por ciento al cierre de 2020, y 3.3 por ciento para el cuarto trimestre de 2021.
El 25 de noviembre, Banxico dio a conocer la minuta número 80, de la Reunión de la Junta de Gobierno con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el pasado 12 de noviembre. En ella destacó que el único integrante que votó a favor de que disminuyera 25 puntos base la tasa de interés de referencia fue el subgobernador de Banxico, Jonathan Heath, quien argumentó que “se requiere una tasa todavía más baja para ayudar al proceso de recuperación”.
Sin embargo, el resto, 4 subgobernadores, votó por mantener la tasa de interés en 4.25% ante “conveniencia de consolidar una trayectoria decreciente para la inflación general y subyacente hacia la meta de 3%”, al cierre de 2020.