“Quienes gestionan el agua, quienes administran recurso, tienen muy poca capacidad y muy poca infraestructura para transparentar cómo hacen esa administración”, asegura Lucía Frausto Guerrero, directora ejecutiva del Observatorio Ciudadano. En la auditoría de 2019, el Congreso tenía 91.34%, sin embargo, en la reciente revisión el Poder Legislativo quedó reprobado en transparencia con 51.63%
El 25 de septiembre, en una auditoría practicada a diversos entes públicos de Baja California Sur, coordinada por el Observatorio Ciudadano Cómo Vamos La Paz con apoyo de expertos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) a través de la Alianza por la Transparencia, los peor calificados fueron el Congreso del Estado y los Organismos Operadores Municipales del Sistema de Agua Potable (OOMSAPAS) de Comondú, Loreto y Los Cabos, este último el que más recursos tiene; mientras que el Instituto Sudcaliforniano de Cultura y el Colegio de Bachilleres pasaron de panzazo la evaluación.
“Lo que encontramos es que los Organismos Operadores de Agua, que, si bien el agua es uno de los mayores problemas en el Estado, el estrés hídrico es uno de los problemas más grandes que tenemos, quienes gestionan el agua, quienes administran recurso, tienen muy poca capacidad y muy poca infraestructura para transparentar cómo hacen esa administración”, denunció Lucía Frausto Guerrero, directora ejecutiva del Observatorio Ciudadano.
De acuerdo con las métricas presentadas por los entes ciudadanos, el Congreso del Estado tiene una calificación de 51.63% en transparencia, y según la auditoría, “no se encuentra publicada toda la información obligatoria en su portal oficial de internet, motivo por el cual no se pudo auditar completa la información en su portal de internet, falta de actualización y conservación de la información”.
En el caso de los OOMSAPAS la situación es más grave, dado a que en Comondú obtuvo una calificación de 0%; lo mismo ocurrió en Loreto y Los Cabos.
Los Organismos de La Paz y Mulegé obtuvieron 70.73% y 87.64% respectivamente, en el caso de La Paz hay que resaltar que en la misma auditoría practicada el 28 de septiembre de 2019, la institución contaba con 0% en transparencia, por lo tanto, mejoró su capacidad de transparencia y rendición de cuentas.
“Para ellos es un llamado de atención, y a partir de las auditorías, vemos cómo de 2019 a 2020 hay cambios y hay acciones, y en algunos casos hubo mejoría. Es importante que estas auditorías las continuemos, que podamos ir abarcando cada vez más instituciones, seguir capacitando a más auditores, haciendo nosotros públicas estas auditorías, y con este reporte, con esta información, se han acercado ya varias de las instituciones a saber cómo pueden mejorar y tener mejores resultados dentro de estas evaluaciones ciudadanas a nuestras instituciones”, explicó Frausto Guerrero.
Los OOMSAPAS que tienen cero en transparencia, es porque no se encuentra publicada la información obligatoria en su portal oficial de internet, al darle clic en la pestaña de Transparencia envía a la Plataforma Nacional de Transparencia, y según el Artículo 67 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Baja California Sur, se debe publicar la información tanto en la plataforma nacional como en el portal de internet.
Lucía Frausto indicó que es de vital importancia que toda la información sea pública, para que cualquier ciudadano pueda revisar y verificar que los recursos públicos se estén aplicando debidamente los recursos públicos.
“Es tan importante para nosotros como ciudadanía capacitar auditores y comenzar a trabajar en conjunto, como organización de la sociedad civil, como observatorio ciudadano, nos fuimos profesionalizando y haciendo expertos y especialistas en transparencia y acceso a la información, porque para monitorear el trabajo de las instituciones, cómo vamos como municipio, como Estado, en todos los aspectos, necesitamos información, y el acceso a la información tiene que ser parte de nuestra cultura cotidiana”, complementó.
No solo se trata de criticar y señalar, sino que en muchas de las ocasiones los propios servidores públicos desconocen la metodología para hacer pública la información, ahí es donde entran como Observatorio.
USAID brindó todo el apoyo a Cómo Vamos La Paz, además, incluyeron a siete ciudadanos para que sean ellos quienes apliquen las auditorías a las instituciones públicas.
“Poder comparar a los Organismos Operadores de Agua de todo el Estado, cómo están gestionando, a ellos mismos les ayuda para saber cómo están internamente y cómo están reportando hacia el exterior, entonces, toda esta falta de información pública, de acceso a cómo se están administrando el agua, nos da una idea de los grandes vacíos que hay dentro de nuestras instituciones”, expresó la directora de Cómo Vamos La Paz.
Las instituciones públicas en BCS están quedando mucho a deber, gran parte de la falta de transparencia se debe a que los ciudadanos no solicitan informes, y, en consecuencia, los servidores públicos no se sienten verdaderamente observados por la ciudadanía.
LA COMPARACIÓN
La auditoría reveló que algunas dependencias gubernamentales descuidaron sus áreas de transparencia, preocupa que el Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (ITAI) haya bajado en transparencia, así como el Poder Legislativo.
No todas las instituciones fueron evaluadas en 2019, solo el Congreso del Estado, el Instituto Sudcaliforniano de Cultura, el Colegio de Bachilleres, OOMSAPAS y Ayuntamiento de La Paz, ITAI e Instituto Tecnológico de Mulegé.
Iniciando con el OOMSAPAS, La Paz tuvo una calificación de 0 en 2019, y en el año en curso, el esfuerzo rindió frutos, al obtener calificación de 70.73%, aunque falta mucha información por publicar.
El resto de los Organismos de Agua Potable no fueron evaluados en 2019, pero sus calificaciones son las siguientes: OOMSAPAS Los Cabos, Loreto y Comondú, 0%; Mulegé, 87.64%.
La Comisión Estatal del Agua fue calificada con 91.45%, aún le hace falta información en su portal, pero es la de mayor transparencia de los organismos auditados.
El Ayuntamiento de La Paz tenía 0 en 2019, su calificación actual es de 80.43%; Los Cabos, que no había sido evaluado, tiene calificación de 72.71%.
Preocupa el Congreso de Baja California Sur, que incluso se acaba de revelar información de plazas y excesivos gastos sin comprobar por parte de diputados de Morena: Milena Quiroga Romero y Ramiro Ruiz Flores.
En la auditoría de 2019, el Congreso tenía 91.34%, sin embargo, en la reciente revisión el Poder Legislativo quedó reprobado en transparencia con 51.63%.
El Instituto Sudcaliforniano de Cultura, que contaba con calificación de 83.9% en 2019, cayó a 67.86% para este año, aún queda a deber en información en su plataforma digital.
El Cobach obtuvo 66.43% el año pasado, para este año su calificación disminuyó a 64.84%. La Secretaría de Educación Pública (SEP) fue auditada por primera ocasión, y su rendimiento en transparencia fue de 75.56%.
Por último, el ITAI, organismo que pone las reglas del juego, contaba con un 96.22% de puntuación en 2019, para este año decayó a 82.05%. Es preocupante que el ente encargado de hacer valer la transparencia y rendición de cuentas no tenga el 100% de la información pública.
SIN TRANSPARENCIA CIUDADANA
“Tenemos la encuesta de percepción de transparencia, dentro del Estado hicimos esta encuesta a muchachos de preparatoria y de universidad, fueron más de 450 jóvenes a quienes entrevistamos para saber si ellos saben del derecho de la información, que tienen acceso a ello, y si lo aplican, dentro de los resultados nos dimos cuenta que saben tanto los preparatorianos como estudiantes de universidad, que el derecho a la información es una obligación que tienen nuestras instituciones de dar acceso a la información, pero no saben cómo ejercerlo. Saben que el acceso la información solo es un derecho, pero nos falta cómo tener acceso”, comentó Lucía Frausto Guerrero.
El 70% de los estudiantes de preparatoria y universidad, saben que tienen el derecho y acceso a la información, sin embargo, más del 80% desconocen que existe un órgano encargado de garantizar ese acceso; un 78% no sabe que existe una plataforma digital para ello. Ignoran que ahí mismo pueden obtener la información.
“Las plataformas de transparencia no las conocen, y la gran mayoría no sabe que existe un Instituto Estatal dedicado a la transparencia, no saben que existe el ITAI, nos hace falta vincular el trabajo ciudadano con este órgano garante de la transparencia, con los tres niveles de gobierno. Necesitamos trabajar mucho más de la mano y que el ITAI pueda capacitar”, apuntó la directora ejecutiva de Cómo Vamos La Paz.
Algo que quizá gran parte de la población desconoce, es que, para acceder a la información pública, no necesariamente deben ingresar al portal de Transparencia, también se puede llevar un documento escrito a mano para solicitar los datos que requieran. De ahí la importancia de continuar con las capacitaciones a la población, a través de talleres virtuales para que todos se informen y puedan aplicar el derecho a saber del andar diario de las dependencias gubernamentales.
“El presidente del ITAI nos decía que el acceso a la información no es nada más en una computadora, puedes pedir con un papel escrito a mano ahí directamente en la institución, o donde tú quieras pedir la información. No se necesitan tantos formatos ni entrar una plataforma para tener acceso a la información, pero eso no lo conocen, no lo saben los jóvenes y el sector de preparatoria y universidades. Es indispensable que tengan esta educación y esta capacitación, porque va a ser más legítimo nuestro trabajo de incidencia dentro de la política pública, de los procesos electorales, del seguimiento de rendición de cuentas de autoridades, instituciones. Estamos dedicando a este sector el trabajo para que sean ciudadanos y ciudadanas que, cuando empiecen a ejercer profesionalmente, sepan qué es la transparencia, la rendición de cuentas, la información y la puedan realmente llevar a cabo, practicar y ejercer. Que no nada más sea una palabra, un término conocido, pero sin saber de qué se trata de fondo”, concluyó Frausto Guerrero.