Aunque Jackie Nava está lista para su pelea número 45 de carrera profesional, podría ser el adiós de la mejor pugilista mexicana de todos los tiempos. No ha confirmado cuándo colgará los guantes, aunque reconoce, “hay muchos proyectos en puerta, pero abajo del ring; quiero seguir, apoyando a boxeadores dentro del gimnasio”
A sus 40 años, Jackie Nava está lista para subir al ring. La tijuanense con récord de 35-4-4 y 16 nocauts, enfrentará a Marisol Corona (11-7-3 y 4 KO) a puerta cerrada en Ciudad de México. Será la segunda pelea que realiza la boxeadora tijuanense sin público dentro de la denominada nueva normalidad, tras vencer por decisión a la también mexicana Estrella Valverde el 4 de julio.
Estuvo entrenando arduamente por varias semanas en las instalaciones de la Unidad Deportiva CREA con su preparador físico Raúl Robles, mostrándose fisca y mentalmente preparada para encarar su próxima batalla.
“Me siento muy bien, ha sido una preparación más o menos larga porque peleé el 4 de julio en Ciudad de México, gracias a Dios terminamos muy bien esa pelea y quisimos regresar rápido al gimnasio para tener otra oportunidad cercana de pelear y finalmente se nos acomodaron los tiempos. Sabemos los riesgos de ir a pelear allá, ya lo vivimos la vez pasada y confiamos en el trabajo de nuestro equipo. Sé que tengo una rival fuerte, de bastante peligro porque es más joven, tiene mucha energía y corazón. Aunque soy la favorita, voy con todo en contra. Para mí es como un reto, porque quiero demostrar que aún puedo lograr lo que deseo”, dijo Nava respecto a su próximo combate del 21 de noviembre.
– ¿Cómo anticipas la pelea?
“Creo que será de choque, porque ya ha peleado con boxeadoras de experiencia. Va a pasar por la fuerza porque es más pesada que yo, más que nada, una pelea de juventud contra experiencia”, anticipó.
Tras casi dos décadas de carrera dentro del deporte de los puños, Nava está consciente de que todo tiene un final, por lo que su retiro de los encordados es latente: “No sabemos cuánto vaya durar todo esto de la pandemia, así que debemos empezar a pensar en el retiro. Es por eso que esta pelea va ser muy especial, porque podría ser la última. Voy a entregar todo arriba del ring y, si no es la última, voy a sentir como si lo fuera, porque no sabemos qué habrá después. Así que primero vamos a ver qué pasa en esta pelea”.
Sobre la posibilidad de pelear ante Mariana “Barbie” Juárez, batalla que ya estaba programada para mayo pasado, pero tuvo que ser cancelada con la llegada de la pandemia de la COVID-19, Jackie reconoció que ya no aparece como prioridad y no sabe si se dará este duelo, aunque siempre ha tenido en mente despedirse ante su gente en una función en Tijuana.
“Ya no es lo mismo a los 20 que, a los 40 años, pero la preparación y más que nada la constancia, que es a lo que yo apuesto, el no dejar de entrenar, no dejar de alimentarte bien, todo eso ha sido lo básico para mí. Lo he visto en diferentes boxeadores que ya tienen bastantes años, pero extendieron su carrera y siguen ahí”, expresó sobre el secreto de su éxito en el ring.
No obstante, para Jackie, quien debutara un 29 de mayo de 2001 en Honolulu, Hawái, venciendo por decisión unánime a Vicky Cozy, suma nueve campeonatos mundiales, dos en peso Gallo y siete en Supergallo, sus derrotas son los momentos que más la han marcado en su vida. Esas caídas han sido primero ante Blanca Luna en 2003, luego frente a Alejandra Oliveras en 2006, con Marcela Acuña en 2009 y la última ante Ana María Torres en 2011.
“Creo que hay tantos momentos en mi vida, pero me inclinaría por aquel donde tuve una derrota por nocaut, porque puedes ganar muchos títulos mundiales y triunfar, pero hasta que no caes y sientes esa caída donde sientes que ya no vas a poder hacer nada y levantarte, son esos momentos de los que aprendes más, por el tema emocional, porque sabes que todo puede pasar arriba del ring. Entonces aprendí mucho de esa derrota que me llevó abrir muchos caminos”, confesó.
Y una vez que cuelgue los guantes, tiene en puerta varios proyectos dentro del deporte, aunque descarta ser entrenadora: “Hay muchos proyectos en puerta, pero abajo del ring. Quiero seguir dentro, apoyando a boxeadores dentro del gimnasio. Realmente no me veo como entrenadora, quizás puedo darles consejos y toda la parte motivacional con pláticas, pero no se me da el estar en la esquina. También hay otros proyectos, pero nada concreto aún, todos relacionados con el deporte”.
Para finalizar, “La Princesa Azteca” agradeció el apoyo que el público le ha brindado a lo largo de dos décadas:
“Estoy muy agradecida con la gente de Tijuana, siempre me vio crecer. Recuerdo que en 2004 vi un Auditorio con muy pocas personas, pero después, con toda la evolución que tuve que hacer y el trabajo, en 2010 pude ver un Auditorio totalmente diferente y lleno. Todo eso ha sido algo muy bonito para mí”.