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martes, octubre 1, 2024
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Incrementa 38.3% informalidad en BC

Especialista considera que podría elevarse más en los próximos años, dependiendo de la afectación que provoque la crisis sanitaria de COVID-19 en el mercado laboral. Desde 2019, ayuntamientos de Tijuana, Mexicali, Ensenada y Playas de Rosarito otorgan más de 6 mil 500 permisos para vender en la vía pública

En un crucero de Tijuana, Juan Carlos vende manzanas cubiertas con chamoy. Aunque “poco a poquito” va recuperando la venta que tenía antes de la pandemia de coronavirus, el tiempo que invierte en comercializarlas se ha duplicado.

“Antes acababa más rápido porque iba a las escuelas, ahí los chamacos me compraban y en cuatro horas acababa junto con lo que fuera caminando, pero ahora se multiplicó a ocho o diez horas. Depende mucho de cómo está la venta, si está floja, tardo hasta doce horas”, compartió Juan Carlos, quien desde pequeño ha sido comerciante.

“Cantaba en los camiones, vendía chicles para sobrevivir por no tener estudios”, y hace 12 años que vende manzanas. Al principio trabajaba para alguien, pero después empezó a hacerlas él y le va mejor.

Considera que en la ciudad sí hay trabajo, pero no ha buscado ninguno en alguna empresa. “Ya me acostumbré, y gano más que en una fábrica”, dijo a ZETA.

Aunque, de surgir una mejor oportunidad, la tomaría, pero por ahora tampoco puede vender otra cosa que le reditúe más, ya que tendría que invertir más dinero y no lo tiene.

Roberto Iván Fuentes Contreras, investigador de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), refirió datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que señalan que en el primer trimestre de 2020 la Tasa de Informalidad Laboral (TIL) fue de 38.3% de la población ocupada en el Estado. Dato que es superior al reportado en el mismo periodo de 2019 (37.6%).

Foto: Jorge Dueñes

Pese a ello, Baja California se ubicó como la cuarta entidad con menos informalidad laboral, solo detrás de Coahuila (34.6%), Chihuahua (36.2%) y Nuevo León (36.5%)

En entrevista con ZETA, el integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) abundó que desde que inició el registro en 2005, al TIL en Baja California se ha mantenido en un rango de 36 a 44%, a razón de que la industria de la manufactura da empleo al 20% de la población ocupada y tiene una tasa de formalidad prácticamente del 100%.

 

Mientras que los sectores donde la formalidad es mayor, como el sector primario, la construcción, tienen una participación inferior en cuanto a trabajadores que emplean, de ahí que “BC salga tan bien posicionado a nivel nacional”.

Acorde con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) federal, el porcentaje de trabajadores asalariados en la ocupación en BC fue de 77.9%. De nueva cuenta, en el cuarto lugar a nivel nacional, detrás de Nuevo León, Chihuahua, Aguascalientes (78.9%) y Coahuila (80.2%)

“Algo que esperaríamos es que en los próximos años la tasa de informalidad se eleve, porque hay un efecto plus al emprendimiento que está vinculado a las crisis económicas”, reveló Fuentes Contreras. Es decir, si la afectación al empleo formal es profunda, aquellos que pierdan su trabajo empezarán a emprender sus micronegocios para generar empleo para ellos y sus familias. “Eso puede incrementar la informalidad a los niveles vistos en 2008 y 2009, posterior a la crisis”, adelantó.

Lo cual podría reflejarse en las cifras del tercer y cuarto trimestre de 2020 que proporcione el Inegi, toda vez que la del segundo trimestre no se generó.

En septiembre, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) destacó un incremento de personas ocupadas en micronegocios a nivel nacional (627 mil ocupados), al sumar 20.3 millones.

 

MÁS PERSONAS BUSCAN PERMISOS AMBULANTES EN ENSENADA Y ROSARITO

En BC, por lo menos 47 mil 700 personas venden algún producto en las calles, según el padrón de permisos en vía pública de cuatro ayuntamientos. Tijuana concentra el mayor número de permisos (35 mil 356), seguido de Ensenada (5 mil 382), Mexicali (4 mil 786) y Playas de Rosarito (2 mil 176).

De octubre de 2019 a noviembre de 2020, las administraciones municipales facilitaron 6 mil 529 (Ensenada, 2 mil 507 permisos; Tijuana, 2 mil 356; Playas de Rosarito, 980; Mexicali, 686).

No obstante, de marzo -cuando inició la epidemia de coronavirus- a la fecha, Ensenada y Playas de Rosarito reportaron un crecimiento en cuanto al número de personas que buscan obtener un permiso, según lo manifestaron en entrevista por separado el encargado de despacho de Verificación de Rosarito, Edgar Robles Suárez, y el director de Alcoholes y Espectáculos Públicos de Ensenada, José Ángel León.

Además, se han dado anuencias para que los comerciantes cambien de giro. Antes vendían artesanías, pero con la baja de turistas ahora venden comida.

Robles precisó que solo en este mes, el municipio que encabeza Araceli Brown Figueredo ha dado 20 anuencias. Los giros que más se han autorizado son la venta de frutas y verduras, burritos y artículos varios en mercados sobre ruedas. La mayor parte de los permisos dados en la actual administración de Playas de Rosarito corresponde a puestos semi fijos, seguidos de los de sobre ruedas y de ambulantaje.

Escenario similar se ha vivido en Ensenada, y de acuerdo con José Ángel León, actualmente no se está pagando el costo por el cambio de giro. “Les decimos okey, dalo por escrito, no se va a cobrar este año, hasta el año que viene, en la renovación de tu permiso ahí lo pagas”.

A decir del funcionario, aun cuando se ha emprendido una estrategia para regularizar a las personas que venden en la vía pública, no se ha aplicado ninguna multa, dado que se le notifica por escrito que deben regularizarse hasta tres veces y acuden a hacer el trámite a un costo entre 59 pesos (al día) hasta 3 mil 040.80 pesos (anual).

Pese al esfuerzo que las autoridades municipales han hecho para regularizar el comercio informal, ZETA observó que los padrones no consideran a los artistas urbanos, como malabaristas y músicos, entre otros que también se ganan la vida en las calles, ya que los reglamentos no contemplan dicha figura.

Foto: Cristian Torres.- Sobre ruedas, comercio informal

Respecto a la recaudación de los municipios por los permisos, destaca el monto de Mexicali, que percibió 5 millones 806 mil 221 pesos del 1 de octubre de 2019 al 30 de septiembre de 2020. Tijuana reportó un millón 673 mil pesos.

Se desconoce el número de permisos y el monto recaudado por el Ayuntamiento de Tecate, toda vez que la información no fue proporcionada, pese a que este Semanario la solicitó a la presidenta municipal Zulema Adams, quien vía telefónica refirió que se encontraba en otra ciudad para atender un asunto y no sabía cuándo podría compartirla.

28.1 MILLONES TRABAJAN EN LA INFORMALIDAD EN MÉXICO

Según el Inegi, en septiembre de 2020 el número de personas que trabajaron en la informalidad ascendió a 28.1 millones, 245 mil más que en agosto pasado.

“Dicho comportamiento se debió principalmente al crecimiento de los ocupados dentro del sector informal, que pasó de 13.6 millones (49%) en agosto a 13.9 millones (49.6%) en septiembre de 2020”, destacó el Instituto.

Ejemplo de ello es el señor Pánfilo Piña, quien al iniciar la pandemia retornó a su natal Talminulpan, Hidalgo, y hasta hace 22 días regresó a Baja California para vender artesanías. “Vendo en toda la República. Desde hace 19 años vengo a Tijuana y Ensenada, pero por temporadas. Andamos en las calles, ahorita como me caló el frío, me senté”, expuso a ZETA.

Si el clima lo permite, su jornada inicia alrededor de las nueve de la mañana y termina a las cinco de la tarde. El ingreso que percibe varía, “a veces entre 500 y 600 pesos, y a veces menos, solo para comer”. Aunque dice que las cosas van mejorando, todavía “mucha gente no sale, no tiene dinero”.

Información del Inegi indica que la informalidad laboral en México (28.1 millones) representó el 54.9% de la Población Económicamente Activa (PEA), cifra inferior en -0.2% a la de igual periodo de 2019, cuando se registraron 31.3 millones en esa condición laboral.

Para el catedrático Roberto Fuentes Contreras, la informalidad es “un equilibrio que no maximiza el bienestar, pero que en el corto plazo beneficia a todos los participantes”.

Si bien priva al trabajador de seguridad social y otras prestaciones laborales como el acceso a una pensión, le proporciona mayor flexibilidad en cuanto al tiempo que dedica a la actividad productiva. Puede emprenderse un micronegocio y ser su propio jefe, además de que también suele tener un salario mayor al que se percibe en la formalidad.

En ese sentido, apuntó, en el mercado laboral no se han generado los incentivos suficientes, pues aun cuando una persona trabaje 35 o 40 años cotizando, recibe pensiones muy bajas. Adicionalmente, tiene como alternativa los servicios de salud de lo que antes era el Seguro Popular.

Con la informalidad, el Estado reporta pérdidas al dejar de captar ingresos que tendría a través de las cuotas obrero-patronales, las cuales servirían para financiar el servicio de salud. Sin embargo, si “todo el sector informal, ese 54% de la población ocupada transitaran al sector formal, el Estado no tendría la capacidad para dar atención médica. De por sí los servicios de salud están saturados, estarían más”, ejemplificó el catedrático de la UABC.

JÓVENES, MÁS VULNERABLES A LA INFORMALIDAD

Un estudio de Manpower Group y JA Américas desarrollado en 14 países de Latinoamérica, señala que en México 79% de los jóvenes encuestados, de entre 18 y 29 años, reportó dificultad para encontrar un trabajo, sin embargo, nuestro país se ubicó por debajo del promedio de la región (81%).

En el interior del territorio nacional, la región Noreste (conformada por Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa) tuvo un porcentaje de 79%, siendo el tercer mejor resultado. En tanto, la región Norte (Chihuahua, Coahuila, Durango y Zacatecas) obtuvo el peor porcentaje (84%).

El estudio destaca que los jóvenes con menos escolaridad tienen mayor participación en la informalidad. Quienes tienen solo primaria, 75%; secundaria, 39%; licenciatura, 26%; carrera técnica, 18%; bachillerato 17%.

Leo Martellotto, presidente de Junior Achievement America, considera que la pandemia de COVID-19 provocará un incremento en la informalidad laboral en este segmento poblacional, ya que ha aumentado la deserción escolar.

“Aquellos países que ya están reabriendo las escuelas van volver solo el 70-75% de jóvenes que estaban pre pandemia”, adelantó. Esto se sumará a la estadística que se tenía antes, de que con 17 años de estudios, tres de cuatro jóvenes abandonaban las aulas, por lo que ahora se sumará otro 20% más.

Por otro lado, en naciones que tendrán grandes caídas de su Producto Interno Bruto, “muchas de las empresas van a tener mayores incentivos al no pagar las cargas laborales y emplear gente por el modelo informal, porque no va a haber otra oportunidad”, sentenció Martellotto.

En suma, el primer riesgo para que jóvenes engrosen la informalidad es el nivel educativo, y ahí el llamado sería al sistema educativo para dar acceso a la tecnología ante la contingencia laboral. En segundo lugar, es necesario que la autoridad brinde oportunidades para que las empresas sigan en procesos formales.

Proponen que para 2021, Salario Mínimo aumente 6%

La organización social Acción Ciudadana Frente a la Pobreza recomendó a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) que el salario mínimo en México incremente 6% en 2021. Así, en la frontera Norte del país pasaría de 185.56 a 196.69 pesos, y, en el resto del territorio nacional, de 123.22 a 156 pesos.

La propuesta implica que el salario mínimo aumente 2% por encima de la inflación general del año en curso (4%). Además, incluye otorgar 25 pesos de compensación bajo el concepto de Monto Independiente de Recuperación, el cual permitiría que, al término del actual sexenio (2024), el salario mínimo sea suficiente tal como establece la Constitución.

En tanto, la Alianza Campo Justo está proponiendo fijar un salario mínimo digno de por lo menos 300 pesos diarios para jornaleros agrícolas, a fin de contribuir al bienestar de esta población y erradicar el trabajo jornalero agrícola infantil.

En México, 714 mil 326 niños y niñas trabajaban en el sector primario (agricultura, ganadería, pesca y forestal), de los cuales el 60.8% no recibía ingresos y 20.8% ganaba menos de un salario mínimo, según la estadística más reciente de 2017.

Datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social dan cuenta que, a octubre de 2020, 21 millones 563 mil ocupados en México perciben ingresos de 1 a 2 salarios mínimos, los cuales representan 37.9% del total. En Baja California, la población con dicho rango salarial asciende a 829 mil 692 (49.15%).

En tanto, las personas que ganan menos de un salario mínimo en el país suman 11 millones 314 mil 486, que significan el 20.44% de los ocupados. En BC, en este rango salarial se ubican 263 mil 217 ocupados, los cuales representan el 15.59% del total. (Julieta Aragón Domínguez)

Autor(a)

Julieta Aragón
Julieta Aragón
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco. Cursé la maestría de Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y sigo en proceso de tesis. Soy reportera de ZETA desde 2017.
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