A mediados de marzo de este año se presentó un hecho histórico que ha impactado no solamente al ámbito de la medicina, política, economía, y la industria del espectáculo y el entretenimiento, las cuales han tenido que parar su estructura y su modelo de mercado debido a la pandemia por COVID-19.
En ese sentido, la industria del cine ha sido una de las más afectadas en todo el mundo, habiendo cerrado salas de cine por todo el globo, la pausa de películas, producción y exhibición, concluyendo en una decadencia en todos los puntos que conforman al gremio cinematografió.
Es por ello, que durante la edición 35 del FICG, se suscitó la charla “Producción de pantalla global: El impacto de la producción de cine y televisión en la recuperación económica de Covid-19”, en la cual, los directores generales de la organización Olsberg SPI, León Forde y Steve Solot, añadieron su punto de vista ante el tema.
“La recuperación dependerá de la locación y perspectiva que le des”, manifestó Forde, quien señaló este precedente también puede significar una oportunidad de mejoría y crecimiento, por otro lado, Solot indicó que “los rodajes a nivel mundial están comenzando a tomar forma paulatinamente, y las pérdidas de este año se reflejarán más adelante”, pero aseguraron que “es momento de crear, de inventar nuevas formas de producir contenido y de optimizar los recurso”.
