Llevamos ya dos años de convivir con este Gobierno Federal, y ante el cúmulo de decisiones estatistas orquestadas por el Ejecutivo y apoyado sin remilgos por el Legislativo y Judicial, nos ponemos a considerar que este actuar ya lo habíamos visto anteriormente en otros países.
Repasando la Historia Universal nos encontramos con que otro líder, parecido al nuestro, en la Alemania de los años treinta, fue iluminado por Dios, igual que ahora el nuestro; y descubrieron que todo lo sucedido antes de ellos era perverso y corrupto, y que era necesario, ahora que tenían la posibilidad, corregir esa situación.
Aquel líder imaginó que antes de él su país había logrado solo dos grandes transformaciones: el Imperio de Carlomagno y el Imperio Austrohúngaro. Por eso a su movimiento lo llamó el Tercer Reich (o Tercer Imperio). Nuestro líder imaginó que antes de él, su país había logrado solo tres grandes transformaciones: La Independencia, la Revolución y la Reforma. Por eso a su movimiento lo llamó La Cuarta Transformación, para los cuates “La 4 T”.
En el caso de Alemania, el 19 de agosto de 1934, mediante referéndum nacional, Hitler fue confirmado como Führer de Alemania. En el caso de México, el 1º de julio de 2018 Andrés Manuel López Obrador fue confirmado, mediante elección nacional y por bastante mayoría, dictador de los Estados Unidos Mexicanos.
Una vez anclados en sus respectivos cargos, y convencidos de sus mesiánicos designios, empezaron a desmantelar y coptar instituciones y proyectos anteriores. Aquél juntó policía y ejército en un solo ente. Éste hizo lo mismo: desapareció policía y creó la Guardia Nacional (sucursal del Ejército). Aquél inventó la Gestapo (policía política) para doblegar a sus opositores. Éste le quitó la correa y le dio dientes a la Unidad de Inteligencia Financiera, con el mismo propósito.
En cuanto asoma un opositor, ya sea diputado, senador, juez, empresario, o cualquier hijo de vecina que sobresalga políticamente, dicha dependencia inmediatamente avisa que lo tiene bajo investigación, por cualquier cierto o imaginario delito. Con esa espada de Damocles ya doblegó a la escasa oposición en la Cámara de Diputados, a la Cámara de Senadores, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al INE, al TRIFE, a la CNDH.
Aquel líder empezó confiriéndole al Ejército toda clase de prerrogativas, pues sería la base de su sistema. Este líder hizo lo mismo entregándole a la jurisdicción del mismo las construcciones de aeropuertos, refinerías, administraciones portuarias, aduanas y la dirección de la Guardia Nacional.
Aquel líder encontró de inmediato a quien culpar del retraso de su país: judíos, gitanos, minusválidos, homosexuales y todo aquel que no fuera de raza aria. Este líder, dotado de una inteligencia sobrehumana, de volada encontró a los culpables de todos los males del país: los expresidentes, los neoliberales y todos los que no reconozcan su excelsa sabiduría.
Aquel líder prohibió cualquier partido político opositor. Este líder absorbió a casi todos los partidos políticos existentes, y los partidos nuevos creados este año fueron a contentillo de nuestro eximio líder; para eso tenía ya tomado al TRIFE. Salió ganando partidos satélites.
Con el otro líder ya sabemos lo que pasó. Con éste apenas vamos empezando.
Atentamente,
Antonio Galván Herrera.
Tijuana, B.C.
Correo: galhantonio@hotmail.com
