Conzultoría Matrimonial y Familiar
Para el amor no debe haber horario, aunque diversos estudios de especialistas e instituciones han determinado algunos horarios para hacer el amor, así como mejores días o meses; lo cual no me parece cierto, porque cuando se quiere, se quiere, y no hay horario para calmar el placer de convivir íntimamente.
Pero antes déjenme decirles que trataré del amor en sus dos principales acepciones en pareja, el amor sentimental y el físico, y en ambos en lo que menos se tienen que fijar es en la hora porque el mismo se tiene que demostrar en cualquier momento, mañana, tarde o noche. Porque los sentimientos y deseos no se tienen que reprimir y entra más lo manifiesten o propongan, más feliz estará su pareja.
El amor sentimental -por así decirlo- se debe demostrar siempre, no por horas, sino todo el tiempo, con diversas manifestaciones (como abrazos, besos, apapachos, convivencias íntimas, etcétera), mientras que el físico en ciertos momentos en que el tiempo y la hora lo permita, pero sin regatearlo (hacerlo, claro en donde las intenciones coincidan). Todo es cuestión de platicar y ponerse de acuerdo, porque esto último hay que planearlo; eso sí, sin tanto protocolo, salvo de vez en cuando un rapidito.
Pero veamos qué dicen las estadísticas e investigadores del tema. Muchos hombres opinan que el mejor horario sería en la mañana -los mañaneros- y se explican las razones; manifiestan que en ese horario la testosterona está en su máximo nivel (aunque muchos ni saben qué es eso), o lo que quiere decir que aun sin desearlo o sin estar despierto, el pene amanece erecto, como en ningún otro momento. El problema, entre otros, es que en la mujer parece ser todo lo contrario; su nivel de excitación es nulo, pero con un poco de cachondeo logra ponerse contenta con el resultado, ya que el cuerpo está relajado y hay energía. Otros dicen que en la noche, debido a que se hace una pausa en las labores diarias para dedicarle tiempo al placer y de ahí descansar al irse a dormir.
Sin embargo, les especialistas y yo manifestamos que, si ambos miembros de la pareja quieren tener un encuentro fructífero y satisfactorio, las últimas horas del día son una opción igual de recomendable a las de la mañana. Según un estudio realizado por la Asociación Médica Británica, y publicado por la revista inglesa especializada British Medical Journal, el momento ideal para tener relaciones sexuales es en la madrugada (y para ser más exactos a las 5:48 de la mañana), así que a tener listo el despertador.
El sexo matutino es conveniente para las parejas que tienen un ritmo de vida agitado. Los mañaneros se convierten en sexo rápido, con menos preámbulos; de vez en cuando puede ser una experiencia gratificante para ambos, pero por lo mismo que es apresurado, no siempre las mujeres lo van a disfrutar igual que los hombres, porque ellas requieren de más tiempo para excitarse. Y si alguno no quiere tener sexo porque despiertan con mal aliento, no se preocupen, solo tengan algunos dulces de menta en su mesa de noche para que los ingiera al despertar, como tampoco se preocupen por su aspecto al levantarse; es normal que cuando despierten no se sientan las personas más bellas del mundo, por lo que no deben cohibirse para tener sexo.
Algo muy importante en una relación es la confianza basada en la aceptación de la pareja. Así que dejen a un lado los prejuicios y déjense llevar por las caricias, los besos y manifestaciones de amor, o vayan directamente al baño; tener sexo en las mañanas no significa que deba ser solo en la cama, ya que bañarse juntos es también placentero.
Se vive con responsabilidades y obligaciones diarias, como los hijos y el trabajo, y pensar en sexo es remoto, razones por las que muchas parejas aprovechan los fines de semana para tener sus relaciones sexuales, pues saben que no hay que preocuparse por levantarse temprano. Moraleja, el amor no debe tener horario.
Gracias como siempre a mis dos que tres lectores por sus comentarios y consultas al correo: bautista46@hotmail.com
El Licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.