El director del Instituto de Políticas Migratorias con sede en Washington D.C., Andrew Selee, refirió que la desconfianza de Donald Trump hacia la migración y la diversidad cultural en Estados Unidos “es un tema menos fuerte que hace cuatro años”, cuando el aspirante a la reelección se postuló por primera vez a la presidencia de ese país.
“La vez pasada le fue suficiente a Trump ganar con esos temas, la desconfianza, el regreso a un pasado imaginario, un pasado en que Estados Unidos era un país aislado, independiente, quizás blanco, próspero; no parece en este momento que los votantes en Estados Unidos están respondiendo de la misma forma a ese llamamiento”, opinó el académico durante su intervención en el seminario virtual internacional Elecciones en Estados Unidos y las Fronteras con México, celebrado este martes 6 de octubre.
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Observó que por el contrario, parte del electorado está desconfiando de Trump a juzgar por la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19, así como por las mismas afectaciones a la salud que ha generado el coronavirus.
Expuso que las protestas suscitadas por la muerte de George Floyd, a manos de elementos de la policía en Mineápolis, Minesota el 25 de mayo, “han abierto temas que estaban subyacentes en la conciencia de los norteamericanos, que están haciendo que Trump pierda fuerza en la elección, frente a donde estaba hace cuatro años”.
A decir del director del MPI (siglas en inglés del Instituto de Políticas Migratorias), “no sabemos si (el candidato demócrata, Joe) Biden o Trump tienen más capacidad de echar ánimo a su base popular, y ahí vamos a ver ya el 3 de noviembre o en algún momento, unos días después del 3 de noviembre, cómo nos resulta y eso va a tener un impacto enorme en la relación con México en la migración y manejo de la frontera”.
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También dijo que a partir del debate que ambos contendientes sostuvieron el 29 de septiembre, parece ser que Trump “se dañó con algunos de los votantes” pues durante la disertación con su contrincante pareció “perder el control”.
Sostuvo que de cara a los comicios en Estados Unidos, Joe Biden cuenta con un margen de entre 7 y 8 puntos por encima del abanderado del partido republicano y que en cuanto a la posibilidad de que la votación se decida en los estados, “hay estados muy reñidos”, siendo Pensilvania donde “es casi seguro que se va a decidir la elección”, con un “margen más chico, de entre 4 y 5 puntos”.
Afirmó que Trump “tiene posibilidades de revertir” en “Michigan, Florida Arizona, North Carolina, Wisconsin” y que si queda bien posicionado en Pensilvania, Carolina del Norte y Florida “probablemente puede ganar la elección”.
De acuerdo con el expositor, de mantenerse el margen en 7 u 8 puntos, “gana Biden”. Por el contrario, “si llega a ser 4 puntos de diferencia el voto popular, ahí sí tiene chance de ganar Donald Trump en el colegio electoral, aunque no gane el voto popular”, manifestó.
En el seminario organizado por el Colegio de la Frontera Norte (Colef) y el Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE) también participó Leonardo Curzio, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México y del CASEDE. El especialista mencionó que “un triunfo de los demócratas” podría implicar que nuevas autoridades cuestionaran al presidente Andrés Manuel López Obrador, ante el “visible fracaso de la lucha antinarco” el cual se evidenció con la liberación en 2019 de Ovidio Guzmán, hijo del ex líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán. Cuestionamientos que podrían ser extensivos a “las debilidades que ahora vemos en los puertos” con “la falta de contención del fentanilo”.
Otro de los participantes, Jorge Bustamante, profesor emérito, fundador de El Colef, refirió que en caso de que gane Trump, “el papel de la Suprema Corte en el esquema político de Estados Unidos va a ser muy diferente del escenario optimista de que gane Biden”, pues estarían en riesgo algunos de los esquemas implementados por el partido demócrata como el plan de salud de Barack Obama, la legalización del aborto y el programa Daca, que en español significa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia y que consiste en brindar protección a jóvenes indocumentados.
En el foro además participó la directora del Departamento de Estudios Culturales de El Colef, Olivia Ruiz, quien habló que cómo la población hispana en Estados Unidos no es homogénea, lo cual pudiera traer implicaciones a la hora de votar. Dijo que con todo y que en febrero 54% de encuestados latinos se pronunció a favor de Biden, las preferencias han venido disminuyendo. Por otro lado señaló el caso de los 3 millones de deportados durante la administración de Obama, dejó “mal sabor de boca entre los votantes latinos”.
Guadalupe Correa, profesora asociada (Schar School of Policy and Government, George Mason University, Arlington, VA y CASEDE), igualmente intervino para decir que “es muy importante analizar los movimientos sociales, el surgimiento más fuerte de Black Lives Matter (contra la brutalidad policíaca)”. Asentó que el motivo de que la gente se movilice constituye un nuevo tema de investigación, que tiene que ver con las caravanas migrantes. A su modo de ver el hecho de que “muchas personas (estén) hablando del mismo tema y saliendo a las calles, va a tener impacto en la votación”.
Finalmente, el profesor José María Ramos (DEAP, El Colef y CASEDE) planteó que el cierre de las fronteras decretado desde marzo de 2020 a raíz del brote de coronavirus COVID-19 y el cual está vigente, “va a tener impacto en el ámbito electoral”, máxime si se considera “que hay tres estados (fronterizos) claves”, que pudieran reducirse a dos, “por las diferencias en términos de lo que se ha dado en llamar en Estados Unidos los estados bisagra, que serían el caso de Arizona y Texas (entidades que bajo esa denominación carecen de candidato claro en los sondeos de opinión)”.
Por lo que respecta a California, el académico aseveró que “prácticamente es demócrata y en términos del voto (éste) sería a favor del partido demócrata”. (Eduardo Andrade Uribe)