A partir del viernes 16 de octubre de 2020, el 85.32 por ciento de la población de Baja California, será gobernada por mujeres.
Efectivamente, con la toma de posesión de la alcaldesa suplente de Tijuana, Karla Ruiz MacFarland, serán cuatro las mujeres que encabecen el mismo número de municipios, de cinco que son el Estado. Como único representante del género masculino en las cabeceras municipales, estará Armando Ayala Robles, presidente municipal de Ensenada.
Dos son por primera vez mujeres gobernando una ciudad en Baja California. Es el caso de Marina del Pilar Ávila Olmeda en Mexicali, Capital del Estado y uno de los municipios más conservadores de la región, y la propia Karla Ruiz en Tijuana.
En Tecate, Zulema Adams Pereira es la segunda mujer en titular el Poder Ejecutivo del Pueblo Mágico, luego de la priista Nereida Fuentes; mientras que en Rosarito, Aracely Brown sucedió a Mirna Rincón, quien mientras ocupó el cargo fue panista, para al final del periodo apoyar al partido Morena.
Dos de las alcaldesas, Marina del Pilar Ávila, y Karla Ruiz, encabezan los municipios más violentos. Hasta el miércoles 14 de octubre, Mexicali sumaba 158 asesinatos, cifra récord para el tranquilo municipio en poder criminal del Cártel de Sinaloa.
Ruiz recibirá Tijuana -territorio que se disputan los cárteles Jalisco Nueva Generación, del Pacífico y Arellano Félix- como la demarcación más violenta de BC con mil 567 ejecuciones en lo que va de 2020.
En ambos municipios ha habido conflicto con los encargados de la seguridad. En Mexicali, los hermanos de Alejandro Lora, el director de Seguridad Pública, fueron detenidos momentáneamente en posesión de droga, ante el silencio del gobernador Jaime Bonilla Valdez, quien sí ha solicitado, por menciones en videos sin validez ministerial, la separación del cargo del secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Alberto Ayón Monsalve.
La circunstancia es insólita en Baja California, cuatro de cinco municipios gobernados por mujeres. La mayor parte de la población, considerando que Tijuana tiene un millón 641 mil 570 habitantes; Mexicali, 988 mil 417; Tecate, 102 mil 406; y Rosarito, 96 mil 734.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 2 millones 829 mil 127 bajacalifornianos, que representan el 85.32% de la población, serán gobernados por mujeres. Solo el 15% que equivale a la población de Ensenada, 486 mil 639, están encabezados por un hombre.
Marina del Pilar Ávila no la ha tenido fácil, pero ha salido adelante. Ha cambiado en una ocasión a su director de Seguridad Pública, que de hecho inició una mujer en el cargo, pero con tenacidad y sin el apoyo del fiscal general del Estado, ha sostenido a su director de Seguridad y mantiene una estrategia contra la violencia y la inseguridad.
Logró lo que por lo menos cinco alcaldes del PAN y uno del PRI habían impedido: echar a andar el Instituto Municipal de la Mujer, además, ha contado con el apoyo del gobernador para programas de pavimentación y obras. También ha sabido mantener un papel de liderazgo entre la clase empresarial de la Capital, y si decide ir por la reelección, no hay duda de su triunfo.
Aunque auspiciada por el propio Bonilla y dada su cercanía con Mario Delgado, líder de Morena en la Cámara de Diputados y sólido aspirantes a la dirigencia nacional de Morena junto a don Porfirio Muñoz Ledo, Marina ha dejado ver la posibilidad de buscar la candidatura al Gobierno del Estado, con lo que se convertiría en la primera mujer en administrar Baja California.
En contraparte, Zulema Adams ha padecido la furia de Jaime Bonilla. Con experiencia en el área fiscal y contable, la alcaldesa de Tecate tomó un ayuntamiento minado en sus finanzas y ha salido avante ante los retos de presupuesto, con todo y que no cuenta para nada con el apoyo del Gobierno del Estado, luego que denunció públicamente las amenazas de que fue objeto por parte del secretario general de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, para que aprobara -sí o sí- una iniciativa que buscaba reducir el periodo de mandato de la siguiente administración a tres años en lugar de los seis que constitucionalmente corresponden.
Luego de la denuncia de Adams ante la Secretaría de Gobernación, la dirigencia de Morena, la Presidencia de la República y formalmente ante la Fiscalía General de la República, Bonilla arremetió contra ella cuantas veces pudo, de manera acosadora, misógina. La tachó de incompetente, de no querer trabajar, de “pasársela en el salón de belleza” y prácticamente le retiró el apoyo financiero de infraestructura y político al municipio de Tecate por sus problemas con la presidente municipal.
Por otra parte, en Rosarito, Aracely Brown ha pasado sin pena ni gloria. Limitada en recursos para el municipio más pequeño del Estado, en ese territorio han incrementado los problemas de inseguridad, pero han abundado las ayudas a los ciudadanos en los padrones federales o de Morena en la asistencia social.
En Tijuana, Karla Ruiz tiene un enorme reto no solo el municipio más inseguro, sino el más dinámico en términos sociales, con fenómenos como la migración, la pobreza, la indigencia y por supuesto la violencia. Seguramente el gobernador intentará persuadirla para cambiar al secretario de Seguridad Pública, que, por su pleito electoral con Arturo González Cruz, aborrece.
Ruiz deberá sacar la casta para no dejarse manipular por Jaime Bonilla, aunque eso es poco probable, considerando que es prácticamente su “tío” o “padrino”, pues dada la cercanía de su padre con él, es una relación con la que ha convivido toda su vida, incluso laboró, no se sabe si con o sin sueldo, en los medios de comunicación del actual mandatario, como lo hizo en empresas que eran representadas legalmente por su padre, el fiscal general del Estado, por lo que se prevé, no tendrá sobresaltos con la clase política y empresarial. Gracias a la consanguineidad y la llegada de Morena al poder, sin experiencia y sin carrera política, Karla Ruiz se convierte en la primera mujer presidente municipal de Tijuana.
De hecho, de las cuatro alcaldesas de Baja California, la única con experiencia en el servicio público previo al triunfo local de Morena, es Marina del Pilar Ávila, quien fue diputada federal.
Por lo pronto, Baja California, un Estado que a través de su Congreso ha dicho no al aborto y no a los matrimonios entre personas de un mismo sexo, será una entidad mayormente gobernada por mujeres. Como nunca antes y como ningún otro Estado en proporción a su población.