De dos décadas a la fecha, más de una decena de generales del Ejército Mexicano han sido encarcelados por sus presuntos nexos con narcotraficantes; sin embargo, nuca antes, un secretario de la Defensa Nacional.
El primero de los casos que cimbró el ámbito político y trascendió fronteras, en febrero de 1997, fue la captura del General Diplomado de Estado Mayor, Jesús Gutiérrez Rebollo, designado -unos meses antes- director del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD) por el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
Al general Gutiérrez Rebollo se le vinculó con la protección que supuestamente brindaba al líder del Cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos” para que operara libremente, motivo por el cual fue condenado a 40 años de prisión en un proceso, y a 31 años 10 meses en otra causa criminal. Luego de algunos años en el Cefereso 1 Altiplano, fue trasladado al Cefereso 4 en Tepic, y murió tiempo después en el Hospital Militar por cáncer.
Un mes después, fue detenido el general brigadier Alfredo Navarro Lara, quien intentó sobornar al recientemente designado delegado de la Procuraduría General de la República en Tijuana, general José Luis Chávez García, a quien ofreció un millón de dólares mensuales a cambio de no perseguir a los hermanos Arellano Félix que desde la frontera dirigían en ese momento al cártel de las drogas más poderoso del país.
En enero de 1998 fue aprehendido el general Jorge Maldonado Vega, también acusado de cuidar los pasos de los miembros del Cártel de Juárez, pero cuatro años después, tras permanecer preso en el Altiplano, fue absuelto de las imputaciones de delitos contra la salud, operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
Debido a que la protección a la organización criminal de Ciudad Juárez, cayeron en manos de la justicia en septiembre de 2000, los generales Mario Acosta Chaparro y Francisco Quirós Hermosillo. Ambos fueron condenados a penas de 16 años seis meses de prisión por fomento al narcotráfico. Quirós murió en 2006 en el Hospital Central Militar.
Otro general acusado de brindar protección a narcos, en 2001, pero del Cártel del Golfo, fue el general Ricardo Martínez Perea, quien recibió una sentencia de 15 años de cárcel por delitos contra la salud y fue internado en el Cefereso 4 de Tepic y posteriormente al hoy cerrado Complejo Penitenciario Islas Marías.
Al general brigadier Juan Manuel Barragán le detuvieron en el sexenio de Felipe Calderón porque presuntamente se alió años atrás con el general Navarro Lara para cometer delitos. Además se conoció que habría recibido sobornos del Cártel de Sinaloa, entre ellos un valioso reloj de parte de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Fue penado con 15 años de prisión.
En mayo de 2012 fueron detenidos los generales Tomás Ángeles Dauahare, Roberto Dawe González y Rubén Pérez Ramírez, señalados de brindar información confidencial al grupo criminal de los hermanos Beltrán Leyva para contrarrestar los operativos de las fuerzas armadas. Las versiones de testigos protegidos no encontraron sustento y tras varios meses de proceso fueron absueltos.
Las acciones de limpieza en las filas castrenses también alcanzaron al general Ricardo Escorcia, a quien en esas mismas fechas, le señalaron de proteger a los Beltrán Leyva en el estado de Morelos, donde el divisionario era comandante de la XXIV Zona Militar. El Ministerio Público de la federación emitió conclusiones no acusatorias contra Escorcia y así fue dejado en libertad.
El último General en ser aprehendido, fue precisamente Salvador Cienfuegos Zepeda, el 15 de octubre de 2020, en Los Ángeles, California, presuntamente por una investigación de la DEA que lo relaciona con actos de corrupción con el narcotráfico.