“El cielo es como un inmenso corazón que se abre, amargo.
No llueve: es un sangrar lento y largo”.
-Gabriela Mistral, La Lluvia Lenta.
El lago de Chapala se secaba y su nivel bajó tanto que, para ganarle terreno, se construyó un edificio educativo de varios pisos; el Cardenal Arzobispo de Guadalajara peregrinó con sacerdotes y fieles con la milagrosa imagen de Nuestra Señora de Zapopan. El plantel desapareció y Chapala se llenó con el agua que Dios mandó del Cielo por intercesión de la Bendita Generala.
Hace unos meses Australia, atormentada por los incendios forestales, se postró en tierra su gente pidiendo la intercesión divina, y la lluvia intensa sofocó el fuego; esto en 2019.
Cuestión de Creerle a Dios y pedirle ayuda para lo que sea bueno. Pues Dios no cumple antojos, ni endereza jorobados. Cristo ha expresado al creyente que donde dos o más se reunen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ustedes. O cuando dos o más piden a Dios, lo que sea, Él se los concederá. Pero pidan con Fe, no como los que piden vacilando, sin creer.
Muchos no creyentes han sido transformados en los mejores creyentes. No deja de ser sorprendente que, por ejemplo, el doctor Alexis Carrell, fisiólogo y nobel de medicina, inicialmente no creía en los milagros de Nuestra Señora de Lourdes (Francia); tras un milagro atestiguado por él, fue echado practicamente de la Escuela de Medicina de Lyon, Francia, por sugerir que la Fe puede ayudar a la recuperación de enfermos aparentemente incurables. Por eso se les llama milagros, porque ante la certeza científica de los hombres, Dios puede alterar la naturaleza para sanarla, por ejemplo; por eso es algo sobrenatural el milagro.
Alexis Carrell ya en Estados Unidos como Nobel de Medicina, fue requerido por la escuela médica de la que fue corrido, con la garantía al retornar, de hablar libremente de la importancia de la Fe en la Curación; por eso Carrell publicará un ensayo titulado: El Poder Curativo de la Oración, vista por un Fisiólogo (Nobel), el padre de la angiología; ya estaba convencido del milagro de la oración.
Orar es pedir, cosas espirituales, afectivas, materiales, mentales, etcétera.
Y Dios no falla, solo que hay que pedir cosas buenas para uno o para los demás. Y no siempre los milagros se realizan; siempre está de por medio la voluntad de Dios o de la Virgen o del santo intercesor.
Algunos amigos personales han sanado por intercesión del Divino Niño Jesús, uno de ellos desauciado por cáncer de próstata. Muchos otros de afecciones similares.
En estos días de verano, huyendo unos días del calor de 47-49 centígrados. Organizamos en la Sierra de Juárez-Laguna Hanson; una procesión guadalupana con misa a sugerencia de los moradores de esa zona para pedir con urgencia la Lluvia, que trae muchas bendiciones al desarrollo de la naturaleza y de las personas. La procesión, o sea donde dos o más se reunen en mi nombre, pidan lo que sea (la lluvia y la salud y fin de la pandemia), y mi Padre se los concederá. La misa fue el domingo 23 de agosto, y el lunes, aquello estaba que se inundaba con la lluvia que cae abundantemente del Cielo.
Todo se puede pedir, siempre que sea para bendición de las personas. Nosotros atribuimos y agradecemos a Dios por el don de la Vida. Que en sí es un milagro en medio de tanta crueldad, violencia, materialismo y maldad social.
Los amaneceres y atardeceres en la Sierra-Laguna Hanson son admirables. Y por las noches oscuras, la Vía Láctea se revela en millares de estrellas y planetas, el más pequeño la tierra; desde donde se puede apreciar según los últimos cálculos astronómicos científicos, que existen más de doscientas mil millones de galaxias en un universo que no es estático, sino que se mueve, que fluye.
Por eso los astrónomos de san Pedro Mártir en Baja California, dicen que la astrología es la hija loca, de una ciencia tuerta que es la astronomía.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
Correo: saeta87@gmail.com