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miércoles, febrero 21, 2024
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“En el aire”, golpe de Estado de Bonilla en Morena

La situación política del partido en el poder en Baja California se ha vuelto aún más turbia gracias al intento de “golpe de Estado”, emprendido por Jaime Bonilla Valdez y su reciente aliada, la presidenta municipal de Mexicali, Marina del Pilar Ávila Olmeda, quienes el 13 de septiembre asestaron un primer impacto en busca de controlar el partido de cara al proceso electoral 2021, intentando imponer a César Castro Ponce como dirigente estatal. La contraparte, ubicada como ala disidente del partido vino tinto y encabezada por el delegado con funciones de presidente, Ismael Burgueño Ruiz y el presidente del Consejo Político, Rafael Figueroa, es la única reconocida -hasta el momento- como el liderazgo oficial, según un documento firmado el 15 de septiembre por el dirigente nacional Alfonso Ramírez Cuéllar


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Como si Morena Baja California no caminara sobre vías pantanosas de cara al proceso electoral  2021, el domingo 13 de septiembre, el gobernador Jaime Bonilla Valdez y su reciente aliada, la alcaldesa de Mexicali, Marina del Pilar Ávila Olmeda, llevaron a cabo un intento de “golpe de Estado” a las dirigencias locales reconocidas por el partido a nivel nacional, las cuales recaen en el delegado con funciones de presidente, Ismael Burgueño Ruiz, y el presidente del Consejo Político Rafael Figueroa Sánchez; y en una asamblea respaldada por 45 de los 80 consejeros, designaron a César Castro Ponce como dirigente estatal del partido vino tinto.

El movimiento encabezado por Bonilla causó más incertidumbre dentro del partido, toda vez que la mayoría del Consejo Político Estatal ya respaldó a Castro Ponce como dirigente y envió la propuesta a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional, encabezada por Alfonso Ramírez Cuéllar -enemigo político de Bonilla-, la cual tendrá que resolver su validez en próximos días.

En tanto esta situación se resuelve, en Baja California conviven dos dirigentes y dos presidentes del Consejo Político de Morena, de los cuales solo Burgueño y Figueroa cuentan con un documento oficial firmado por el Comité Ejecutivo Nacional que los avala como líderes del partido, además de la responsabilidad de los inmuebles.


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Todo esto se da a escasas semanas que se lleve a cabo la encuesta que definirá la próxima dirigencia nacional del partido, donde el gobernador Jaime Bonilla Valdez y la alcaldesa Marina del Pilar Ávila operan para la victoria del coordinador de la bancada de Morena en la Cámara baja, Mario Delgado, o de la ex secretaria general, Yeidckol Polevnsky.

 

CHOQUE DE FUERZAS: LAS DOS CONVOCATORIAS DE MORENA

El domingo 13 de septiembre, las dos células políticas de Morena midieron fuerzas intencionalmente, pues con una semana de anticipación, convocaron a una asamblea del Consejo Político Estatal a la misma hora. Una se llevaría a cabo en Mexicali y la otra en Tijuana.

En la sesión realizada en el salón de la burocracia en la Capital del Estado, los bonillistas desconocieron a Rafael Figueroa Sánchez como presidente del Consejo Político de Morena, y en su lugar ubicaron a la tijuanense María de Jesús Sánchez Ávila; además, cubrieron las vacantes de la estructura del partido, como la Secretaría General, ahora a cargo de la ensenadense María de Lourdes Ostos Aquiles; de Finanzas, María Sandra Victoria Caldera; de Organización, José Guadalupe Alvarado Luna; de Comunicación, Difusión y Propaganda, Hiram Leonardo García Navarro; Secretaría de Jóvenes, Darwin Botello Hernández; Arte y Cultura, Manuel Santiago Guadarrama.

Jaime Bonilla ingresó a la asamblea

El resto de la estructura organizacional de Morena se compone por la Secretaría de Educación, Formación y Capacitación Política, con Ivonne Searcy Pavla; de Mujeres, Norma Angélica Peñaloza Escobedo; de Asuntos Indígenas y Campesinos, María Estela Valadez Martínez; Derechos Humanos, Jesús Enrique Sánchez León; y de Diversidad Sexual, Iris Paola Ayala Navarro, quienes ostentan el cargo desde hace varios años y que el propio Consejo estaba imposibilitado de remover.

El Artículo 29 de los estatutos de Morena establece que las sesiones extraordinarias pueden convocarse por una tercera parte de los consejeros y tendrá validez si se registra una asistencia de la mitad más uno de los consejeros, lo que ocurrió en la sesión de Mexicali.

De manera paralela, a más de 200 kilómetros de distancia, el grupo disidente de Morena, orquestado por los consejeros Rafael Figueroa e Ismael Burgueño, pretendían llevar a cabo una sesión de Consejo en las instalaciones del Salón Centenario en Tijuana, la cual apenas alcanzó los 26 asistentes y, vía Zoom, recibieron un mensaje  de la presidenta del Consejo Político Nacional de Morena, Bertha Luján.

LA OPERACIÓN

La operación para “tumbar” la dirigencia de Burgueño Ruiz empezó prácticamente horas después que el Consejo Nacional de Morena dio a conocer su nombramiento como delegado con funciones de presidente del partido aquella tarde del 11 de agosto.

La propuesta de algunos integrantes del Consejo Político Estatal se hizo desde hace meses, pero debido a la situación de la pandemia, no pudo materializarse hasta la fecha arriba plasmada.

Algunos consejeros de Mexicali comenzaron a reunirse para analizar la situación, pues no estaban de acuerdo con la gestión de Rafael Figueroa a escasas semanas que iniciara el proceso electoral, ni consideraban positiva la imposición hecha por Ramírez Cuéllar.

Inicialmente pretendían esperar hasta que se definiera la dirigencia nacional, donde tanto Mario Delgado como Yeidckol Polevnsky representarían un beneficio para el gobierno estatal y municipal de Mexicali.

Algunos consejeros de la Capital del Estado  allegados a Marina del Pilar Ávila, comenzaron a planear cómo apoderarse del partido. Posteriormente se consultó el tema con el gobernador, quien respaldó las acciones contra Burgueño y Figueroa.

La noche del 3 de septiembre, el director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM), Armando Fernández Samaniego, fue entrevistado vía Zoom  presuntamente bajo los influjos del alcohol en el noticiero estelar de Televisa, encabezado por el periodista Jorge Heras, acto que fue un escándalo, pero que el mandatario minimizó extrañamente.

Sin embargo, su respaldo a Samaniego se comprende al conocer que esa noche estaba reunido con el regidor José Ramón López Hernández, Manuel Guerrero, líder de la burocracia; y el ex perredista Julio Rodríguez Villarreal en la casa del líder sindical, donde también se encontraba la consejera María Sandra Victoria Caldera, empleada sindicalizada de la CESPM y esposa de Guerrero Luna.

Ahí definieron los últimos detalles del trabajo sucio a realizar para convencer al resto de los consejeros.

Según lo referido por Burgueño, el propio Rodríguez Villarreal -quien no milita en Morena, pero ha operado temas en favor del gobernador y la alcaldesa de Mexicali- se acercó a los consejeros que no formaban parte del ala oficialista del partido para convencerlos unirse a la convocatoria extraordinaria en la que elegirían a César Castro Ponce como dirigente estatal, a cambio de dinero e incluso cargos públicos en la administración estatal o municipal; en otros casos, incluso hubo amenazas.

Consejeros que pidieron el anonimato confirmaron que Rodríguez Villarreal hizo el contacto con los indecisos, pero no aseguraron que se les otorgó dinero o promesas de espacios políticos. Algunas fuentes precisaron que ofrecieron desde 3 mil pesos para convencer.

Rafael Figueroa aseguró que no todos los consejeros accedieron e incluso amagaron con denunciar los hechos ante el partido de manera formal, pero no pudo precisar más detalles. Uno de ellos incluso hizo una denuncia pública sobre el ofrecimiento de sobornos.

El 6 de septiembre, Manuel Guerrero Luna subió a sus redes sociales una convocatoria para sesión extraordinaria del partido con la firma de 43 consejeros, entre ellos el gobernador Jaime Bonilla Valdez.

Aunque desde la semana anterior se mostraba que el grupo bonillista conseguiría sin problemas el quórum, todavía la mañana del 13 de septiembre existían jaloneos por diversas posiciones, e incluso comenzó a especularse si se llevaría a cabo la asamblea. Mientras los operadores de Ávila y Bonilla mantenían las alianzas, ellos se encontraban en la oficina del titular del Poder Ejecutivo estatal, lo cual dejaron claro a través de una selfie que subió la propia alcaldesa a sus redes sociales. El inocente acto parece más un mensaje político para dirigir a las bases de Morena.

Cuando el gobernador llegó al salón de los burócratas, se enfrentó con un grupo de inconformes por la Ley de Movilidad y por la falta de pago a maestros; Bonilla los atendió y poco a poco logró pasar la barrera de manifestantes, hasta que finalmente llegó a la asamblea.

Un consejero que pidió el anonimato refirió a ZETA que la presencia del mandatario estatal no era necesaria, pues ya se contaba con quórum y el acuerdo, pero este decidió acudir solo para dejar clara su intervención en las decisiones del partido.

La sesión de Consejo inició designando a María de Jesús Sánchez Ávila como presidenta del Comité, ante la ausencia de Figueroa.

Posteriormente, el Ejecutivo del Estado propuso directamente a César Castro Ponce, ex funcionario de Marina del Pilar Ávila, como dirigente estatal, lo cual fue aprobado por unanimidad, pues el tema ya estaba “planchado”.

Tras sufragar, Bonilla se retiró y dejó que el resto de las secretarías se distribuyeran como se había acordado; prácticamente todos los puestos se sacaron de manera unánime. Uno de los asistentes votó, pero no firmó las actas, por lo que quedó en 45 votos.

 

NO FUI IMPUESTO POR BONILLA NI MARINA: CASTRO PONCE

En entrevista para ZETA, el dirigente electo por el ala oficialista aseguró que respetará las opiniones de  Jaime Bonilla Valdez y de Marina del Pilar Ávila, pero solo como un militante más.

Negó que su nombramiento sea una imposición de ambos, aunque reconoció que ha sido colaborador cercano a ella y que el propio gobernador lo propuso para encabezar al partido.

Los asistentes a la reunión de Consejo

 

Alfredo Jiménez Fragoso: responsable de la Beca Benito Juárez en Ensenada.

Omar Castro Ponce: Coordinación de Evaluación, Secretaría del Bienestar, Mexicali.

Manuel Guerrero Luna: secretario de la burocracia en Mexicali.

Nancy Flores Sánchez: empleada de Oficialía Mayor del Ayuntamiento de Mexicali.

María Sandra Victoria Caldera: empleada de la CESPM y esposa de Manuel Guerrero.

Darwin Botello Hernández: empleado de la CESPM.

Maricela Salazar Peñuelas.

Leticia Isabel Morales Torres: recibía apoyos de Alejandra Ang, esposa de Castro Ponce.

Ricardo Hernández Morelos: regidor del Ayuntamiento de Mexicali.

José Ramón López Hernández: regidor del Ayuntamiento de Mexicali.

Ricardo Flores Sánchez: comisionado al Sindicato de Burócratas con Manuel Guerrero.

Sanciro Ríos Zúñiga: impulsor de la municipalización de San Quintín.

Michel Sánchez Allende: directora del Injuven.

María de Jesús Sánchez Ávila: precandidata por el Distrito VIII de Tijuana y hoy presidenta del Consejo Político de Morena.

Christian Ulises Bajo Alcántar: contratado por el Gobierno de México para brindar servicios profesionales, pero el contrato no especifica qué tipo de servicios.

Manuel Santiago Guadarrama: recién nombrado secretario de Arte y Cultura de Morena; maestro jubilado.

Lourdes Ostos Aquiles: recién nombrada secretaria general de Morena.

José Gerardo Olúa Barajas: encargado de la delegación Hermosillo en el Ayuntamiento de Mexicali.

Berenice Rangel García.

César Castro Ponce: nuevo dirigente estatal de Morena y funcionario de Marina del Pilar Ávila.

Hiram Leonardo García Navarro: actual secretario de propaganda de Morena.

Alejandra Ang Hernández: esposa de Castro Ponce y directora de Desom.

Julio César García Serna: ex regidor de Morena y propuesto por Bonilla para integrar el Consejo de la Judicatura.

Guadalupe Enciso Rivera.

Armando Napoleón Peralta: director de Cultura Física de BC

María del Carmen Espinoza Ochoa: síndico de Tijuana.

Ramón Vázquez Valadez: diputado bonillista de Tijuana.

Erik de Jesús Moreno Aguiar: delegado municipal en Tijuana.

José Guadalupe Alvarado Luna: contratado para Censos del Bienestar; compitió por el Distrito X de Tijuana.

Julia Andrea González: diputada bonillista de Tijuana.

Hernán Acuña Zazueta.

Jaime Bonilla Valdez: gobernador de Baja California.

Manuel Suárez Soto: conductor en PSN Tijuana.

Montserrat Caballero: diputada bonillista de Tijuana.

Fausto Ruiz Castelo.

Manuel Ramírez Solorio.

Rodrigo García Velasco.

Karina Reséndiz Bernal.

Laura María Cruz Hernández.

María Estela Valadez Martínez.

Miriam Meza Chaira: abogada de la asociación civil Trata de Personas en Tijuana.

Cleotilde Molina López: regidora del Ayuntamiento de Mexicali.

Luis Vinicio Velázquez Wong: ex coordinador de jueces calificadores de Rosarito.

Araceli Geraldo: diputada local.

Raúl Cano.

Castro Ponce fue avalado en el cargo solo de manera interina para enfrentar los próximos comicios electorales, y a partir de ese momento, convocará a una elección formal para la designación del próximo dirigente estatal.

Respecto a la legalidad de su nombramiento, dijo que los estatutos establecen claramente que se puede convocar a una sesión extraordinaria por una tercera parte del partido, pero respetó las intenciones de Burgueño Ruiz de impugnar o acudir al Consejo Nacional.

En entrevista, Ismael Burgueño Ruiz comentó que tanto el nombramiento de Castro Ponce como la remoción de Rafael Figueroa son actos ilegales, pues solo puede realizarse con la justificación de una falta grave, la cual debe notificarse al Consejo Político Nacional y no ocurrió así.

Sin embargo, en su segundo párrafo el Artículo 29 de los estatutos de Morena indica que este mecanismo que refiere Burgueño, solo es aplicable para el dirigente estatal o las secretarías, y no menciona nada sobre el presidente del Consejo.

“Determinar, con la aprobación de dos terceras partes del Consejo Estatal, la revocación de mandato de integrantes del Comité Ejecutivo Estatal, o de este en su conjunto, previa fundamentación y dictamen de la causa que la motiva por todos los y las integrantes de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia. Dicha causa solo procederá en casos graves”.

El argumento oficialista para remover los cargos, es que Burgueño Ruiz no es presidente del Comité, sino delegado con funciones de presidente, por lo que no es necesario removerlo. En el mismo sentido, los estatutos no establecen ningún proceso para cambiar de presidente del Consejo Político, cuya duración en el cargo es de tres años, pero actualmente lleva cinco, comentaría Figueroa.

 

MORENA NO ES UN PARTIDO DE ESTADO: BURGUEÑO

Tres días después del “pinochetazo”, Ismael Burgueño Ruiz y Rafael Figueroa encabezaron una conferencia de prensa en las instalaciones del Comité Directivo Estatal de Morena, donde acusaron al gobernador de influir en las decisiones del partido.

Burgueño criticó que se está intentando convertir a Morena en un partido de Estado, pues utiliza el poder de la nómina y las posiciones políticas para favorecerse en las decisiones internas del organismo político.

Y es que les parece extraño que varios personajes que respaldaron el nombramiento de Burgueño como delegado, cambiaron su voto de manera sorpresiva, y como ejemplo nombró al secretario de propaganda, Hiram García Navarro.

Agregó que el gobernador debería dejar de intervenir dentro del partido, siguiendo el ejemplo del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pues pese a que este último también es consejero nacional, no se ha presentado a ninguna sesión desde que es titular del Poder Ejecutivo Federal.

Respecto a su estatus dentro del partido, Burgueño y Figueroa presentaron un documento firmado por Alfonso Ramírez Cuéllar, el cual fue expedido el 15 de septiembre, donde se les reconoce como dirigentes del partido pese a las decisiones tomadas en la reunión del domingo 13.

“En acatamiento a lo establecido en el Artículo 38, Sexto Transitorio y demás relativos y aplicables del Estatuto de Morena, y por acuerdo tomado por el Comité Ejecutivo Nacional en sesión del pasado 11 de agosto de 2020, el compañero Ismael Burgueño Ruiz se encuentra debidamente acreditado como delegado en funciones de presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena Baja California. De igual manera, ratificamos que el compañero Rafael Armando Figueroa Sánchez, es el legítimo presidente del Consejo Estatal de Morena Baja California al haber sido electo por la mayoría de los consejos estatales en asamblea estatutaria celebrada en 2015”, refiere el documento con número de oficio CEN/P/350/2020, que hizo público Burgueño.

La senadora Alejandra León Gastélum, una de las voces más discordantes con el gobernador, se sumó al reclamo, calificándola como una simple “reunión de amigos de Bonilla”, ya que las decisiones tomadas no se encuentran dentro de los estatutos de Morena, por lo que -a su juicio- se violentaron los derechos políticos de ambos dirigentes.

Coincidió en que tanto Burgueño como Figueroa, son reconocidos ante el CEN de Morena como los representantes en Baja California.

Según lo expresado por varios consejeros consultados, este movimiento realizado por Bonilla y operado por el Sindicato en Mexicali y allegados a Marina del Pilar Ávila Olmeda, pudo llevarse a cabo una semana después que se tuviera certidumbre sobre la dirigencia nacional de Morena, pero el gobernador decidió hacerlo antes para mostrar su poder dentro del Consejo.

Para finalizar, los consejeros comentaron que si bien Figueroa y Burgueño siguen siendo reconocidos como dirigentes, la realidad es que todo se definirá dependiendo de quien asuma el poder de la dirigencia nacional, pues si es Mario Delgado o Yeidckol Polevnsky, Bonilla y Ávila sienten que su asamblea permanecerá firme.

 

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