Policías penitenciarios de Baja California piden al gobernador del estado, Jaime Bonilla Valdez, realizar un exhorto para que las muertes por COVID-19 de los elementos de corporaciones policiacas sean catalogadas cómo fallecimientos por “riesgo de trabajo” y así las familias puedan acceder a la pensión o el cobro del seguro de vida.
El oficial policía penitenciario, Cuauhtémoc Pérez Regalado, desde hace una semana en cada una de las transmisiones por redes sociales del gobernador del estado, ha solicitado una audiencia con el titular del ejecutivo para plantearle las necesidades de esta corporación de seguridad.
“Hemos estado buscando al gobernador por todos los medios posibles para poder ver lo de nuestra seguridad social y nuestra seguridad jurídica para desempeñar el trabajo, con la pandemia del coronavirus”, declaró Perez Regalado.
Explicó que entre otros temas le quieren exponer a Jaime Bonilla la situación de los policías penitenciarios que han fallecido a causa de la COVID-19 ya que con el cambio de nombramiento a un cuerpo de seguridad paraestatal los elementos penitenciarios quedaron en el limbo.
“Para las instituciones estatales el COVID-19 no es un riesgo de trabajo, por lo que deja totalmente indefensas y sin ninguna adquisición económica o pago de seguros a las familias de quienes perdieron la vida a causa de esta enfermedad”, aseguró.
Agregó que le buscan exponer esta problemática al gobernador porque “él es el único que tiene una autoridad para hacer un exhorto a las instituciones estatales para que reconozcan al coronavirus como riesgo de trabajo y así poder ayudar a las familias no solo de nuestra corporación sino también de la fiscalía y demás instituciones que quedaron como paraestatales”.
El policía penitenciario contó a ZETA que algunos de sus compañeros, incluido él, se presentaron a trabajar con todas las medidas de seguridad sanitaria, sin embargo se dieron cuenta que tenían el virus Sars- CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, durante su jornada laboral.
“Estamos luchando contra un enemigo invisible; en el Hongo (centro penitenciario en el municipio de Tecate) al inicio de la pandemia, por ahí de abril y mayo la guardia bajó al 35% porque muchos de los compañeros se enfermaron del coronavirus”, reveló.
Puntualizó que entre los compañeros de trabajo se han esforzado en protegerse y seguir con las meditadas sanitarias porque son conscientes del riesgo que significa propagar el virus entre los internos y las familias de los miembros del grupo de seguridad penitenciaria.
“Queremos que se legisle y las familias que perdieron a su familiar por la COVID-19 puedan tener algún ingreso, queremos que puedan tener una pensión o que puedan cobrar un seguro de vida, a pesar de que haya fallecido antes de legislarse la ley, por eso es la preocupación y le mandamos ese mensajes al gobernador”, concluyó.
De acuerdo con datos de la Confederación Estatal de Asociaciones de Policías, la cual preside Alejandro Monrreal Noriega; al menos 9 elementos de protección penitenciaria han fallecido en Baja California por el nuevo coronavirus.
Dos en Tijuana, cuatro en Mexicali, uno en Tecate y dos en Ensenada:
Oficial Arturo Ensenada
Oficial Cupertino Ensenada
Oficial Manuel Mexicali
Oficial Vicente Mexicali
Oficial Omero Tecate
Oficial Rafael Mexicali
Oficial Oscar Tijuana
Oficial Francisco Mexicali
Oficial Camilo Tijuana