Me vuelves loco,
me tienes sediento,
no sabes ni un poco
lo delicioso que sabe tu beso.
No puedo mirarte a los ojos,
pues me refleja el sol entero
y cada que veo tus labios,
si no los pruebo, siento que muero.
Tu cabello negro y tu suave piel,
tu hermoso cuerpo pareciera que fue
pintado con pincel;
tu adorable ser, tu magnífica ternura,
tu adictiva risa que me quita la amargura.
Te quiero, te amo, te necesito.
Desde que te vi escucho cada pálpito.
Te necesito, te amo, te quiero.
Mi amor nunca había sido tan sincero.
Y una duda que tenía ya la tengo clara:
la mujer que quiero para toda mi vida sería Alexa Lara.
Daniel Alejandro Ortega Galván.
Tijuana, B.C.
(Preparatoria Educare, grupo 401)