Por acuerdo entre la Diócesis de La Paz y el Comité Estatal de Seguridad en Salud, sacerdotes en todo el estado, podrán acudir a brindar el sacramento de la oración por los enfermos, siempre y cuando hayan sido capacitados por la autoridad sanitaria.
Esto se ha dispuesto luego de una larga discusión, debido a que muchas personas dentro de los hospitales están cayendo a consecuencia del virus, y se externó la solicitud de la intervención religiosa.
“Un acuerdo que tuvimos con la Diócesis de La Paz por iniciativa del señor obispo, que -preocupado por la feligresía- quiere llevarle también el confort a los pacientes que están hospitalizados; y como esto va para largo, también el confort espiritual y mental es importante. Forma parte de un complemento de la salud: acordamos se les dé una capacitación, el uso de equipo de protección cuando llegué a visitar alguna unidad hospitalaria”, dijo Víctor George Flores, secretario de Salud Estatal.
Miembros del Comité también mencionaron a ZETA, que puede ayudar al personal médico a darles más ánimos, así como soporte espiritual a los enfermos que se encuentran en etapa crítica de la pandemia.
Reconoce el sector salud que el confort mental y espiritual forma parte importante en que los enfermos puedan sobrellevar la enfermedad y hasta vencerla; por ello, sacerdotes podrán ingresar a los hospitales y orar por ellos.
“Capacitar a los sacerdotes para hacer la unción a los enfermos de COVID-19, y ese Sacramento, que usted sabe perfectamente tiene un peso muy grande en la población, lo contempló el Comité de Seguridad y Salud, como una petición muy buena, aceptable. Sí se les pidió en esta capacitación, que los que fueran seleccionados, fuera un grupo no de riesgo; en la capacitación, lo que hicimos fue aplicar medidas de seguridad para evitar que se nos contagien. Capacitamos a 10 sacerdotes, ellos tienen la cobertura en todo el estado; vino gente de Los Cabos, de La Paz, Santa Rosalía y también los otros municipios”, comentó Blanca Pulido Medrano, comisionada estatal para la Protección contra Riesgos sanitarios (Coepris).
Hay alrededor de 210 pacientes internados en los diversos hospitales, 80 de ellos en condiciones estables, pero el resto se encuentra grave o intubados; la dificultad en este momento se centra en la recuperación del paciente, por ello consideran que un motor más pueda servir en la recuperación.
Si se refuerza la parte mental y espiritual, consideran que sirva de mucho para que pacientes puedan tener una evolución positiva.
“Para muchos, el estar en la situación ya de muerte, en definitiva, en ese estado de salud, implica una situación de gran peso. En esta capacitación se les dio, desde el punto de vista de protocolos, cómo evitar a lo máximo que ellos se contagien; uno de ellos es en lugar de utilizar el algodón, donde se unge a la persona enferma, aquí utilizaran hisopos; y la otra es que se colocaran el equipo de protección personal (EPP), y le dimos la capacitación, ya sea que esté en área COVID y en un área no COVID”, finalizó Blanca Pulido.
Los sacerdotes deberán ingresar al área COVID con los equipos especiales, esto para que puedan protegerse y evitar un contagio.
