De Trez en Trez
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1.- Hace casi tres años, y refiriéndonos al entonces gobernador de Baja California, Francisco Arturo Vega de Lamadrid, y al presidente Enrique Peña Nieto, escribimos en este espacio algunas semejanzas y diferencias entre ambos mandatarios, justo cuando ambos políticos se acercaban al fin de sus “gobiernos”.
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Dijimos entonces: “…Son de diferente partido, físicamente no se parecen: Uno de baja estatura, tez morena clara, rostro anguloso, y de complexión delgada, y en su cabello ya aparecen (como dice la canción de Alberto Domínguez en voz de Gaby Daltas) “los hilos de plata”; el otro es de tez blanca, ojos azules, con más kilos de peso, cabello claro y con algunas canas que los tintes no cubren por completo. El primero es más bien parco, serio y de gestos duros; el segundo es más despreocupado, dicharachero, “amiguero” pues… aunque también en ocasiones deja ver su enojo”.
Se señaló entonces que “Enriquepeñanieto” recuperó para el PRI la presidencia de la República luego de dos gestiones panistas, y que “Kiko” había continuado con la dinastía del PAN en BC con inicio en 1989, misma que -con más pena que gloria- dejó en manos “morenistas”, heredando, además, un soberano desastre en la administración estatal; tanto que por más promesas y esfuerzos que haga el actual mandatario Jaime Bonilla, no alcanzará a remediarlo (Bonilla, por cierto, tampoco se salva de cada embrollo en que se mete en apenas dos años de su “administración”).
Citando a la “nonagenaria y olvidadiza abuela”, se escribió: “… aquí es donde ‘la puerca torció el rabo y los puerquitos el rabito’ porque uno y otro (“Quique” y “Kiko”) han fallado en su encargo popular y han incumplido sus promesas. México es uno de los países con mayor índice de violencia; por todo el territorio nacional se presenta la corrupción, la negligencia, la complicidad oficial y la impunidad”.
Entre semejanzas y diferencias, Enrique y Francisco Arturo ostentaron un cargo de elección popular por el que se les pagó -y muy bien, por cierto-, luego entonces, son los dos responsables de la buena o mala marcha de los asuntos que de una manera u otra afectaron a sus gobernados; tan es así, que seguimos sufriendo por ello y peor aún con la pandemia que azota al mundo.
2.- Y en efecto, ambos gobernantes dejaron sus cargos con más números negativos. A “Enriquepeñanieto” y al PRI (además del hartazgo ciudadano) los atropelló el movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador y su Morena en la elección de 2018; por su parte, “Kiko” Vega finalizó su “administración” el 31 de octubre de 2019, también fue arrollado junto con el PAN por Morena y su candidato. Al respecto, hace casi tres años (noviembre de 2017) decíamos: “… tiene aún un par de años para mejorar las cosas… o para empeorarlas. Y las empeoró”.
Los malos resultados en acciones de gobierno y los señalamientos -ahora casi confirmados- de harta corrupción en sus respectivas gestiones como gobernador y presidente, echaron del poder a sus partidos políticos. Esta fue una semejanza más que los unió en la desgracia política en la que cayeron, pero no crea que ahora sufren; uno y otro apenas han sido molestados, acusaciones, señalamientos, una que otra escaramuza que a ratos los inquieta, pero, por lo pronto, hasta ahí.
3.- ¿Por qué vienen a cuento ahora “Quique” y “Kiko”? Pues porque tienen una coincidencia más, que los alegra muchísimo: ¡Haberse salvado de lidiar con la pandemia de COVID-19! Por eso, ambos se fueron del gobierno muy contentos y -dicen- sin problemas económicos por un largo, muy largo tiempo.
“Peñanieto” se fue en 2018, se divorció de “La Gaviota” y pa’pronto se consiguió una atractiva novia algo inquieta, afecta a posar para las revistas “del corazón” (chismes nice, dice mi abuela); aunque algo inquieto debe estar con la “aprehensión” y la extradición VIP de Lozoya Austin.
De “Kiko” Vega (al que el magisterio de BC y muchos más le envían cordial saludo) poco se sabe; hay acusaciones en su contra y de su esposa Brenda por facturas falsas y adeudo millonarios del servicio de agua y otros asuntos. En junio pasado, Jaime Bonilla dijo que “Kiko” está desaparecido, “… anda a salto de mata, no lo podemos encontrar y ya lo anda buscando la Fiscalía y el SAT”. Luego del cateo a su domicilio hace meses, poco se sabe de las investigaciones. Esta “confinado”, comentan burlones otros.
De lidiar con el coronavirus se salvaron, pero ¿cuánto durará la felicidad y la tranquilidad de “Quique” y “Kiko”?
P.D.- Ya habrá tiempo de referirse a los candidatos y “candidotes” que se manejan para el gobierno de BC y sus cinco alcaldías…
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com
