Conzultoría Matrimonial y Familiar
Como todo en el universo, el ser humano es energía. En el nivel más bajo, las ondas más pequeñas de energía forman materia, el cuerpo físico, y procesos de actividad (mental, emocional y espiritual). La energía sexual es la realidad bioenergética detrás de todos nuestros momentos sexuales. Cuando estamos sexualmente activos (lo que puede ser de cualquiera intensidad, desde una excitación ligera con un pensamiento sexual hasta pleno sexo), es energía sexual en acción.
La energía sexual es la más poderosa que existe porque es la única energía del mundo capaz de generar vida. Somos el fruto de esta energía, que, cuando surge de la unión sexual de un hombre y una mujer, es capaz de crear un nuevo ser vivo. La energía sexual se acumula en los genitales, puede expandirse por todo el cuerpo y enfatizan mucho su importancia en la vida. La energía sexual es la responsable de que la especie humana siga viva.
Para vivir día a día con todo tu potencial, debes aprender a cultivar esta energía, conectarte con ella, saber gestionarla y sentir cómo toda ella fluye por tu cuerpo, como si de un río de se tratara, por lo que tienes que cuidarla y conservarla y no perderla en cualquier relación (por lo que a veces es mejor masturbarte que perderla por ahí).
Por supuesto que es maravilloso el placer que sientes cuando te enlazas y haces clic sexual con alguien; es magnífica la sensación y los suspiros que te produce este encuentro que hasta quisieras tenerlo a diario. Sin embargo, debes tomar en cuenta todo el juego de energías que se da en el acto, ya que, de acuerdo a las leyes de la energía sutil, el sexo es una puerta de intercambio vibracional. Así que mejor usa tu energía sexual con responsabilidad porque, así como hay buena vibra en la energía sexual, también hay mala vibra. Y es que, aunque pienses que es cosa insignificante, haya amor o no haya amor, estás compartiendo tu energía entera y literalmente estás desnudando tu alma.
Existe algo que se conoce como aura sexual y cuando tenemos intercambio sexual, también intercambiamos la energía del aura y los mutuos bloqueos; estos incluyen todos nuestros miedos inconscientes e incluso las adicciones y los conflictos de nuestro inconsciente.
En el esoterismo se dice que recibes el karma del hombre porque tú eres quien recibe su energía. Estás recibiendo energía que no es tuya y esa energía viene con todo y sus obstáculos mentales y emocionales. Su karma puede convertirse en el tuyo y en este caso sus emociones y sensaciones no resueltas pasan a formar parte de ti, no importa cuánta distancia física tengas con la persona con la que hiciste un intercambio de energía sexual. Los lazos que se crearon generan un vínculo a distancia que hace que permanezca, aún a través del tiempo.
Si el lazo energético fue negativo, recibirás sus bloqueos y puedes sentir desequilibrio emocional. Las emociones de tu pareja y de las exparejas de tu pareja, forman parte de su campo áurico. Si tu pareja sufre de desequilibrios emocionales, es posible que tú te intoxiques sin una causa o motivo aparente. Puedes sufrir tristeza, ansiedad o angustia sin saber por qué. Los expertos en energía dicen que cuando reprimes tus emociones, se enferma tu energía sexual porque hay bloqueos.
Los esotéricos dicen que los fluidos de la mujer y el hombre se convierten en plasmas energéticos y por lo tanto en lazos difíciles de romper; lo peor es que también cargas con parte de la energía de otras personas que fueron pareja sexual de tu pareja. Es importante que vivas convencida de que la sexualidad tiene fuerza y poder para crear, no obsesionarte ni tampoco rechazarla.
Más allá de sermones de romanticismo sobre hacer el amor, el verdadero objetivo de la unión energética durante el encuentro sexual, es usar la fuerza tan poderosa que se crea y así aprender a circular la energía vital.
Como siempre, agradezco a mis dos que tres lectores por sus consultas y comentarios al correo bautista46@hotmail.com o dejarlas al final del articulo si lo ves por Internet. Gracias.
El Licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.