“Equipamiento Urbano es el conjunto de espacios y edificaciones de uso dominantemente público donde se proporciona un servicio a la población, que contribuye a su bienestar y a su desarrollo económico, social y cultural. Incluye elementos que se clasifican en los subsistemas: educación, salud, asistencia pública, comercio y abasto, recreación, deporte, comunicación y transporte, diversión, cultura, espectáculos, administración y seguridad pública.
“Estructura Desarrollo Urbano. Conjunto armónico de acciones que se realicen en beneficio de la población para lograr mayor equidad en las relaciones sociales, mejores niveles de ingreso y evitar el deterioro ambiental; involucra la ordenación, regulación, adecuación y mejora tanto de los aspectos físicos como económicos y sociales de un centro de población, así como sus relaciones con el medio ambiente natural y sus recursos.” (Reglamento de Acciones de Urbanización para el municipio de Tijuana. Periódico Oficial, 5 de mayo de 2015, Tomo CXXII.)
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Cuando se adquiere un terreno o una vivienda, los empresarios hacen de costo beneficio y no regalan nada. Al fraccionador usted LE PAGA pavimento, redes de agua, drenaje, alcantarillado, alumbrado, arbolitos y las áreas verdes de al menos el 10% de los espacios que deben reservarse para equipamiento urbano.
Más el 9% distribuidas a escuelas, comercios y áreas verdes, todito lo paga usted. Así la ganancia neta del desarrollador queda intacta. Pero que se dan muchos casos de especulación ilegal. Y por eso Tijuana, está patas “arriba”. Predomina la desinformación, la falta de una cultura de participación ciudadana, la ausencia de democracia y representatividad, todo esto nos cuesta carísimo y nos agravia. Muros de manipulación e ignorancia inducida. Ante esta parte se suma la ilegalidad de las autoridades que no respetan los intereses de la comunidad. Mienten, traicionan y roban hasta hoy, los tres niveles de gobierno. El cambio urgente no llega a BC.
Rompen leyes del régimen de propiedad pública. Somos testigos que cada cabildo arrebata un bien público, al vender lo que no les pertenece, sin hacer estudios y peritajes técnicos, sin justificación legal y moral. Están cometiendo un delito de despojo a ciudadanos a las colonias y a la ciudad.
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Sistemáticamente crean un vacío de responsabilidad del municipio, el estado o la federación, y cierran oportunidades a asociaciones civiles filantrópicas, fundaciones, o empresas privadas altruistas, para la infraestructura urbana, que educa y forma conciencia, humaniza, socializa, y nos elevaría a ser una comunidad civilizada e inspirada en valores.
Es el 10% de los terrenos que están dedicados a servicios públicos básicos para la población de esa comunidad, y siempre los cargan al costo del proyecto. Por eso la palabra donación no tiene sentido, es un espacio vital que no debe por ningún motivo enajenarse, o alterar su sentido de desarrollo comunitario, sea una escuela, parque, bosque, lago, centro deportivo, kiosco, centro de salud, áreas verde etc.
No están regalando absolutamente nada, todo fue pagado por cada propietario porque se suma al costo de la tierra y la construcción en su caso. Así queda claro que el sentido común, el sentido social y humano, el equilibrio, la organización y dignidad de cada colonia está depositada en estos servicios fundamentales para su salud social y bienestar. Para que las delegaciones municipales coordinadas con la participación de los vecinos, sus comités, construyan lo que se deben construir ya que fue pagado peso por peso y centavo por centavo a los fraccionadores.
Ahora que vengan los mismos empresarios a negociar en lo oscurito con el cabildo, y los regidores lo vendan, están cometiendo un fraude.
La fauna política calla porque actúa con alevosía y ventaja. A 131 años de su fundación, Tijuana no tiene ni la mitad de servicios públicos que limpien la contaminación moral y ambiental. Y, porque los cabildos, venden propiedades, que nunca pagaron, y eso es un delito de despojo social, cultural educativo, de seguridad social y de salud.
Deuda enorme ligada a delitos múltiples, necesarios de compensar con obras in-dis-pen-sa-bles para la armonía de una ciudad en luto permanente por el costo de sangre de la violencia. Las ciudades no son exclusivamente centros comerciales, maquiladoras, negocios, calles, casas, edificios, basureros y picaderos. Las ciudades están monstruosamente mutiladas por sus autoridades que violan la ley impunemente.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com
