El sello Alfaguara edita la segunda parte de la trilogía sobre la figura presidencial “Cuando México perdió la esperanza”. “Los tiranos no aceptan la crítica, los tiranos quieren que todo mundo se subordine”, expresó el autor a ZETA
Apasionado crítico de Andrés Manuel López Obrador, el escritor Francisco Martín Moreno entregó este año al sello Alfaguara de Penguin Random House Grupo Editorial la novela “Cuando México perdió la esperanza”, segunda parte de la trilogía que inició con “Ladrón de esperanzas” (Alfaguara, 2018) en torno a la figura presidencial.
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Con Antonio M. Lugo Olea (AMLO) como protagonista presidencial, “Cuando México perdió la esperanza” es una obra de ficción con los respectivos paralelismos a la vida política del país que narra el sexenio de López Obrador, con un enfoque crítico a las políticas emprendidas por el gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
“Tengo 30 libros escritos básicamente de historia de México, ensayos políticos, pero nunca había incursionado en una novela que estuviera escrita en tiempo presente, es decir, que explicara lo que realmente estaba aconteciendo en ese momento; por eso decidí escribir ‘Ladrón de esperanzas’, porque todo lo que estaba escribiendo parecía que superaba a la mejor de las ficciones. Era increíble lo que estaba ocurriendo y lo que está ocurriendo en este momento, por eso decidí incursionar en ese tema”, expresó a ZETA Francisco Martín Moreno.
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POLÍTICA DE FICCIÓN
La primera novela, “Ladrón de esperanzas”, comienza el 1 de julio de 2018, día en que Antonio M. Lugo Olea ganó la elección presidencial, hasta las dos primeras semanas de gobierno en Palacio Nacional; la segunda entrega, “Cuando México perdió la esperanza”, abarca de diciembre de 2018 hasta la pandemia y la visita del Presidente mexicano a su homólogo estadounidense.
En “Cuando México perdió la esperanza” pululan los nombres de Antonio M. Lugo Olea (AMLO) o Mariano Everhard, por citar algunos que el lector evidentemente identifica.
– ¿Por qué no usó los nombres reales de la política?, cuestionó ZETA al autor.
“Porque es una novela, si yo hubiera hecho un ensayo político no hubiera podido jugar con los nombres, era imperativo que yo pusiera otros nombres que los lectores pudieran identificar de quién se trataba.
“Recurrí por primera vez en mi vida al periodismo de ficción, nunca había recurrido al periodismo de ficción, y tuve que hacerlo porque hay varios elementos que no se pueden demostrar, que no se pueden probar. Por ejemplo, el pacto de la impunidad famoso entre EPN y AMLO, no hay ningún pacto por escrito, es más, ni siquiera quienes participaron pudieran rendir un testimonio porque no se atreverían, ni tampoco el propio Videgaray, por eso le puse Villagaray, porque era secretario de Relaciones Exteriores.
“Claro, se puede decir que López Obrador no necesitaba de ninguna manera la ayuda de nadie porque iba arriba, con mucho, en las encuestas, pero tenía mucho miedo de que los tricolores (PRI), que son tan experimentados en el fraude electoral -y que lo saben hacer con maestría-, pues de repente votaran (el 1 de julio de 2018) de la noche a la mañana siete millones de muertos y se armara un relajo en este país, un conflicto político social tremendo.
“Entonces, como AMLO no se quiso exponer a un fraude electoral como se supone se le había cometido en su contra, bueno, simple y sencillamente pactó con ellos. Desde la época de Santa Anna -que ya tengo una treintena de libros escritos- no he visto una traición de semejantes dimensiones de las dos partes, por eso recurrí al periodismo de ficción, porque no podía probar nada de lo que yo estaba sosteniendo”, señaló Francisco Martín Moreno.
CUANDO MÉXICO PERDIÓ LA ESPERANZA
En “Cuando México perdió la esperanza”, el escritor narra con realismo, sobre todo con preocupación, el “proceso de destrucción” del país, debido a las políticas erróneas en el primer año y medio de gobierno de Antonio M. Lugo Olea.
– ¿Por qué los gobernados de Antonio M. Lugo Olea perdieron la esperanza?
“Porque el proceso de destrucción ha sido tremendo. Canceló el aeropuerto y desperdició 100 mil millones de pesos que estaban invertidos en un país donde el 42 por ciento de los pequeños de primaria no tienen baño; entonces me pareció que era una salvajada en contra de la economía, en contra del empleo, porque además el aeropuerto iba a significar 500 mil puestos de trabajo, además de la derrama económica por todo el país.
“Pero ya después de que toma posesión, cancela Proméxico, esta organización para promover la inversión extranjera en México que estaba repartida por todo el mundo; después cancela el Consejo de Promoción Turística durante el gobierno de EPN, que logra 192 mil millones de dólares, entonces, se acabó Proméxico, se acabó el Consejo de Turismo y se acabaron las empresas extractoras de petróleo que significaban a México otros 200 mil millones de dólares.
“El día que el Presidente electo cancelaba el Aeropuerto de la Ciudad de México a través de una consulta espuria, ese mismo día las acciones de las empresas mexicanas cotizadas en Wall Street perdieron 17 mil 500 millones de dólares en una sola jornada, ese daño no se ha recuperado, por eso ya no están llegando los capitales para invertir en México; no solamente eso, están huyendo los capitales. “
Además, cancela los refugios para estancias infantiles, que eran escuelas donde los pequeñitos iban a desayunar y las madres los dejaban ahí para irse a trabajar; también se acabaron los refugios para mujeres golpeadas en un país donde once mujeres son asesinadas al día; también cancela los comedores comunitarios, que era donde los mexicanos hambrientos iban a saciar el hambre con un plato de arroz y a lo mejor unos frijoles y un vaso de agua; y cancela los organismos autónomos, los destruye”.
Martín Moreno lamentó:
“Claro que ya perdimos la esperanza, porque el trabajo que va a costar recuperar todo el daño que él ha ocasionado, yo no lo voy a ver, ni mis nietos”.
Cortesía
“EL DESASTRE ESTÁ A LA VISTA”
Durante la entrevista con ZETA, luego de compartir algunos detalles de su obra de ficción, se le planteó a Francisco Martín Moreno que en el México real continúan los homicidios, desapariciones, narcofosas, mientras los narcotraficantes muestran su poderío con sus armamentos a plena luz del día; y que próximamente el país superará a Reino Unido para ocupar el tercer lugar en muertes por COVID-19, detrás de Estados Unidos y Brasil, aunado a que impera la incertidumbre en la economía y el nulo crecimiento del Producto Interno Bruto, para inmediatamente inquirirle:
– ¿Qué expectativas tiene del gobierno de la llamada 4T que encabeza Andrés Manuel López Obrador para lo que resta de 2020 y los siguientes años?
“Veo una quiebra económica que no tiene nada que ver con la devaluación de Luis Echeverría en el 76, ni con la del 82 con López Portillo, ni la del 94 con los errores de diciembre; esto es una auténtica catástrofe económica. Veo una crisis económica y social como nunca la habíamos visto desde los años de la Revolución para acá; veo un desencanto tremendo, un desempleo creciente, veo que van a haber 10 millones más de pobres en nuestro país, cuando en China en 20 años rescataron a 300 millones de chinos de la pobreza. Nosotros en dos años hemos creado 10 millones de pobres más.
“En 2021 las cosas van a estar muy complicadas, yo sí veo negro el escenario, que el gobierno está absolutamente quebrado, que el gobierno no tiene recursos, que se está endeudando de manera creciente. Entonces, no sé qué tipo de país nos va a quedar cuando acabe la 4T; bueno, puede acabar antes, la 4T puede acabar si en 2021 le arrebatamos la Cámara de Diputados y puede acabar si el Presidente pierde la revocación del mandato en 2022 y se va. Habría que ver si se va a ir, porque yo tendría mis dudas, pero todavía tengo esperanzas en que pierda la revocación de manera unánime, aplastante y definitiva”.
El entrevistado advirtió:
“Veo la fuga de capitales que es creciente, veo que no están llegando los capitales extranjeros, que no se está invirtiendo en el país; veo que la economía está parada, que el Presidente no estimula la economía como lo hacen en otros países, y bueno, el desastre está a la vista”.
AMLO Y LA PRENSA
Al concluir la entrevista con ZETA, se le recordó a Francisco Martín Moreno que López Obrador constantemente muestra su intolerancia a la crítica, cada mañana en sus conferencias de prensa arremete contra los medios de comunicación y los periodistas críticos:
– ¿Qué lectura hace de la campaña del Presidente contra la prensa y los periodistas que lo cuestionan?
“Tanto Francisco I. Madero como Benito Juárez nunca agredieron a la prensa y la respetaron. Veo que cualquier crítica lo enardece porque él quiere que todo el mundo le aplauda dentro de su narcisismo y dentro de su egolatría. Para mí, quien no resiste la existencia de la crítica periodística, pues automáticamente se está calificando como un tirano; todos los días López Obrador insiste en demostrar que lo es”.
Y sentenció:
“Creo que esta actitud de López Obrador que va en contra de la prensa todos los días es parte de una posición tiránica; los tiranos no aceptan la crítica, quieren que todo mundo se subordine y López Obrador es un tirano”.
