Aunque comenzó siendo la cantidad más baja de peloteros aztecas en Grandes Ligas, conforme avanza la temporada 2020, han sido llamados más jugadores y se prevé que el número incremente en próximas semanas. Los lanzadores Oliver Pérez y Sergio Romo son los más longevos, con 19 y 13 temporadas, respectivamente
Aunque se tenían expectativas de que varios jugadores mexicanos formaran parte de alguno de los equipos que conforman las Ligas Mayores de Beisbol (MLB, por sus siglas en inglés), la realidad es que, en comparación con otros años, no fue lo esperado.
Los números eran alentadores en la pretemporada de primavera, con más de 30 jugadores nacidos en el país azteca o con raíces familiares, superando las expediciones de los dos años anteriores, que rondaron los 25 nombres. Un total de 21 organizaciones de la MLB comenzaron el Spring Training con por lo menos un representante de México. La presencia más nutrida estuvo en Júpiter, Florida, campamento de los Cardenales de San Luis, con cuatro mexicanos: el pitcher Giovanny Gallegos y los invitados Jesús Cruz, Carlos Soto y Alexis Wilson. Así como tres jugadores en Peoria, Arizona con Padres de San Diego: los lanzadores Gerardo Reyes y Andrés Muñoz, y como invitado, Esteban Quiroz.
Pero la pausa por la pandemia derivada de la enfermedad COVID19 puso a tambalear a la MLB y, tras varias reuniones con la Asociación de Peloteros, por momentos álgidas, pudieron llegar al acuerdo de reiniciar la temporada a finales de julio, con varios cambios significativos en los protocolos de seguridad y en la esencia del juego. De entrada, se redujo la temporada regular a 60 juegos, de 162 que conforman el calendario normal,
Quienes no tuvieron problema para conformar el roster titular fueron Julio Urías, de Dodgers de Los Ángeles; Oliver Pérez, de Indios de Cleveland; Sergio Romo, de Mellizos de Minnesota; Roberto Osuna, de Astros de Houston; Joakim Soria, de Atléticos de Oakland; y Alex Verdugo, de Medias Rojas de Boston.
En los últimos 20 años, la cuota de seis peloteros mexicanos se convierte en la más baja desde que en 2011 comenzaron nueve. Julio Urías, el lanzador zurdo de Los Ángeles, jugará su quinta temporada en Grandes Ligas y en esta ocasión forma parte de la rotación abridora del equipo, una gran diferencia a cómo lo utilizaron de relevo intermedio en 2019.
Roberto Osuna es el cerrador estelar de Astros, pero hace unos días sufrió una lesión en su codo derecho y los resultados no son optimistas.
Joakim Soria es uno de los mexicanos más veteranos actualmente en la Liga, con 12 temporadas. El cerrador de Atléticos es el pitcher mexicano con más apariciones, sumando 170.
Óliver Pérez juega con Cleveland y es el mexicano con más temporadas en MLB (19), dejando atrás a la leyenda Fernando Valenzuela. Sergio Romo es un lanzador especialista del slider y cumplirá su temporada 13 con Minnesota. Y después de un corto paso por Dodgers, el jardinero Alex Verdugo buscará brillar en Red Sox.
La cantidad de jugadores podría haber ascendido, sin embargo, por lo menos cuatro peloteros se encontraban en la lista de lesionados, algunos por haber dado positivo en las pruebas de coronavirus, como Luis Cessa (Yanquis de Nueva York), Luis Urías (Cerveceros de Milwaukee), José Urquidy (Astros) y Giovanny Gallegos (Cardenales de San Luis).
Y conforme avanza la “mini temporada”, varios nacionales han sido llamados por sus equipos, como el serpentinero Víctor González, de Dodgers. El nativo de Tuxpán, Nayarit, tiene varios años en la organización y el viernes 1 de agosto debutó ante Diamantes de Arizona.
También llegó el pitcher Humberto Castellanos con Astros, para convertirse en el pelotero mexicano 131 en lograr tener acción en Grandes Ligas. Cuenta con 22 años de edad y es miembro de Charros de Jalisco de la Liga Mexicana del Pacífico, formado en la Academia Alfredo Harp Helú. También formó parte de la selección mexicana de Beisbol que logró su boleto a Juegos Olímpicos Tokio 2020. El lanzador Luis Cessa, de Yanquis y el infielder Luis Urías, de Cerveceros, fueron llamados a la par.
Hay varios peloteros con grandes posibilidades de ser requeridos por sus respectivos equipos: el lanzador Gerardo Carrillo, de Dodgers; el receptor Santiago Chávez, de Marlins; el lanzador Juan Gámez, de Cachorros; el jardinero Luis González, de Medias Blancas; y el receptor tijuanense Alejandro Kirk, de Azulejos.
Otros con el talento suficiente para hacer el equipo son el infielder Isaac Paredes, de Tigres de Detroit; Esteban Quiroz, de Tampa Bay; y Ramón Urías, de Baltimore.
UNA “BURBUJA” PARA GRANDES LIGAS
A pesar de los protocolos de seguridad y salud implementados por la MLB, en menos de un mes de campaña regular, se han registrado dos brotes en organizaciones de la “Gran Carpa” (Marlins y Cardenales). Para evitar que eso se repita en postemporada, Grandes Ligas ya analiza posibilidades.
De acuerdo con ESPN, el plan se encuentra en discusiones preliminares y está lejos de concretarse. De hecho, no están muy convencidos de seguir el patrón de la NBA (que tiene su sede en Florida) y seguiría el camino de la NHL, que optó por terminar su torneo en un par de burbujas, ubicadas en Edmonton y Toronto. Dicha propuesta garantizaría seguridad para la MLB. Tanto NBA como NHL no han reportado contagios de coronavirus dentro de sus instalaciones desde el aislamiento de sus jugadores.
Las opciones más viables son Nueva York, Los Ángeles y Chicago (las tres ciudades tienen un par de parques de pelota) y aparecen como las opciones favoritas de Rob Manfred para terminar el torneo en 2020. No obstante, la elección de dichas sedes levanta varias interrogantes: en primera instancia, tanto Nueva York como California han sido algunas de las entidades que más han resentido la propagación del coronavirus; aunado a que MLB ha mostrado preocupación por tener una sede en la Costa Oeste, ya que implicaría que los juegos disputados en California tendrían que programarse en las tardes (por la diferencia de tres horas que existe con la Costa Este de tres horas).