Derivado de la depreciación del peso frente al dólar, la importación de materiales y los costos asociados a los protocolos sanitarios que siguen las constructoras ante la emergencia del coronavirus, el costo de la construcción se ha incrementado entre 5 y 7 por ciento en Baja California.
No obstante, “no ha habido un aumento en el valor de las propiedades”, dijo el presidente del Colegio de Evaluadores en el estado, Víctor Javier Agüero Solís. Señaló que quienes están comercializando los inmuebles “están haciendo el esfuerzo” de reducir sus utilidades para poder mantener los precios y que no se vea repercutido al usuario final.
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En conferencia de prensa, en la que se anunció la Semana Inmobiliaria de la Asociación de Profesionales Inmobiliarios de Tijuana a celebrarse del 26 al 28 de agosto, Agüero Solís comentó que el sector más afectado por dicho encarecimiento será la vivienda de interés social.
Consideró que ante el confinamiento que provocó la epidemia de COVID-19 se visibiliza la necesidad de contar con viviendas de mayor tamaño, para tener un espacio digno; sin embargo, por el costo de la tierra -que particularmente en Tijuana es alto- es más difícil que se pueda construir vivienda para el sector económico más bajo.
Previó que otros sectores que también se verán afectados será el de residencial plus con los costos al usuario final, así como de oficinas.
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Mientras que el de vivienda media seguirá comercializándose “de buena manera”, lo mismo que el sector industrial y el de centros comerciales.
Ante el incremento en el costo de la construcción de vivienda nueva que podría ser de 7 por ciento en los próximos meses, el especialista estimó que se comercializarán más los inmuebles usados que los nuevos.
No hay que perder de vista que los inmuebles usados, sobre todo del nivel medio al residencial, son con superficies amplias. Son casas de 140 a 250 m y con extensiones de terrenos más amplios, que por la depreciación que tienen el mercado por factores inherentes a la construcción, como es su edad y estado de conservación, la calidad de la construcción, se van a comercializar a un precio que esté más al alcance de la mayoría de las personas de nivel medio y hacia abajo. Por lo que, habrá un repunte de comercialización de esas viviendas, adelantó.
Finalmente, refirió cifras de la Asociación de Bancos de México, respecto a que los créditos hipotecarios que otorga la banca comercial tuvieron una desaceleración del 13.5%, mientras que los organismos públicos como Infonavit y Fovissste la baja fue de -18 por ciento en el segundo trimestre de 2020.
