Derivado de las afectaciones económicas de la epidemia del virus SARS CoV-2 (COVID-19) 60 mil restaurantes cerrarán definitivamente sus puertas, estimó el secretario general de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Miguel Ángel Badiola Montaño.
Precisó que en Baja California y, en particular Tijuana, se estimaba la pérdida del 30% a 35% de los restaurantes, sin embargo, esta cifra disminuyó al 10%, lo que representa alrededor de mil establecimientos.
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En un boletín de prensa, Badiola Montaño aseguró que el protocolo Mesa Segura (implementado para reabrir los comedores de dichos establecimientos) ha dado “muy buenos resultados”, y Tijuana ha destacado como ejemplo y modelo del cumplimiento.
Destacó que también se ha incrementado la afiliación de restaurantes al organismo, por lo que, confió en que pronto se pueda implantar el citado protocolo en Mexicali, que ha sido la ciudad más afectada del estado por la enfermedad respiratoria.
A decir de Badiola Montaño el comportamiento de los restaurantes en Baja California difiere de lo que sucede en el resto del país, ya que en medio de la epidemia se han inaugurado establecimientos con diversas ofertas gastronómicas.
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Uno de los factores que ha ayudado a los restaurantes es la posibilidad de que ofrezcan bebidas alcohólicas con la comida bebidas, ya que en el estado no se aplicó la Ley Seca como ocurrió en otras entidades.
Adicionalmente, el sector ha encontrado nichos de oportunidad en el reparto de comida a domicilio, al desarrollar su propia plataforma de servicio.
“Esto fue debido a que las dos plataformas más grandes no fueron solidarias con la industria gastronómica, cobrando entre el 20% y 35 % de comisión, pero, al margen de ello, ya se han establecido algunas otras que están siendo más competitivas, ofreciendo una menor comisión por el traslado de los alimentos preparados a domicilio”, subrayó.
Por otro lado, la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) de Tijuana inició la campaña de concientización del uso del cubrebocas, con el fin de que el estado avance con más rapidez del semáforo epidemiológico rojo al naranja.
La presidenta de los pequeños comercios, Gina Villalobos, comentó que la campaña durará 15 días ininterrumpidos en los que se pide a los afiliados y a la comunidad en general que utilicen el cubrebocas, para que esto se convierta en un hábito, y con ello evitar que el virus siga propagándose.
