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martes, octubre 1, 2024
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El premeditado crimen de Genebit

David Alejandro Quintero Morales, de 19 años de edad, era una bomba de tiempo. Peleas callejeras, amenazas y acoso, eran parte de las constantes actitudes antisociales que exhibía en redes personales como Facebook e Instagram. La tarde del viernes 31 de julio, haría una más, la peor de todas, cuando ingresó a la red social de su madre y le envió un mensaje a la joven veinteañera Genebit Livier Godínez Castañeda para que acudiera a su vivienda y le hiciera un presupuesto sobre unas remodelaciones. Jamás imaginó que su inocente arribo era parte de un plan premeditado de su entonces pareja sentimental para derivar en una pelea que terminó con su vida y convertirla en la víctima número 20 del delito de feminicidio en Baja California en 2020, dos menos de los registrados el año previo

Genebit Livier Godínez Castañeda no debía nada. No estaba en el “lugar equivocado”, ni usaba “atuendos sugerentes” o “provocaba celos”, como malamente se estigmatiza a las mujeres víctima de feminicidio o de desapariciones. No; Genebit no hacía nada “malo” aquella tarde de viernes 31 de julio, cuando acudió a la casa de su pareja sentimental con engaños y motivada por el que podría ser uno de sus primeros trabajos arquitectónicos de su naciente carrera.

Estudiante de los últimos semestres de la carrera de Arquitectura en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y practicante de la disciplina deportiva denominada “Flag”, Genebit accedió a la cita pese a las severas rencillas con su violento novio David Alejandro Quintero Morales, de 19 años de edad -inocente hasta que se demuestre lo contrario-, supuesto estudiante nivel superior de la carrera de Medicina en la Universidad Xochicalco, hecho que la propia institución negó a través de un boletín divulgado la tarde del martes 4 de agosto en sus redes sociales, aunque algunos estudiantes de la institución comentaron haberlo visto en algún momento dentro del campus.

Foto: Cristian Torres.- Fiscal Central del Estado, Hiram Sánchez Zamora

En una conversación con ZETA, familiares de la víctima comentaron que Quintero Morales acudía con frecuencia a la casa de Genebit con una camiseta tipo Polo de dicha universidad, e incluso con bata blanca, pero reconocieron que siempre dudaron de su actividad estudiantil, ya que tenía demasiado tiempo libre.

Según la información proporcionada por el fiscal Central Hiram Sánchez Zamora, el expediente 02-2020-22244 cuenta con por lo menos 16 diligencias de investigación, desde el dictamen forense, testimonios y evidencia recabada en la escena. Sin embargo, el abogado coadyuvante y representante legal de la familia Cuauhtémoc Castilla, comentó que estiman que para la audiencia de juicio oral podrían tener al menos tres veces más evidencias contra el acusado, a quien se detuvo el día del crimen a las afueras de su vivienda.

En siete meses de 2020, Baja California registra 20 feminicidios -según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública-, encontrándose a dos de los reportados durante 2019 con cinco meses por delante, lo que evidentemente ya es un incremento sustancial en las cifras, que se han mantenido en aumento en comparación con años anteriores.

CRIMEN DE GENEBIT, A SANGRE FRÍA

No hubo casualidades ni situaciones “fortuitas” en el crimen de la joven universitaria, todo parece indicar que fue premeditado.

Genebit Livier y David Alejandro estaban por cumplir dos años de noviazgo, pero el último mes había marcado una distancia derivada de las constantes conductas violentas del presunto victimario.

Según los familiares y su abogado, David Alejandro amenazaba a los amigos de Genebit, los acosaba por medio de redes sociales y les enviaba mensajes desde el gimnasio o mostrando sus habilidades como cinta negra en artes marciales, además de invitarlos a pelear en cualquier lugar.

En la misma plataforma mostró un video donde presumía su puño ensangrentado después de reñir contra un “cholo” -como él lo calificó-, al que le propinó una golpiza, narró extasiado en la grabación. Todo esto y más forma parte de los antecedentes de investigación que pretenden sustentar las tendencias violentas del acusado.

Aquella tarde de viernes, Genebit recibió un mensaje privado de la madre de David Alejandro por Facebook, en el cual le pedía que acudiera a su casa para revisar unas estructuras del inmueble, ya que quería hacer algunas remodelaciones.

La joven accedió por la buena relación que tenía con ella, acordando verse antes de las dos de la tarde. Genebit llegó al domicilio marcado con el número 420 de la calle Rodríguez del Toro en la colonia Insurgentes, una comunidad céntrica y de clase media-alta ubicada a 3.3 kilómetros al Oriente del Centro Cívico de Mexicali.

La situación a partir de ese momento se tornó nebulosa, puesto que solo tres personas se encontraban dentro de la propiedad: Genebit, David Alejandro y su madre. Los dos primeros se encontraban en el garaje, afirmó e fiscal Hiram Sánchez Zamora durante una conferencia de prensa.

Las viviendas de la zona son amplias y, con ese argumento, la madre justificó que no escuchó los forcejeos entre su hijo y su novia, que presuntamente terminaron en la muerte de la joven.

De acuerdo con el dictamen hecho público por el director del Servicio Médico Forense, César Raúl González Vaca, la causa de la muerte fue asfixia por estrangulamiento, en el que aparentemente se utilizaron las manos para cortar la respiración de Genebit.

A su vez, Sánchez Zamora comentó que en las primeras diligencias establecieron que la hoy occisa intentó defenderse de su agresor, al grado de rasguñarlo y morderle el pecho, intentando zafarse de sus brazos captores.

Ya fallecida, David Alejandro le cambió las ropas por un short deportivo y una playera de hombre, ambas de color azul, las cuales pertenecen al acusado; también le ubicó un calcetín de hombre en la boca con el que aparentemente intentó detener la hemorragia ocasionada por el ataque a su cuello.

Posteriormente subió los restos a la cajuela de su vehículo Mazda color azul, el cual condujo hacia la calle María Herrera, aproximadamente a 120 metros de la vivienda donde supuestamente se cometió el feminicidio.

Una versión que está en revisión de la Fiscalía General del Estado (FGE) es la posible participación de la madre de David Alejandro en el intento de esconder el cuerpo, pero esto permanece como parte de la investigación.

El abogado particular de los familiares, Cuauhtémoc Castilla, comentó que las indagatorias recabadas por la FGE establecieron que el acusado tomó el celular de la víctima y envió mensajes a varias conocidas de Genebit, indicándoles que era perseguida por desconocidos, intentando dejar antecedentes para basar su teoría ante una posible desaparición o asesinato; también se envió textos a sí mismo desde el teléfono de la joven para deslindarse de los hechos.

Genebit Godinez / Imputado por el homicidio de Genebit Godinez

LA DETENCIÓN DE DAVID ALEJANDRO

La alerta se conoció rápidamente entre las amistades y familiares de la víctima, por lo que en cuestión de minutos se emitió el reporte de emergencias al 911 -registrado entre las cinco y seis de la tarde-, movilizando a las autoridades en busca de Genebit, cuyo teléfono ya no respondía llamadas ni mensajes para ese momento.

Vecinos de la comunidad declararon que familiares acudieron a la vivienda de David Alejandro para cuestionarlo sobre su paradero, pero este aseguró que la joven se había retirado en Uber a otro lugar. Sin embargo, cuando realizaron un rondín por la zona reconocieron el automóvil del acusado estacionado a una calle de su vivienda, por lo que pidieron el apoyo de las autoridades para indagar en su interior.

Fue en ese momento que dentro de la cajuela de la unidad encontraron los restos de Genebit, tendida boca arriba y con las piernas contraídas por la falta de espacio; los dedos de sus manos ya se mostraban amoratados.

Inmediatamente un enorme dispositivo de seguridad acudió a la zona y resguardaron la vivienda de David y la escena del hallazgo, con la intención de preservar el lugar y recabar testimonios.

Mientras unos agentes trabajaban en la casa de David, otros acudieron a inmuebles aledaños en busca de pruebas. No tardaron mucho tiempo en ubicar un domicilio con cámaras de vigilancia en la esquina de la calle María Herrera y Molino del Rey, que captó el momento exacto en que cruzó el vehículo donde se localizó el cadáver.

La misma cámara captó instantes después cuando una persona de complexión delgada y con similares rasgos a los de David Alejandro, corre en dirección al Oriente, donde se localiza su domicilio.

Tras verse descubierto en un video, cayó en contradicciones y finalmente admitió -fuera de declaración- haber cometido el crimen.

Policías municipales y ministeriales trabajaron en la escena hasta avanzadas horas de la noche, en busca de testimonios y evidencias para reforzar la investigación en contra del acusado, y el lunes 3 de agosto se vio por primera vez frente a la jueza Sara Perdomo, quien determinó que su detención se llevó a cabo de manera legal, además de formularle imputación por el delito de feminicidio, cuya pena ronda entre 35 y 60 años de prisión.


NO IREMOS POR ABREVIADO, VAMOS POR PENA MÁXIMA: CASTILLA

En estos momentos, la decisión de la familia es buscar la pena máxima por el crimen de Genebit Livier, comentó el abogado Cuauhtémoc Castilla Gracia durante una entrevista realizada mientras preparaba el caso contra el acusado.

Comentó que ha mantenido comunicación constante con los familiares en torno al caso, y ellos le han expresado su intención de no recurrir a juicio abreviado -proceso mediante el cual el acusado reconoce su delito a cambio de recibir una penalidad menor-, por lo que se preparan para un juicio largo que permita la pena máxima.

El prestigioso litigante aseveró que existen muchas pruebas contra el presunto responsable del crimen, y que cada día logran encontrar nuevas evidencias, desde testimoniales hasta periciales, lo que les ha permitido ir cubriendo los huecos en la historia.

“Hay un dato de prueba muy importante que sugiere no fue un homicidio culposo, ni casual, sino un feminicidio doloso, donde hubo una intención de privarla de la vida porque ella intentó repeler la agresión”, afirmó el abogado, quien agregó que de las 13 o 16 pruebas que tienen ahora contra David Alejandro, para el momento procesal oportuno podrían ser aún más.

“Creo que el triple de los antecedentes de investigación, hay muchos datos, haremos recorridos en el lugar de los hechos, química forense, maxilofacial, hemática, huellas de ADN, huellas de violencia, etcétera”, remató.

Autor(a)

Eduardo Villa
Eduardo Villa
Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
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