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sábado, febrero 17, 2024
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Municipales lo acribillaron

Desde un inicio, las 17 lesiones de bala en el cuerpo de un joven acusado de secuestro, fueron visualizadas como un abuso de la fuerza policiaca. Junto a tres personas más, los habían detenido al conducir a exceso de velocidad, pero solo uno terminó muerto. En declaraciones posteriores de testigos, aseguran que los agentes lo dejaron morir después que él pidió por su vida. Para cubrir sus actuaciones, mintieron en el Informe Policiaco Homologad, agregando a sus faltas el encubrimiento y la falsedad de declaraciones. “Todo fue orquestado por el comandante Corona” asegura Antonio Bravo, padre de la víctima, y exige se investigue a todos los uniformados participantes: seis policías municipales de Tijuana, de apellidos García Corona, Roa Rodríguez, Cruz Herrera, Galaviz Estrada, Ulloa y Chávez, quienes de acuerdo a funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública, siguen en activo


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“Llamen una ambulancia, no me quiero morir”, solicitaba Roberto Alfonso Bravo Reyna “El Razo”, de 29 años de edad, a los agentes municipales que lo arrojaron bocabajo contra la tierra a un lado de sus amigos previamente capturados. Pero no llegó ninguna ambulancia. Los policías se llevaron a Bravo y nadie volvió a verlo con vida.

Fue durante la primera hora del 24 de mayo que Roberto fue asesinado. Los policías municipales de Tijuana involucrados en el operativo dijeron que le dispararon en legítima defensa mientras huía. Los jóvenes que acompañaban a la víctima declararon que estaba desarmado cuando oficiales lo alejaron del grupo, le dispararon y lo dejaron morir. Fue un acto de brutalidad policíaca, de abuso de poder que terminó en fatalidad.


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Foto: Cortesía

Pero aun con los testimonios de los otros tres detenidos y acompañantes de Bravo Reyna, los exámenes periciales, el hecho que el joven tuviese 17 orificios de bala, que estuviera desarmado, que los hayan detenido por exceso de velocidad, no ha habido avances en la investigación que resulte en la aprehensión de los municipales o del oficial que disparó, un comandante también identificado por los testigos del crimen del 24 de mayo.

Oficialmente, de acuerdo a los reportes recibidos al Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo (C4), en ese operativo policíaco hubo dos lesionados, un uniformado y un presunto delincuente. A  la 01:06 am, los oficiales informaron que por sus medios llevaban a su compañero herido para ser atendido por doctores; a la 01:09 am mencionaron que había otro lesionado, al que no se volvieron a referir hasta las 2:50 am, cuando finalmente pidieron una ambulancia para revisar a las víctimas.

Dieciséis orificios de bala con entrada y salida, y una perforación solo de entrada, fueron las lesiones que el médico forense encontró en el cadáver de “El Razo”. Por lo menos dos de los balazos fueron disparados contra sus piernas a muy corta distancia, ya que los peritos localizaron residuos metálicos provenientes de los tiros.

Entre el Informe Policiaco Homologado (IPH) y los dichos de los tres sobrevivientes de la persecución, existen muchas inconsistencias. En la escena del crimen extrañamente no fueron localizados ninguno de los casquillos percutidos por los uniformados, pero dos balas quedaron dentro del cuerpo, fueron recuperadas y entregadas a los investigadores para darles seguimiento.

Adicionalmente, los reportes que los agentes hicieron esa madrugada al C4 durante la persecución de los sospechosos y el asesinato de Bravo, fueron extrañamente interrumpidos por una “falla en el sistema” que se suplió con información manejada a través de un “sistema de mandos”, del cual no se hace reporte.

Además, el nombre del comandante Corona que aparece en los primeros reportes que sí llegaron al C4 de la persecución de aquella madrugada, no fue incluido en el IPH, como tampoco sus actuaciones de esa noche.

La desaparición de la presencia del comandante resultó sospechosa para el señor Antonio  Bravo, padre del fallecido, quien estuvo presente en las oficinas de ZETA y relató que después de conversar con algunos policías de la Secretaría de Seguridad Pública, le

Agente estatal y presunto delincuente fallecen en tiroteo

Un enfrentamiento a balazos registrado la tarde del jueves 18 de junio en la colonia Chula Vista de Tijuana, dejó como saldo un elemento de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y un presunto delincuente muertos, otro oficial estatal lesionado y una persona detenida.

De acuerdo a versiones de comerciantes ambulantes y vecinos de la colonia, aproximadamente a las dos de la tarde, oficiales estatales que ahora se sabe pertenecen al grupo de Robo de Vehículos, interceptaron una camioneta Honda CRV color blanco, placas AJS910A, en la calle De la Piedrera.

En el vehículo iban dos hombres, uno de ellos inmediatamente bajó y corrió con dirección a la calle Flamingos; al cruzar un puente se introdujo en un tanque desarenador, mientras lo perseguía uno de los agentes.

El segundo oficial que se había quedado en la intersección de ambas vialidades solicitando refuerzos, fue en apoyo de su compañero al interior del desarenador.

“Escuché que le gritaban ‘¡Párate ahí, párate ahí!’, (los agentes al pistolero) y después se vino la balacera, primero se escucharon como dos tiros y luego como diez, aquí la gente se espantó mucho”, expresó a ZETA un vecino de la colonia Chula Vista.

En ese intercambio de balas falleció el agresor, identificado como Ramón Manuel. Además, resultaron lesionados los agentes de apellido Jasso y Fernando Antonio Coria Hernández, quienes luego de recibir los primeros auxilios, fueron trasladados a las instalaciones de Issstecali Mirador.

Poco después, alrededor de las 3:30 pm, se informó que el oficial Coria Hernández había fallecido en el hospital debido a las lesiones que recibió, mientras que su compañero se encuentra estable. En tanto, el hombre que no bajó de la camioneta blanca inmediatamente fue asegurado por los demás oficiales y retirado del lugar.

“Al amigo luego, luego lo bajaron de la camioneta y se lo llevaron, a los minutos llegaron patrullas y patrullas, uno no podía ni pasar”, comentó un vendedor de pizzas de la zona.

Los vendedores ambulantes que se ubicaban en la calle Flamingos informaron que horas antes de los hechos se observó mucho movimiento por parte agentes policiacos, incluso vieron pasar unidades militares por donde comúnmente es una zona tranquila.

“Por lo general aquí está bien tranquilo y hoy en la mañana se veía pasar patrullas, hasta dos camiones grandes del Ejército, me imagino que los estaban buscando (a los presuntos delincuentes)”, aventuró un vendedor de tejuino.

Información oficial obtenida por este Semanario, da cuenta que a la 1:54 pm del jueves, agentes de la AEI reportaron un vehículo Honda CRV color blanco, cuyo conductor estaría armado. En el segundo reporte informaron que se encontraba asegurada una persona, que un presunto delincuente fue abatido y había dos agentes lesionados por arma de fuego, uno de ellos grave y el segundo en prioridad Amarillo.

Por medio de un comunicado de prensa, la Fiscalía General del Estado reveló que el delincuente abatido llevaba por nombre Ramón Manuel y contaba con antecedentes penales por daño en propiedad ajena, así como robo de vehículo de motor en diversas modalidades, cometidos en Tijuana y Playas de Rosarito.

También contaba con orden de aprehensión activa con fecha 15 de julio de 2019 por robo de vehículo y, otra por el mismo delito cumplimentada el 22 de noviembre de 2017. Luis Gerardo Andrade

explicaron que ese jefe le quitó la vida a su hijo. Aunque los amigos del muchacho le comentaron que no pudieron ver cuál uniformado le disparó, porque estuvo solo con ellos en dos momentos distintos, la última vez ya no lo regresaron.

De acuerdo al IPH, habría sido el oficial René Alejandro Chávez Roa quien disparó a Roberto Alfonso en dos ocasiones, y posteriormente, en diez más. La versión oficial indica que el hombre corría y al mismo tiempo disparaba un arma contra los policías, por eso hirió con un rozón en un antebrazo al oficial Salomón Jesús Cruz Herrera, y en respuesta Chávez lo mató.

La pistola que presuntamente portaba el abatido salió positiva a disparos, pero “El Razo” salió negativo a la prueba de Rodizonato de Sodio, elemento científico que indica, no se disparó un arma.

 

HUÍAN A ALTA VELOCIDAD

Tres personas acompañaban a los referidos como “El George”, “Abel” e “Itzel”, de acuerdo al señor Antonio Bravo, todos fueron amenazados. Los testigos le comentaron al padre que el policía que disparó a su hijo, les mostró en el celular una foto del joven asesinado, advirtiéndoles que les podían hacer lo mismo porque sabían quiénes eran y dónde vivían. Se habían quedado con sus credenciales.

A Itzel y Abel les ordenaron decir que “El Razo” y “El George” los habían privado de la libertad. De hecho esa fue la versión oficial y pública que dieron los municipales el 24 de mayo, cuando se conoció el hecho: que perseguían a unos secuestradores que llevaban a sus víctimas en el vehículo, que uno los atacó y le dieron muerte.

La realidad es que Jorge, Abel, Itzel y Roberto se conocían desde años atrás. Eran amigos. Por eso la familia de Roberto los buscó después del asesinato. Les contaron lo que realmente había sucedido, y a pesar del miedo, estuvieron de acuerdo en presentarse de nueva cuenta a declarar ante el Ministerio Público y contar la verdad de lo ocurrido en el crimen de Roberto, pues sus primeras declaraciones fueron forzadas por los agentes municipales

Orden de aprehensión en contra de agente García Ruvalcaba

Foto: Cortesía

El 29 de mayo, la Fiscalía General del Estado (FGE) obtuvo orden de aprehensión en contra del policía Fernando García Ruvalcaba por el delito de homicidio doloso, como presunto responsable por la muerte de Yair López, de 28 años, ocurrida el 27 de marzo frente a las cámaras de la gasolinera ubicada sobre el Libramiento Salvador Rosas Magallón, a la altura de la colonia Manuel Paredes en Tijuana.

Yair había sido reportado al 911 como un sujeto violento, al parecer drogado. Al llegar los oficiales lo sometieron con tal violencia que los usuarios de la gasolinera grabaron videos con sus teléfonos celulares para después subirlos a redes sociales.

El 30 de abril, en conferencia de prensa, Hiram Sánchez Zamora, fiscal central de la FGE, confirmó que el deceso de López era homicidio y la causa fue estrangulamiento por desnucamiento. Luis Gerardo Andrade

En una declaración en el expediente oficial, uno de ellos explicó que la noche del sábado 23 de mayo, habían salido en el pick-up Toyota 2003 color rojo, con pre reporte de robo del 8 de mayo, a la colonia Altiplano en la delegación La Presa en Tijuana. Que tenían la intención de robar una camioneta Cadillac que ya habían visto, estuvieron dando vueltas en la calle principal hasta que consideraron que no serían sorprendidos.

De acuerdo a los testimonios en la FGE, “El George” manejaba, Itzel y Abel iban en la caja y “El Razo” de copiloto. Fue él quien bajó para abrir la camioneta y llevársela. Insisten en el testimonio, que no pudo encenderla y pidió ayuda. Abel acudió, pero en eso estaban cuando observaron las patrullas. Subieron al pick-up y se retiraron del lugar.

Explicaron que “El George” aceleró, incrementó la velocidad para huir y ello alertó a los policías que hasta entonces iniciaron una persecución. Para la huida, “El George” justificó que en el vehículo llevaban herramientas propias para el robo de autos y serían descubiertos por los oficiales.

Cuando ya estaba en la ruta del Alamar cerca de la Central Camionera, los policías les empezaron a disparar, el pick-up de los perseguidos tiene horadaciones por balazos, “(…) alcanzamos a ver que había patrullas al frente, con las balas encima ‘El Razo’ empezó a manotear el volante y a ‘El George’ para que se detuviera, pero no quería”, explicó la testigo.

Cuando finalmente detuvieron la huida, “El George” corrió hacia la canalización y “El Razo” hacia el frente de la patrulla. Por las balas, Abel e Itzel prefieren no moverse hasta que llegara un policía a bajarlos del

auto. Ellos dos y “El George” fueron los primeros en ser detenidos, sometidos y tirados de cara el piso. Indican que aproximadamente 10 minutos después, los policías llegaron con Roberto Alfonso Bravo Reyna y lo tiran a un lado de ellos, por la posición en que estaban no pudieron ver si está herido, pero lo escucharon pedir: “Llamen una ambulancia, no me quiero morir”.

Después, entre insultos, los policías levantaron y se llevaron a Roberto. Ya no volvieron a saber de él, hasta que en el momento del traslado al Ministerio Público, les mostraron la foto del joven asesinado para amenazarlos.

Al padre de Roberto, los testigos sí comentaron haber escuchado los disparos que acabaron con la vida de su hijo, que efectivamente, hicieron constar, no iba armado.

En la FGE informaron que los cuatro que viajaban en el pick-up. Jorge, Itzel, Abel y Roberto tenían antecedentes delictivos por robo de auto, algunos por posesión de droga. En el caso de “El Razo”, fue investigado en un expediente de homicidio, luego que en junio de 2019 – aparentemente por una mujer- se enfrentó con Santiago Salas, “los dos se apuntaron con un arma, pero no pasó a mayores”. Días después Salas fue asesinado.

 

“MATARON A MI HIJO”

“En el Informe Policiaco Homologado, ellos dicen que lo venían persiguiendo desde el Altiplano y donde los detuvieron es a la altura donde está el Ministerio Público -Alamar, Central Camionera-, en frente está la Universidad UNEA, en alto ellos tienen una cámara, según eso en la Fiscalía ya solicitaron los videos, no me han facilitado ninguna copia, se las pedimos, pero dijeron que no porque está en investigación.

“Pero no hemos obtenido una copia de ese video que muestra el actuar porque en el informe policiaco ellos dicen según eso que traían a dos personas secuestradas, eso es mentira, ellos andaban con el que mataron, que es mi hijo Roberto Alfonso Bravo Reyna, pero no sé si en realidad los solicitaron (los videos) porque esa cámara da directo donde ejecutaron a mi hijo, A mi hijo lo ejecutaron donde está el Ministerio Público de la Central Camionera, 300 metros atrás en el canal.

“Ellos lo detuvieron, se entrevistaron todavía en vida con mijo, pero entonces llegó un comandante Corona hacia el canal, ese es el informe que me dan los que venían con mi hijo acompañándolo. Eran tres personas, eran Itzel no sé su apellido, Abel que ya rindió su declaración en la fiscalía, porque lo golpearon mucho y lo dejaron ir de ahí mismo, una secretaria del Ministerio Público lo llevó a su domicilio, a Abel porque lo vio tan lesionado que lo llevó a su domicilio, porque no le tomaron ninguna declaración ese día, dejando detenido al chofer que venía manejando el vehículo que era un pick-up, se llama Jorge, a ese sí lo dejaron detenido”, describió el padre de “El Razo”.

¿Quiénes eran los supuestos secuestrados?

“Eran Abel e Itzel, pero venían con ellos, no eran, eran conocidos”.

¿Usted los conoce?

“Sí, ya llevé a Abel a que rindiera declaración de lo que había pasado en realidad, que lo habían golpeado y todo eso. Y a mi hijo cómo lo llevaron al canal, el tal comandante Corona García, lo llevó al canal y ya nada más regresó el puro comandante ese, a Roberto ya lo había acribillado”.

¿Por qué se llevó a Roberto y no al que venía manejando? 

“Desconozco”.

¿Jorge siguió detenido?

“No, lo liberaron porque no traían ningún delito, no había evidencia de drogas ni de armas, no había evidencia de nada”.

¿Cuántos años tenía y a qué se dedicaba su hijo?

“Tenía 29 años, últimamente mecánico, de oficio comerciante, vendíamos cosas en los sobre ruedas, verduras; la esposa de él, vendíamos copas y eso de carro”.

EN IPH REFIEREN QUE BRAVO ERA CONDUCTOR, PERO IBA DE COPILOTO

La Policía Municipal informó que la noche del 24 de mayo, los oficiales Chávez y Cruz iniciaron la persecución del pick-up Toyota 2003 color rojo a las 0:54 am en el Bulevar Altiplano, porque les pasó de frente “a toda velocidad” y ellos se dieron vuelta en “U” para detenerlos. Les marcaron el alto con torretas y sirenas y no obedecieron, informaron a la central y minutos después los agentes Alfredo Galaviz y Antonio Ulloa se incorporaron a la persecución, la cual termina “100 metros antes de las oficinas de la Fiscalía”, en la Central Camionera.

En el IPH describen que del lado del conductor vieron descender a un hombre robusto, moderno, de aproximadamente 1.73 metros, con chamarra color café, camiseta roja y pantalón de mezclilla azul, “el cual empuñaba en su mano derecha un arma tipo pistola color negro con la cual comienza a realizar detonaciones”. El asunto es que quien manejaba y huyó hacía la canalización era “El George”, no lo acusaron por disparar porque no lo hizo, y salió libre al día siguiente.

Sin embargo, en el IPH insistieron en poner a Roberto Alfonso Bravo Reyna como el conductor, aseguran que disparó contra la patrulla antes de huir rumbo a la canalización, hacia donde lo persiguieron lámpara en mano, porque era la una de la madrugada, el oficial Chávez Roa. En ese punto aseguran que de nuevo “El Razo” levantó la mano derecha empuñando el arma y disparó, hiriendo al agente Cruz.

Entonces, “ante un peligro real e inminente”, Chávez decidió “elevar el uso de la fuerza” y le disparó dos veces con su arma de cargo, y como no era posible neutralizarlo, le disparó otras diez ocasiones.

Policías torturan a hombre en Zona Centro

Foto: Cortesía.Benjamin Castro, golpeado en la zona centro por policias municipales de Tijuana.

Por lo menos seis agentes de la Policía Municipal están siendo investigados por presuntamente haber torturado a un hombre en la Zona Centro de Tijuana, quien horas después fue liberado. El  juez calificador no actuó al ver que la persona había sido golpeada y por ello también fue acusado por la víctima.

Benjamín Castro Peredo informó a ZETA que los hechos ocurrieron alrededor de las 7:20 pm del sábado 6 de junio, cuando a bordo de su bicicleta fue al trabajo de su esposa -localizado en la calle Segunda del primer cuadro de la ciudad- para esperar que saliera.

De repente fue abordado por unos policías municipales y, luego de unos segundos, los uniformados intentaron someterlo. Asustado por los abusos que recientemente han aparecido en los medios de comunicación, Castro intentó correr.

Pero eso provocó la ira de los oficiales, por lo que Benjamín fue sometido de manera violenta, subido a una patrulla y posteriormente trasladado a un lugar desconocido, el cual ahora se sabe, es una caseta de la Policía Municipal abandonada.

Allí fue golpeado en repetidas ocasiones, por un tiempo prolongado, después  lo presentaron ante un juez calificador, quien lo dejó en libertad sin hacer un reporte de que el detenido había sido golpeado, como tampoco que la esposa de este fue violentada al acudir a preguntar por él.

Benjamín, quien presentaba marcas de golpes en varias partes de cuerpo, principalmente en tórax y cuello, expuso un video que grabó con su teléfono celular, en el cual el policía aprehensor le reclamó por qué corrió, haciéndole saber que no estaba en Estados Unidos.

“Me gustaría que estuvieran en prisión (los policías que lo agredieron), no pueden estar ni siquiera como civiles, tienen que ser corregidos, son criminales, solamente traen uniformes pero son criminales”, condenó Castro.

El jueves 11 de junio, en compañía de sus abogados, pertenecientes al corporativo Fuerza Jurídica, Benjamín interpuso su denuncia oficial ante Sindicatura Municipal en contra de los agentes que resulten involucrados, así como en contra del juez calificador.

Jesús Rodolfo Cruz Sandoval, director del corporativo Fuerza Jurídica y abogado defensor de Castro Peredo, informó que aparte de la queja levantada en Sindicatura Municipal, hay una denuncia penal en la Fiscalía General del Estado (FGE).

La querella se levantó por los delitos de tortura, abuso de autoridad y los que se vayan sumando a partir de la investigación que se está haciendo en contra de por lo menos seis agentes de la Policía Municipal y el juez calificador.

“La Policía Municipal no tiene los conocimientos mínimos de Derechos Humanos, no tienen los protocolos ni formalidades para hacer detenciones, tenemos tres años y medio con el Nuevo Sistema de Justicia Penal y parece que estamos como el primer día en que inició, violando los derechos de los ciudadanos” declaró a ZETA el abogado Cruz Sandoval.

El miércoles 17 de junio, Jorge Alberto Ayón Monsalve, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal, aseguró que diariamente los agentes municipales reciben pláticas sobre Derechos Humanos, y destacó que en los hechos recientes de abuso de autoridad en que agentes de la Policial Municipal se han visto involucrados, la secretaría que titula ha colaborado con la FGE para su esclarecimiento.

“Los jefes de distrito platican con los turnos, los conminamos a dirigirse siempre conforme a Derecho, siempre siguiendo los protocolos para evitar caer en algún tipo de abuso. En ocasiones es necesario el uso de la fuerza por la forma en que se dan los hechos, pero jamás vamos a permitir un abuso de autoridad”, puntualizó Ayón Monsalve. Luis Gerardo Andrade

HOMICIDIO DOLOSOS Y ABUSO DE AUTORIDAD

Consultados por ZETA, investigadores de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y Seguridad de Baja California manifestaron que las 17 lesiones exponen de entrada un “uso excesivo de la fuerza”, el policía está autorizado para usar el arma pero en caso extremo y solo para neutralizar.

A lo anterior se suma la omisión, el tiempo que tardaron en solicitar apoyo médico para el herido -de la una a casi tres de  la mañana-, período en el que como policías entrenados sabían que el detenido podía perder la vida, podría hacerlos imputables de homicidio doloso.

Además, en el proceso de investigación deberá aclararse si los oficiales que firmaron en el IPH que los dos amigos del abatido que iban en la caja del pick-up, estaban privados de la libertad, o que Bravo iba manejando el auto en fuga antes de ser asesinado, se pueden encuadrar como delitos adicionales, falsedad de declaraciones y obstrucción de la justicia.

De acuerdo a los testigos y las versiones que dieron al padre del asesinado, tres patrullas participaron en la detención. Primero las dos mencionadas oficialmente, y al final, la tripulada por el comandante Corona García o García Corona, quien era el jefe de todos los oficiales presentes, a quienes identificaron así: Rodrigo Roa Rodríguez, un oficial de apellidos Cruz Heredia, otro Galaviz Estrada, uno más Ulloa, y a quien había sido jefe de Centenario, de apellido Chávez.

Todos los agentes municipales que participaron en los hechos que concluyeron con la muerte de Roberto Alfonso Bravo Reyna, permanecen activos en la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana que titula Jorge Alberto Ayón Monsalve.

Autor(a)

Rosario Mosso Castro
Rosario Mosso Castro
Editora de Semanario ZETA.
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