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martes, octubre 1, 2024
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Los miserables

En su momento esta ópera prima de Ladj Ly ya había merecido un notable sitio en este espacio, pero la película, que ya puede verse por Amazon Prime, adquiere otra relevancia dado a las protestas que en estos momentos han poblado el mapa de Estados Unidos después de la brutalidad policiaca que cuatro agentes ejercieron sobre el afroamericano George Floyd, hasta causarle la muerte a la luz de los transeúntes, en las calles Minneapolis, Michigan.

Ly también fue testigo de una situación similar cuando las revueltas urbanas de 2005, siendo un adolescente que captó el abuso de un grupo de agentes en su barrio, St. Denis, ahí en Montfermeil, su lugar de origen y donde Víctor Hugo desarrolló precisamente “Los miserables”.

Pero ahora las víctimas de esa miseria son las comunidades de color, en el caso de Francia, hijos de migrantes de origen africano y árabe que no terminan de encajar en un país que los margina y los condena a un silencio que en el filme, como muchas veces en la realidad, revienta con disturbios de distinta magnitud y trascendencia.

El protagonista del filme es Stephane Ruiz (Damien Bonnard), un policía que se integra a un grupo encargado de patrullar St. Denis, aunque al primer personaje que conocemos es a Issa (Issa Perica), un niño de unos 14 años que envuelto en la bandera de Francia celebra el triunfo de la selección en la Copa 2018 en las inmediaciones del Arco del Triunfo. Es la única vez que Issa parecerá un ciudadano francés.

Este joven se convierte en el antagonista de los policías cuando, entre las tantas ocurrencias que tiene, se roba un león cachorro, propiedad de un grupo de gitanos que ofrecían actos circenses. Los gitanos amenazan el barrio y ahí es cuando el equipo policíaco entra en acción para supuestamente apaciguar las tensiones en la zona.

Un hecho que parecería intrascendente se convierte en el detonante de una escalada de violencia como respuesta a los excesos de Chris (Alexis Manenti), un agente que está agotado de su trabajo en St. Denis, y su obsesión racial es un reflejo de ello. El tercer elemento en el grupo es Gwada (Djebril Zong), quien siempre termina apoyando al oficial agresor, a pesar de ser musulmán, es decir, culturalmente marginal en la Francia de hoy en día, al igual que el resto de los residentes de ese barrio que no se parece en nada al resto de París.

Para Ruiz, quien llega con la mente despejada a su nueva asignación, la respuesta al problema no parecía tan complicada, pero para Chris la historia es otra. Esto provoca una serie de hechos muy desafortunados en los que la Policía termina por echarle leña al fuego y todo es captado desde el dron de otro jovencito que se convierte en testigo fortuito desde las azoteas de St. Denis.

La respuesta de los residentes es igualmente brutal, aunque anticipada para todos, menos para los policías que acaso son el polo opuesto de una sociedad donde la desintegración y la desigualdad históricamente no se han atendido.

Ladj Ly hace lo suyo para mostrarlo a secas, dejando que la cámara capte los sucesos que una vez vio y guardó consigo para primero explorar a través de documentales y luego madurar en este filme que además de un estupendo resultado en Cannes, fue nominado al Óscar 2019 en el rubro de Película Internacional.

Un rotundo aplauso para el elenco, especialmente para Bonnard y el joven Issa Perica, por encarnar con sinceridad un hecho real que desafortunadamente sucedió y ahora parece replicarse, con otra complejidad, en el vecino país, donde a final de cuentas, la raíz es la misma que planteó Ladj Ly hace apenas un año.  ****

Punto final.- “Detroit”, “Training Day” y “BlacKkkansman”, otras recomendaciones sobre el mismo tema que vale la pena ver.

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Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
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