Un contingente de jóvenes marchó por distintas vialidades de Tijuana en rechazo a la violencia policíaca que se ha ejercido en el país y sacando la colación los casos de Giovanni López y Óliver López contra quienes elementos del orden presuntamente se excedieron en el uso de la fuerza.
Los manifestantes se congregaron en la glorieta “Cuauhtémoc”, donde se valieron de pancartas con frases como “Policía asesina”, “No más violencia policial”, “Sin justicia no hay paz”, “No nos pueden desaparecer a todos”, para expresar su inconformidad ante los abusos policíacos.
Desde la parte superior de la rotonda, al pie del monumento al emperador azteca, a voz en cuello lanzaron consignas: “Tijuana, escucha: esta es tu lucha” y “El pueblo unido jamás será vencido”, entre otras.
Desde ahí exigieron “justicia para Óliver, justicia para Giovanni”.
Por lo que respecta a Óliver López, policías de Tijuana supuestamente lo detuvieron con lujo de violencia el 27 marzo en una gasolinera y luego de que un elemento lo presionara del cuello con su calzado, murió.
Tratándose de Giovanni López, agentes del orden lo arrestaron en Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, a inicios de mayo; presuntamente lo golpearon, hecho que derivó en su hospitalización y deceso.
De la glorieta “Cuauhtémoc” los inconformes se desplazaron a Centro de Gobierno, donde se encontraba el gobernador Jaime Bonilla Valdez, quien desde el balcón en el que se hallaba, donde había dispuesta una sombrilla se dignó verlos de pie, sin emitir palabra alguna.
Los jóvenes prosiguieron por Paseo Centenario, pasando por Palacio Municipal, donde había policías. En este caso no se detuvieron. Sólo continuaron emitiendo sus consignas y se dirigieron a la garita de San Ysidro (California, EU), desplazándose a un costado del flujo vehicular, para desviarse a continuación al área del cruce peatonal conocida como PedWest y rematar en la aduana de Tijuana. Ahí mostraron sus pancartas ante los automovilistas que iban ingresando a esta localidad.
En el trayecto a este último punto algunos de los participantes pintaron paredes y demás infraestructura con leyendas como “Asesino” con pintura de aerosol negra. Una caseta del Sistema Integral de Transporte de Tijuana fue intervenida de esa manera.
En las instalaciones aduanales los jóvenes guardaron un minuto de silencio en memoria de Óliver López y Giovanni López y con la lectura de un posicionamiento exigieron la renuncia del titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal, Jorge Alberto Ayón Monsalve, y del director de Policía y Tránsito, Roberto Ignacio Esparza Trujillo, de quienes dijeron “han perdido el control sobre sus subordinados”.
Igualmente se pronunciaron en plan de protesta frente a personal militar que resguardaba el inmueble.
Manifestantes abordados por ZETA mencionaron que existen normas para que una vez que la policía detiene a alguien, no se cometan abusos, por lo que consideraron reprobables los casos que motivaron la manifestación, los cuales son coincidentes con el de George Floyd, quien tras ser arrestado en Mineápolis, Minesota (EU), el 25 de mayo, perdió la vida por uso excesivo de fuerza.
Otro asistente refirió que se congregaron para protestar contra la impunidad, sobre la cual expuso que en México “es algo que atraviesa año por año, gestión por gestión”.
Agregó que el lema de lo que definió como “el movimiento” es el de “Justicia por la vida”, tal como rezaba una de las pancartas, la cual fue firmada por decenas de participantes.
Finalmente sostuvo que “esta manifestación (emprendida este domingo 7 de junio) no va a ser algo solamente de un día”, por lo que no descartó que se lleven a cabo otros recorridos, siempre y cuando “se cuente con el apoyo de la gente”.