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lunes, septiembre 30, 2024
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Arrecia violencia familiar en cuarentena

La campaña nacional para combatir el coronavirus lleva como slogan el “Quédate en casa”. Sin embargo, nunca se analizó el costo. De enero a abril, Baja California registra 3 mil 235 casos de violencia familiar, ubicándolo en octavo lugar a nivel nacional, cifra superior a la de 2019, según la Fiscalía General del Estado. Durante las primeras semanas de mayo, los reportes a la central de emergencia alcanzaron su punto más alto durante la pandemia, contabilizando hasta mil 600 reportes en siete días. Coordinador estatal del Programa de Violencia reconoce que la detección de los casos de violencia se ha limitado a las atenciones realizadas por médicos en centros de salud, mientras que la presidenta del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública considera que falta mayor atención de la autoridad en ese tema

Monserrat es una joven mujer de Mexicali, víctima constante de violencia familiar. De manera recurrente, su ex pareja sentimental acude a su vivienda y, de no permitirle el ingreso, amenaza con golpearla a ella y a su pequeño hijo.

La víctima -cuyo nombre fue cambiado para evitar represalias- ha llamado a la Policía Municipal, pero nunca acuden a atender la emergencia, por lo que accede al itinerante regreso de su agresor, quien ya la ha golpeado en más de una ocasión. La ha tomado del cuello y le ha dejado marcas en el cuerpo a causa de los puñetazos y jaloneos. Al cabo de unos días, el victimario se retira, pero siempre con la promesa de volver.

Antes, Monserrat pedía apoyo a su familia para que estuvieran en la casa y así evitar agresiones, pero ahora, con la amenaza de contagio de coronavirus, prefiere no llamarlos, ya que tienen padecimientos crónicos que agravarían la enfermedad.

En una ocasión, la fémina acudió a denunciar ante la Fiscalía General del Estado (FGE), pero no se la aceptaron al no tener pruebas en contra del sujeto. A raíz de ello, se dio a la tarea de recabar información en su teléfono sobre las agresiones, pero fue infructuoso porque con frecuencia el agresor revisa y destruye su equipo móvil.

María Elena Andrade, titular de la DSPM

Una vida igual de tormentosa tiene Karen, una mujer de mediana edad que vive con su esposo y su hijo, quienes aprovechan el aislamiento para convivir y con frecuencia consumir bebidas embriagantes.

Ambos trabajan en negocios no esenciales que suspendieron la actividad en su totalidad, y, por ende, fueron enviados a resguardo domiciliario para evitar el contagio de COVID-19.

Desde abril, el esposo se ha vuelto más violento que de costumbre, puesto que diariamente está acosándola e intimidándola por cuestiones banales como retrasarse para hacer la comida, o bien, no limpiar un área de la vivienda.

Sin embargo, el problema comenzó a tornarse grave cuando, frecuentemente alcoholizado, la ha forzado a tener relaciones sexuales, lo que ya representaría un delito grave.

Como estos casos hay cientos que diariamente se registran en Baja California, parte de los problemas invisibilizados que ha dejado el coronavirus dentro de cuatro paredes.

En entrevista telefónica con ZETA, Carlos Daniel Valenzuela Gómez, coordinador estatal del Programa de Violencia, comentó que el 63.2% de los hogares en Baja California son proclives a la violencia familiar, según datos que arroja la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, lo que establece a la entidad como un Estado de alta prevalencia, por encima de la media nacional.

El funcionario reconoce que las condiciones físicas de aislamiento solicitadas por los gobiernos influyen dentro del seno familiar y provocan mayores conductas violentas, sobre todo en los hombres. Sin embargo, no pudo establecer si ello ha ocurrido porque su capacidad para detectar casos de violencia ha disminuido las atenciones proporcionadas por médicos que evidencian algún tipo de lesión en víctimas que acuden a centros de salud.

 

VIOLENCIA FAMILIAR EN NÚMEROS

El año 2020 no ha dejado buenas cuentas en torno a la violencia familiar en Baja California, pues solo en los primeros cuatro meses del año se contabilizaron 3 mil 235 denuncias formales ante la FGE, lo que representa un incremento del 18% en comparación al año pasado (2 mil 852).

Curiosamente, abril de 2020 tuvo una menor incidencia en el tema de denuncias, con 551, convirtiéndose en el mes con menos querellas desde febrero de 2018 respecto a ese delito. Sin embargo, la información se contrapone con lo expuesto en reportes de emergencia al 911, donde la tendencia se ha mantenido alta desde marzo e incluso ha incrementado desde hace semanas.

Alma Araujo, presidenta del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública (CCSP), indicó que solo del 16 de marzo al 24 de mayo, en BC ha habido 5 mil 966 reportes de violencia familiar, los cuales son divididos por la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación en tres rubros:

* Violencia contra la mujer (504)

* Violencia de pareja (2 mil 899)

* Violencia familiar (2 mil 563).

La conducta ha sido similar en los tres rubros: en el caso de violencia contra la mujer, la primera semana se registraron 132 casos atendidos. Para ese momento, la enfermedad COVID-19 ya había expuesto el primer caso en BC, aunque no se endurecían las medidas de aislamiento.

La segunda semana disminuyó a 105 atenciones y desde ese momento comenzó un ligero descenso que llegó a su punto más bajo en la semana del 13 al 19 de abril. La tendencia incrementó hasta que, del 18 al 24 de mayo, registraron 120 casos.

En el rubro de violencia de pareja, la primera semana tuvo 816 casos en una semana, lo que prácticamente representa el promedio de casos en la entidad por un periodo de siete días.

La tendencia fue la misma hasta la semana del 20 al 26 de abril, cuando se alcanzó la cifra más alta de reportes (866), las semanas subsecuentes mantuvo una conducta similar hasta la última de mayo, cuando se redujo a 765 llamados al 911 por ese concepto.

En el último apartado de violencia familiar, la incidencia comenzó con 648 casos durante la primera semana, y a partir de ese momento hubo dos semanas de alta incidencia, luego un marcado descenso del 6 al 12 de abril, cuando se contabilizaron 598 casos.

Sin embargo, a partir de ese momento la tendencia semanal se disparó y en la semana del 4 de mayo alcanzó la cifra más alta con 812 reportes confirmados de violencia familiar, para posteriormente reducir a 738 y 729 llamados formales.

Curiosamente, la cifra de denuncias se redujo en abril, pero la tendencia durante ese mes era de incremento en los reportes de violencia, teniendo su pico más alto entre la última semana de abril y la primera de mayo, esto es, que las agresiones continuaban dándose, pero las víctimas acudían cada vez menos a denunciar.

En un recorrido realizado por ZETA en días pasados, se pudo constatar que en las oficinas de la FGE en Río Nuevo existen restricciones para la atención de denuncias, las cuales van desde la cantidad de personal, hasta el ingreso al edificio.

Con casi 70 mil denuncias por violencia familiar, AMLO propone “contar hasta 10”

A más de dos meses de iniciado el periodo de aislamiento, el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, emprendió una campaña llamada Cuenta hasta 10, y con una serie de vídeos recomienda mantener la paciencia para evitar alguna agresión física o verbal en el seno familiar.

Los videos de 30 segundos que se han estado replicando en diversos medios de comunicación, muestran a una mujer a punto de pelear con un integrante de su familia por quebrar un plato; también un enfrentamiento entre dos hombres que se encuentran conviviendo; y un adulto mayor que pretende agredir a unos niños que juegan. En todos los casos, los potenciales agresores deciden “contar hasta 10” y así evitar un conflicto.

La campaña, que también utiliza la frase “Saca la bandera blanca”, pretende evitar que durante el confinamiento, las familias cometan actos violentos entre sus integrantes.

Maricarmen Rioseco, consejera del Instituto de las Mujeres a nivel nacional, criticó la campaña emprendida por el Gobierno de México, debido a que no ha comprendido la problemática de violencia familiar y contra la mujer, puesto que buscan dejar a criterio del agresor, evitar atacar a su pareja o a sus hijos. “Está invitando, dando la imagen de que la violencia familiar hacia las mujeres, se puede parar con una bandera blanca y de voluntades, no se entiende como lo han dicho los psicólogos, sociólogos y antropólogos, sino como una situación de poder; el hacinamiento y alcohol está haciendo que aumenten las cifras”, afirmó Rioseco.

Además, reconoció que dicha estrategia no servirá para evitar que las mujeres vivan en un lugar violento, puesto que deberían ser acciones de mayor información, donde se pueda reflejar cómo se sufre la violencia y qué se puede hacer para erradicarla.

La consejera calificó de infantiles las acciones para evitar la violencia familiar, como sí se tratara de educar a un niño sobre la paz y la violencia.

En México, los primeros meses de 2020 contabilizaron 68 mil 468 denuncias por violencia familiar, y otros mil 007 por violencia de género, teniendo su punto más alto en marzo, con poco más de 20 mil querellas. Esto representa una cifra superior a la del año pasado (62 mil 225 denuncias por violencia doméstica), teniendo a Ciudad de México como la entidad con mayor incidencia de este delito (9 mil 124).

De acuerdo con Maricarmen Rioseco, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reconoció que los reportes de emergencia a nivel nacional han crecido en un 20% durante el aislamiento por el coronavirus y, no conforme con ello, según cifras del Inmujer, el 70% de las mujeres no denuncia por la poca confianza que existe en las autoridades, pues no consideran que en verdad les brinden apoyo para salir de la violencia.

Para la experta y feminista, hay otro tipo de acciones que ayudarían más a evitar la violencia, como dotar de recursos necesarios a las agrupaciones no lucrativas especializadas en brindar atención a mujeres violentadas, o bien, en este tipo de refugios para mujeres.

Ante esta nueva realidad en la que se vive a causa de la COVID-19, muchas instituciones de gobierno han tenido que reducir su actividad para contrarrestar los contagios.

 

HA FALTADO MAYOR ATENCIÓN EN LA VIOLENCIA FAMILIAR: CCSP

Desde el arribo de la pandemia a Baja California en marzo y el inicio de la campaña “Quédate en Casa”, se contabilizan más de 4 mil contagios de coronavirus, es decir, más de mil 500 menos de los casos de violencia familiar reportados en el mismo periodo.

Pese a ello, la pandemia de las agresiones domésticas no ha tenido la misma atención, afirma Alma Araujo desde el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, coincidiendo con el psicólogo Valenzuela Gómez respecto a que el confinamiento es un factor importante para la generación de violencia en la familia.

En entrevista con este Semanario, Araujo reclamó que el tema prácticamente quedó en el olvido por parte de las autoridades hasta hace dos semanas, cuando comenzaron a ocurrir casos de violencia familiar que saltaron a la opinión pública.

Foto: Cortesía.- Presentación de Fuerza Rosa

“Con el confinamiento sí faltó (acciones contra la violencia), pero entramos a la pandemia y ya no se miró hasta hace dos semanas pero por parte de Fuerza Rosa, yo no veo a Inmujer (Instituto de la Mujer para el Estado de Baja California) participar u otra publicidad dónde anunciar los números y características para identificar las agresiones; creo que faltan más sectores porque es muy importante que puede estar presente en varios hogares de nuestro municipio, la familia es la base de la sociedad”, externó la abogada, destacando que algunas dependencias como el Centro de Inteligencia, han buscado promover el 089 en el tema de denuncia por violencia familiar.

Agregó que no existe coordinación del CCSP con el Sector Salud, que también es parte importante para la prevención de este delito y no solo como un elemento de atención a víctimas de violencia.

Según cifras de la Secretaría de Salud, de marzo a la fecha se ha atendido de manera presencial y telefónica a 450 mujeres víctimas de violencia en toda la entidad, lo cual indica que en un lapso de 86 días -la entrevista se hizo el martes 26 de mayo- se promediarían 5.2 mujeres al día en todo BC. En otras palabras, prácticamente una mujer atendida por municipio al día.

De igual forma, Araujo reprochó que instituciones como la FGE y los Juzgados Familiares redujeron su personal para captar denuncias y emitir acuerdos por la situación del COVID-19, lo que, si bien era necesario por la pandemia, no hubo previsión para atender ese problema.

A ese respecto, Lourdes Pérez Núñez, coordinadora de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Mujer, fue invitada al foro virtual Políticas Públicas en Tiempos de Crisis, realizado por la activista Mary Becerra el 26 de mayo, donde confirmó que en la FGE detectó un incremento de la violencia familiar originada directamente por el aislamiento.

Por ello, ante las limitantes físicas para captar las denuncias y por las complicaciones que tienen las mujeres para salir de casa, la Fiscalía ha implementado un programa de prueba para atender las denuncias de violencia doméstica por medio de correo electrónico y una página de internet.

“Ya atendiendo a que se facilite dentro del domicilio, es que se pueda tener el acceso, por decir la Policía Municipal, Guardia Estatal, se atiende a través de un correo, se narra la agresión y de manera inmediata se gira una orden de investigación para atender esa denuncia. Hemos tenido resultados positivos ante esas denuncias y se ha estado atendiendo y rescatando, por decirlo así, a las personas agredidas, y no tienen manera de salir a la calle”, expuso.

Misma idea sostiene la directora de la Policía Municipal de Mexicali, María Elena Andrade, quien asegura que los reportes de violencia familiar han disminuido, no así las denuncias ante la FGE, que van en aumento.

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