En Baja California se han perdido 21 mil 500 empleos formales registrados ante el IMSS; especialistas calculan que igual número se replicó en el sector informal. Asimismo, 3 mil 500 restaurantes cerraron definitivamente. No existe programa federal que apoye a los desempleados y las despensas que presume el gobernador no llegan a todos los que las necesitan, señalan afectados por la epidemia
El sector de servicios para empresas, personas y hogares, el de la industria de la transformación y el de la construcción, son los que más perdieron empleos en Baja California en abril pasado. Juntos representan el 85% de las 21 mil 500 personas que dejaron de estar afiliadas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
A ello se suma la desocupación de personas que laboran en la informalidad, desde profesionistas que dejaron de prestar sus servicios, hasta gente que vende en las calles y ha visto mermados sus ingresos como consecuencia de la epidemia del virus SARS CoV-2.
El sentir de unos y otros es que la falta de ayuda del gobierno los ha puesto en la encrucijada de morir de hambre o de la enfermedad respiratoria. Pese al discurso oficial que enarbola los programas sociales impulsados por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y las despensas otorgadas por la administración estatal de Jaime Bonilla Valdez, la realidad es no hay ningún apoyo para los trabajadores que ya no tienen empleo.
Desde una de las calles del Centro de Tijuana un vendedor ambulante recrimina: “Todos los partidos son iguales, cuando buscan el voto andan como perros, y cuando llegan al poder nos tratan como perros”.
En el pequeño puesto de tamales, la clientela bajó 70%. De los 12 kilos de tamales que antes comercializaba, ahora se ofertan 5 kilos y se requiere de más tiempo para sacar la venta del día, que apenas “alcanza para comer”.
En el tenderete, al vendedor lo acompaña una mujer joven, quien desde finales de abril perdió su empleo en la tienda donde trabajaba porque “no había venta”. A la espera de los esporádicos consumidores cuenta que la liquidaron, pero “igual el dinero ya se fue en las deudas que tenía”.
3 MIL 500 RESTAURANTES CERRARON DEFINITIVAMENTE
Hasta 3 mil 500 restaurantes en Baja California no volverán a abrir sus puertas tras la emergencia sanitaria del coronavirus, lo que representa la extinción del 35% de los establecimientos que había antes de la epidemia.
Esto también significa una pérdida de alrededor de 70 mil puestos de trabajo directos “nada más en la industria gastronómica del Estado”, estimó Miguel Ángel Badiola Montaño, secretario general del Consejo Ejecutivo de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados.
Del total de empleos perdidos ante el IMSS en el Estado, 7 mil 547 correspondieron al sector de servicios para empresas, personas y hogares, ubicándolo como el principal sector afectado.
En entrevista con ZETA, el líder empresarial expuso que actualmente solo 10% de los restaurantes está abierto bajo la modalidad de servicio a domicilio. Aunque muchos han modificado su menú para que el alimento no pierda su calidad, presentación y temperatura, las ventas disminuyeron 85%, de modo que estos lugares “no están satisfaciendo sus necesidades prioritarias de gastos, como luz, gas, renta y nómina”.
Abundó que 4% de los restaurantes que están operando no cuenta con acceso a las plataformas de servicio de recolección, transporte y entrega de alimentos, lo que “hace difícil que incrementen sus ventas”.
Es el caso de un restaurante de la Zona Centro de Tijuana, donde el de nombre Julio Ortega trabaja como cocinero, fue inaugurado con cuatro empleados hace un año y medio, y ahora “solo tiene dos y sobramos”.
Antes de la epidemia se vendían en promedio 4 mil 500 pesos al día, pero ahora son entre 50 y 100 pesos. Eso ha hecho que las horas de trabajo se reduzcan. “Antes de la epidemia cerrábamos a las nueve de la noche, cuando inició a las siete de la tarde, y ahorita a las tres de la tarde”, relató Ortega.
Sobre la situación que enfrentan los comerciantes y prestadores de servicios, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Tijuana,
Contempla Canirac abrir a partir de la primera semana de junio
Negocios afiliados a la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados contemplan reabrir sus puertas en la primera semana de junio, al estar “realmente está colapsado el sector”, comentó el secretario general del Consejo Ejecutivo Nacional de ese organismo empresarial, Miguel Ángel Badiola.
Aunque la autoridad no les ha informado aún sobre la fecha de reapertura, debido a la “situación tan difícil y desesperante” que el sector atraviesa, la Canirac propuso un protocolo sanitario para reabrir, a fin de que la clientela “se sienta segura”.
Entre las disposiciones, se encuentra que los establecimientos operen al 50% de su capacidad y sean sanitizados frecuentemente; no presentar físicamente el menú, sino a través de una aplicación del Código QLR; tomar la temperatura a los comensales y brindarles gel antibacterial a la entrada del restaurante; y no permitir que en una mesa haya más de ocho personas.
Además de llevar una bitácora de la toma de temperatura para los colaboradores, a quienes se deberá proporcionar cubre bocas y careta facial para usarlas durante la jornada laboral.
Jorge Macías, comentó que aun cuando alrededor del 60% de los afiliados está trabajando, solo sobreviven porque las ventas han caído hasta 90%.
Sectores como el de autos usados y el inmobiliario “se la han ingeniado haciendo citas con los clientes”, pero no tienen el mismo movimiento, así como el turístico es el más perjudicado.
A propósito, el presidente del Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana, Gilberto Leyva Camacho, señaló que la actividad turística está colapsada en BC. Las visitas médicas se encuentran en 20%, el transporte terrestre y aéreo, así como los tours operadores están funcionando al 10%.
Leyva previó que el turismo de convenciones, rama que había estado boyante en Tijuana, será una de las más afectadas y su recuperación será más lenta, dadas las medidas sanitarias que se observarán en espacios cerrados. Hasta el momento, de los 42 eventos de turismo de convenciones previstos para 2020, dos han sido cancelados y otros pospuesto.
Infonavit da prórroga para pagar créditos hipotecarios
Carlos Martínez, director del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, informó que 118 mil 810 usuarios en México han sido beneficiados con el diferimiento de pago de sus créditos hipotecarios hasta por seis meses.
El funcionario indicó que, de esa cantidad, a más de 49 mil se les otorgó el seguro de desempleo por tres meses, además de precisar que las entidades que concentran más beneficiados son Estado de México, Quintana Roo, Nuevo León y Jalisco, “que coincide precisamente con las entidades que han estado más afectados en empleo”.
Para finalizar, el titular del Infonavit aclaró que los trabajadores cuyas empresas hayan entrado en paro técnico y su salario se vea reducido, también pueden acceder a prórroga de pagos sin cobro de intereses.
INDUSTRIA DE TRANSFORMACIÓN PIERDE MÁS DE 6 MIL PUESTOS
La segunda mayor pérdida de empleos se suscitó en la industria de la transformación, ya que en abril tuvo un descenso mensual de 6 mil 597 puestos de trabajo (5 mil 788 empleos permanentes y 809 eventuales), según el registro del IMSS.
Luis Hernández, presidente de Index Zona Costa, indicó que el número de empleos perdidos es acorde a la realidad vista por el organismo empresarial, que estima se han perdido 2% de las fuentes de trabajo en el sector (7 mil empleos). “Es mínimo, ahorita nosotros no hemos visto nada exagerado”, señaló el líder empresarial.
La mayor parte del empleo perdido es temporal y se debe a que las plantas no están teniendo pedidos, “como no hay órdenes, si la gente falta ya no se contrata, no es que estés despidiendo gente”, aunque confió, es un empleo recuperable.
Datos del secretario de Economía Sustentable y Turismo, Mario Escobedo, refieren que en BC han reiniciado operaciones 200 empresas del sector consideradas “esenciales o que forman parte de la cadena suministro de un producto esencial”, las cuales están trabajando al 40% y cumpliendo con un protocolo de sanidad, aseguró.
En un recorrido de ZETA por la zona industrial de Otay, se observó que al ingreso de las plantas los trabajadores llevan cubre bocas y en algunas empresas como Schneider también portan caretas.
Al inicio de las actividades, los empleados hacen filas guardando su distancia para ingresar a la planta, se les toma la temperatura y reciben gel antibacterial. Un trabajador de Cardinal Health comentó que la empresa del sector médico ha habilitado nuevas áreas como comedor, y en los camiones que trasladan al personal se dejan lugares vacíos para respetar la sana distancia.
No obstante, la Organización Política del Poder del Pueblo y los Trabajadores (OPT) anunció que enviará una carta al Presidente Andrés Manuel López Obrador para denunciar que empresas del sector manufacturero con actividad no esencial siguieron trabajando en este y otros estados de la República, pese a que tenían que haber suspendido operaciones.
En la misiva piden garantizar que los administradores de las empresas que violan el decreto de suspensión de actividades sean castigados penalmente por poner en riesgo a los trabajadores y por las muertes provocadas.
La organización -fundada por Martín Esparza, líder del Sindicato Mexicano de Electricistas- demanda que las empresas que aun con la suspensión siguen “utilizando trampas para continuar presionando a sus trabajadores para laborar sean nacionalizadas sin indemnización, y se reoriente su actividad hacia las necesidades de utilidad pública actual por la pandemia”.
Así lo dio a conocer Jesús Casillas, integrante de la OPT en Baja California, quien acusó que ha habido despidos masivos bajo la justificación de la crisis económica a personas que participaron en los paros laborales.
“En la empresa Breg los 50 trabajadores de un turno que pararon labores y que llamaron a la Secretaría del Trabajo, fueron los primeros a los que despidieron en
la planta, pero ya están contratando. Esta situación también se da en la empresa Autolite”, denunció para luego afirmar: “Vemos claramente que el gobierno estatal y federal se han supeditado a los dictados del gobierno de Estados Unidos”.
Al 16 de mayo, Baja California sumaba 435 casos acumulados de coronavirus entre empleados, trabajadores y obreros, de los cuales 83 fallecieron.
En abril, la industria de la construcción reportó una baja de 4 mil 594 empleos afiliados al IMSS. No obstante, ese número es inferior al proyectado por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Tijuana, Rosarito y Tecate, que estimó se habría perdido el 70% de los empleos del sector (alrededor de 10 mil), ya que cuando empezó la epidemia se consideró la construcción como no esencial y solo quedó trabajando la obra pública.
DENUNCIAN VENTA DE DESPENSAS
El lunes 18 de mayo fue el segundo día que Bertha acudió a laborar tras permanecer en su casa por mes y medio ante el temor de contagiarse de coronavirus, ya que es diabética.
Entre lágrimas contó a este Semanario que en un primer momento se acercó al gobierno estatal para recibir alguna despensa, pero no alcanzó. “Luego pasó una persona que me dio en una bolsita con cinco productos y le dije ‘ya me tocó lo último, porque cuando repartían las despensas daban cajas con más productos’. Me tomaron la foto, yo no estaba muy de acuerdo porque pensaba que me dieran algo que valiera la pena, porque necesitaba mucho”, ya que durante ese tiempo en su casa solo consumían papas hervidas.
“La situación fue muy difícil, por eso me atreví a regresar a trabajar”, expuso desde un puesto de sombreros ubicado a unos metros de la Plaza Santa Cecilia, donde escasean los turistas.
Patricia, otra comerciante ambulante, refirió que la venta de burritos y café ha caído 50%. La reducción de sus ingresos la ha compensado “comiendo más pobremente, no alcanza para comprar carne”, y, aun cuando tiene un hijo con discapacidad, tampoco ha accedido a la ayuda gubernamental.
“Nos habían dicho que iban a regalar despensas, pero nunca me vinieron a dejar nada, al contrario, he visto mucha gente que anda vendiendo sus despensas en 30 y 40 pesos. No es justo, porque existimos personas que sí las necesitamos para comer”, lamentó.
Al cierre de esta edición, el gobierno bajacaliforniano presumía haber entregado un millón 5 mil 683 despensas, en gran parte donadas por el sector empresarial.
DESPLOME DEL SECTOR INFORMAL
Acorde con Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana frente a la Pobreza, México no tiene un sistema de protección social en caso de que la gente pierda su ingreso, pues no hay seguro de desempleo ni un fondo para apoyar a aquellos que no le alcanza para comer.
“No nos pueden dar gato por liebre, no hay programa social para quienes perdieron su empleo”, medida que debió haber implantada por la administración federal en esta emergencia sanitaria.
Agregó que los créditos de 25 mil pesos a negocios formales e informales, es un recurso pequeño en cuanto al monto y la cobertura de unidades económicas. En su opinión, debió hacerse un programa considerando de manera diferenciada la necesidad de las empresas, porque para unas funcionan bien 25 mil pesos, pero otras necesitan 100 mil o hasta un millón de pesos para pagar la nómina.
Para finalizar, anotó que cálculos “conservadores” indican que si en abril se perdieron 21 mil 500 empleos en el IMSS en Baja California, por lo menos 21 mil más “lo hicieron en el sector informal” (que contempla a todas las modalidades de informalidad), ya que la relación sería de 1 a 1, aunque algunos especialistas lo estiman mayor (1.5).
