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domingo, febrero 18, 2024
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“La felicidad en la que vivo”, la mirada hacia un sector marginado

A través de un mensaje esperanzador, emotivo y reflexivo, el director mexicano Carlos Morales da voz y desnuda las condiciones y el abandono que pasan los adultos mayores de la comunidad LGBTTTI+, por medio de la mirada de Samantha Flores, mujer trans de la tercera edad, con 84 años de edad, quien protagoniza el corto documental “La felicidad en la que vivo”, que se proyectará este 4 de mayo durante el festival “Ambulante en Casa”, en exclusiva para México.

“Es un corto que me emociona mucho, del cual estoy muy enamorado, porque surgió una amistad bellísima con la protagonista, Samantha, ha sido una mujer que ha dejado un legado importante en mi vida, me ha hecho cambiar de ideas, sobre todo me ha hecho reflexionar acerca de los adultos mayores”, evocó Carlos Morales, quien en charla para ZETA platicó los pormenores de su corto, realización, mensaje y próximos proyectos en puerta.


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“Fue de una manera muy fortuita que me encontré con este proyecto, estaba buscando no parar de crear, un nuevo proyecto para poder desarrollarlo, y en esa búsqueda de empezar a investigar y  buscar temas, me encontré una nota de Samanta, me cautivó su historia, la forma en que retrataba, me dio mucha curiosidad por conocerla, la busqué, pudimos intercambiar unas palabras en una conversación breve que tuvimos, eso fue suficiente para decidir que tenía que hacer un corto sobre su historia”, expresó el cineasta, quien busca llevar un mensaje reflexivo con este corto que será proyectado gratuitamente a través de ambulante.org

“Me impresiona lo injusto que somos como sociedad sobre valorar la juventud y la belleza y despreciar la experiencia y la sabiduría que tiene nuestros viejos, y por supuesto el adulto mayor LGBTTTI+. Más allá del oficio cinematográfico, que, por supuesto también representó un reto y me ha dejado una gran satisfacción, el aprendizaje de vida que me deja el documental es mayor al profesional”, comentó el ganador al premio Ariel por su cortometraje “Sinfonía de un mar triste”.

“El sector de la tercera edad y más el del LGBTTTI+, son víctima del sistema en el que vivimos, la moda está pensada para gente joven, todo el consumo está pensado para la gente joven, trabajos, la productividad está asociada solo a la juventud. No hay oportunidades para los adultos mayores, porque se cree que no son productivos, se genera una sobrevaloración de la belleza y de la juventud que hace que todos estamos enfocados en otras cosas que representan en este sistema, y no en el de los adultos mayores”.


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“Estamos desperdiciando lo más valioso que nos puede dejar un adulto mayor, que es su experiencia y sabiduría, no pensamos que es necesario buscar y reflexionar acerca de las condiciones en las que están este sector de la población, sin garantías laborales y de salud.

La pandemia vino desnudar, a mostrarnos que realmente hay que preocuparnos por el futuro, hay que preocuparnos porque todos llegaremos a viejos, estudios muestran que en un par de décadas habrá muchos viejos y muchos pobres, estamos a tiempo de despertar el debate y reflexionar acerca del tema”, agregó el realizador, el cual invita a los espectadores a reflexionar sobre este tema:

 “Hay que trabajar como sociedad la empatía, hemos perdido esta característica tan noble, el tejido social está roto, tenemos que organizarnos como sociedad y pedirles a las autoridades, a los que están al mando de los gobiernos, a quienes legislan, que debatamos y logremos encontrar leyes que garanticen el bienestar de cualquier ciudadano cuando llegue a su etapa como adulto mayor. Priorizar las condiciones de los de la tercera edad es un tema de política pública”, indicó el realizador.

“Siempre he sido consciente del abandono en el que están los adultos mayores, pero cuando trabajé con Sam, me enseñó muchas cosas que ha vivido en su experiencia, entendí que hay que valorar la vida y los años de nuestros viejos, ese es el aprendizaje más grande, aunado a que me hizo pensar en mi vejez, me hizo reflexionar acerca de mi futuro”, expresó Morales, quien fuera seleccionado con este corto para la programación de “Ambulante en Casa”.

“Ambulante es un festival que acoge a los realizadores, nos sentimos muy cómodos y nos tratan como en casa, en las proyecciones tienen un público cautivo muy interesante, el año pasado presentamos “Sinfonía de un Mar Triste”, un corto documental que explora la migración forzada, un joven que huye de la violencia en Guerrero intentando cruzar a Estados Unidos, todo ocurre en Tijuana”, puntualizó el cineasta, quien ya se encuentra preparando sus próximos proyectos.

“Estamos de producir otro corto documental que explora la migración desde la mirada de la mujer, ha sido complicado para nosotros el financiamiento, estamos a la mitad de la producción y ahora estoy aprovechando mi confinamiento escribiendo una obra de teatro, y reescribiendo un guion que se titula “Flores rojas para Amelia”, que sería mi ópera prima”, finalizó Carlos Morales.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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