De Trez en Trez
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Uno.- El 20 de marzo por la mañana, Andrés Manuel López Obrador dijo que, desde hace tres meses, el país estaba preparado para la pandemia de coronavirus; afirmó también en su conferencia: “…hay medicamentos, hay camas (…), todo el dinero que se necesite y, lo más importante, hay organización, hay mando; hay gobernabilidad”.
Luego se puso a la ofensiva: “…lo saben hasta nuestros adversarios, pero ellos, por razones políticas, hacen labor de oposición. Además, como vienen las elecciones, hay quienes quieren hasta aprovechar esto del coronavirus para ver si así se dan a conocer, de manera muy vulgar, corriente”, dijo, con su característica forma de hablar y de hacer prolongadas pausas, quien fue oposición por décadas y ahora es Presidente de la República.
Ese mismo día aseveró el tres veces candidato presidencial, que países de Latinoamérica habían tomado medidas agresivas; alardeó después de cómo en México, por el contrario, la gente continuaba llenando los mercados callejeros, los vehículos particulares y de transporte público seguían circulando como si no pasara nada.
En su ánimo de minimizar los problemas, el Presidente López Obrador invitaba a la población para que siguiera en la calle, fuera a los mercados, comiera “garnachas”; luego siguieron una serie de fotografías y de videos donde AMLO hacía lo propio.
Pues bien, a menos de un mes de esas “mañaneras declaraciones”, parece ser que no todo lo afirmado por López Obrador sea como él lo dijo y, de nueva cuenta, la realidad se encarga de poner las cosas en claro:
* El Gobierno Federal no estaba preparado para la pandemia.
* No había, ni hay, equipo ni insumos hospitalarios; falta personal; no se tiene todo el dinero para hacerle frente al COVID-19, lo que ha quedado demostrado en muchos hospitales a lo largo y ancho del país. El personal no cuenta ni con lo más mínimo para su propia protección. ¿Qué pueden esperar los enfermos de coronavirus y otros padecimientos?
* Fueron necesarias denuncias de médicos y enfermeras, paros en señal de protesta, llamados de auxilio en distintas clínicas y hospitales del país. Y en Baja California, una escaramuza en redes sociales entre funcionarios del Imss (la poco conocida Desirée Sagarnaga Durante, delegada del Instituto Mexicano del Seguro Social en Baja California; Eugenio Derbez, el comediante; Epigmenio Ibarra, productor; y hasta Adela Micha entrevistó al médico que puso en evidencia la situación en hospitales de Tijuana), para que se empezara a tomar en cuenta las denuncias y llegara el material necesario y urgente.
*La organización, el mando y la gobernabilidad que presumió AMLO, ha quedado a deber desde ese 20 de marzo a la fecha. Abundan las contradicciones y la ambigüedad en las medidas adoptadas ante la emergencia, en las declaraciones profusamente vertidas. Parece ser, la confianza y credibilidad se le han caído al Gobierno Federal.
Las cifras entre “sospechosos”, infectados y decesos sigue aumentando y ya está rebasando la capacidad hospitalaria. Hoy estamos pagando por lo que no se hizo a tiempo…
Doz.- Baja California ocupa un lugar entre las entidades más afectadas por el COVID-19; esto se debe en buena parte a la carencia de equipo, insumos y personal en clínicas del Imss y de Isesalud y a la postura que la Cruz Roja ha asumido ante la crisis sanitaria, en la que se hizo a un lado y -según fuente consultadas- “se niega a atender a pacientes de trauma que no puedan pagar la atención; y está mandando a los lesionados a Rosarito, con el argumento de que sus servicios son privados. Ni siquiera avisan; los traen sin expediente, llegan y prácticamente los avientan aquí”.
Según acuerdo interinstitucional (dado a conocer el pasado 8 de abril), para hacerle frente a la emergencia, se designaron como Hospitales COVID-19 al Hospital General de Tijuana, a los hospitales 1 y 20 del Imss, en tanto que Issstecali, Issste, Hospital Materno Infantil, Hospital General de Tecate y Hospital General de Rosarito se les asignó la atención de otras especialidades. La Cruz Roja brilla por su ausencia.
Sin embargo, se registraron “bajas” en el equipo médico del Imss: “Los directivos y jefes se bajaron del barco, dejando abajo a su personal que sigue dando la batalla a riesgo de su propia seguridad”, comentaron las fuentes consultadas. Más de 30 elementos se “incapacitaron” y solo un número reducido dio positivo de coronavirus. Luego de las denuncias, se dijo que regresarán a laborar.
Trez.- A nivel estatal, sucedió lo mismo que en el federal. Se dejó pasar el tiempo para establecer medidas más concretas y enérgicas: “Lo único que se hizo a tiempo fue suspender las clases, cuando se debieron suspender también otras actividades, en especial las que involucran a gran número de personas; se debió mantener a la población en casa desde antes y con medidas más estrictas”.
Ante este panorama, comentaron médicos de Imss y de Isesalud consultados que “lamentablemente, muchas personas van a perder la vida; por complicaciones del coronavirus, por otros padecimientos, por lesiones en hechos delictivos e incluso por accidentes. No habrá lugar para darles atención”.
Así las cosas… y nos falta la fase 3.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com
