Nuestro sistema de salud ha sido evidenciado de la fragilidad que se tiene en su infraestructura. A nivel nacional, la contingencia demuestra la falta de hospitales, médicos y enfermeras, y tener un aparato administrativo que en esta contingencia no participa.
La falta de material, protocolos preestablecidos, áreas dedicadas a la atención de pacientes graves… Entendemos que no hay insumos suficientes ni pruebas para la detección del virus, y solo se ha concentrado en los pacientes hospitalizados. En varias ocasiones hemos hecho del conocimiento de la ciudadanía la falta de infraestructura de nuestro hospital, el Fray Junípero Serra de Tijuana. Pero lo más preocupante está por venir.
De acuerdo a lo que se tiene programado, pretenden hacer nuestro hospital, receptor de COVID-19, a partir del 20 de abril (y hasta el mes de mayo); algo que consideramos muy delicado, teniendo en cuenta que solo hay 10 anestesiólogos en los tres turnos, incluyendo los fines de semana. Se ha contratado solo un anestesiólogo más para el programa COVID-19; la plantilla de médicos es aproximadamente de 125 médicos, e igual número de enfermeras. Solo contamos con 40 camas sensibles: las improvisaciones para convertirlos en hospital receptor. Es inoperante.
¿Cuál es el objetivo? ¿Justificar un reto?
El ejercicio del último sexenio han sido las licitaciones directas que ha dado pie a la desviación de recursos y a negociones de unos cuantos, sin medir las consecuencias ni los intereses de los trabajadores. No les interesamos. Y los sindicatos permiten que se violen las condiciones generales de trabajo, sin respetar las medidas de seguridad e higiene.
Por eso consideramos que, en este momento, el convertirnos en “Hospital COVID-19 Receptor” es muy riesgoso para el personal que labora y que tiene mayor antigüedad.
Hago un llamado a las autoridades competentes, Cofepris, Función Pública, Órgano Interno, para que constaten y certifiquen lo declarado.
Atentamente,
Dr. Luis Edmundo Jesús González Arias.
Jefe de Anestesiología, Hospital Fray Junípero Serra.
Tijuana, B.C.
