Como todos los cumpleañeros en tiempos de la pandemia del COVID-19, ZETA llega a sus 40 años en medio de la incertidumbre de un mundo que cambia bruscamente ante nuestros ojos.
Al igual que la mayoría de los ciudadanos bajacalifornianos, este Semanario está forjado en la adversidad, alejado del interés político y económico de los distintos órdenes de gobierno y diferentes partidos. Juntos, hemos sido obligados a sobrevivir la corrupción en sus diversas formas, pero la hemos combatido desde nuestros respectivos frentes.
Este 11 de abril cumpliremos cuatro décadas en esta lucha, de la mano de nuestros lectores, colaboradores y anunciantes, todos unidos en una larga y permanente jornada para exponer los desvíos de recursos y de objetivos de los grupos de poder, que han afectado el nivel y calidad de vida de la comunidad en general.
Juntos hemos hecho un recorrido por el acontecer políticos, económico, social y de seguridad del mundo y del país. Desastres naturales, pandemias, demasiadas devaluaciones, muchos homicidios, cárteles y capos de la droga disminuidos, mientras otras mafias se empoderan.
Votantes traicionados, cansados, que pusieron fin a 71 años del PRI en México, a 30 años del PAN en Baja California y el arribo de una Cuarta Transformación que llegó vestida de esperanza y transparencia, pero resultó alérgica a la opinión critica y a la información no oficial.
Hoy, como en 1980, seguimos orgullosos de haber nacido en el seno de una sociedad trabajadora, consciente y comprometida, que ha apoyado nuestra lucha por el libre acceso a la información, por un periodismo crítico de investigación y el derecho de la comunidad a saber.
No ha sido fácil denunciar la desinformación, buscar las diferentes verdades, descubrir y respetar los hechos para entregarlos al servicio de la sociedad. Ha requerido del compromiso profesional de mujeres y hombres, y una lealtad mutua con nuestros lectores.
A golpes de realidad, hemos aprendido que la honestidad, la integridad y la credibilidad, tienen un altísimo precio. En el camino hemos perdido a queridos compañeros cuyas memorias estamos decididos a honrar con nuestro trabajo.
El 20 de abril de 1988, Antonio Vera Palestina, jefe de guardias -puesto al que regresó, después de cumplir 25 años de prisión por homicidio- y Victoriano Medina, escolta del dueño del Hipódromo Agua Caliente, Jorge Hank Rhon, mataron a balazos a Héctor “El Gato” Félix Miranda, codirector fundador de ZETA.
El asesino intelectual y jefe de los autores materiales, sigue impune, sin castigo, como los asesinos del Cártel Arellano Félix que el 27 de noviembre de 1997, lesionaron a balazos al codirector fundador Jesús Blancornelas y asesinaron a su escolta Luis Valero; y gatilleros del CAF que el 22 de junio de 2004, le quitaron la vida al editor general de esta casa editorial, Francisco Ortiz Franco.
Nuestras instalaciones han sido baleadas (1987) y amenazadas (2017), policías del Estado (1985) y miembros de células criminales (2009) han comprado nuestros ejemplares para sacarlos de la calle. Y criminales continuaron amenazado la vida de los integrantes del consejo editorial de ZETA: los del CAF en enero de 2010, del Cártel Jalisco Nueva Generación en diciembre de 2016, y en abril de 2017 de nuevo los operadores de los Arellano.
Las piedras en el camino de este Semanario han tenido diversas caras, por un lado, gobiernos como el federal de Enrique Peña, el estatal de Francisco Vega de Lamadrid y el municipal de Carlos Bustamante en Tijuana, le retiraron publicidad institucional y bloquearon el acceso a información, después que se expusieron sus acciones fuera de la Ley. Y por otro, las instancias recaudadoras que no quitan el ojo de encima a la empresa, como evidente forma de presión.
Desde hace 14 años, ZETA ha sido encabezado por los codirectores César René Blanco Villalón y Adela Navarro Bello, quien, ante la imposibilidad de proceder legalmente, denunció públicamente en noviembre de 2016, la difusión de campañas negras en redes sociales con la finalidad de desprestigiarla como mujer-periodista y dañar la credibilidad de ZETA, sin éxito.
Afortunadamente, los ciberlectores también han sido inteligentes y generosos, nuestra página electrónica zetatijuana.com, que vio la luz durante las elecciones de 2014, al día de hoy, cuenta con más de 4 millones de vistas mensuales.
Hemos visto pasar ocho presidentes de la República, diez gobernadores y decenas de alcaldes de los cinco municipios bajacalifornianos, cada una de sus administraciones han sido investigadas periodísticamente por ZETA con el mismo rigor y el mismo interés de sacar a la luz las irregularidades e ilegalidades ocultas.
Pese a haber demostrado consistencia y coherencia en esta línea dura durante 40 años, los políticos aún pretenden refutar el valor de la información publicada, acusando rencillas personales e intereses económicos, a pesar de saber que la línea editorial del Semanario no está en venta, porque han intentado -sin éxito- comprarla.
Infortunadamente, incluso hoy, los de Movimiento Regeneración Nacional reaccionan visceralmente, violando los derechos de este Semanario y, en menos de cinco meses, ya negaron el acceso de un reportero de ZETA a un acto de la Secretaría de la Defensa Nacional; a un evento del Presidente Andrés Manuel López Obrador; y a Amador Rodríguez Lozano, secretario general de Gobierno en Baja California, le pareció correcto realizar una conferencia de prensa y denostar a la codirectora para después disculparse, intentando evadir su responsabilidad.
Pero como el silencio nunca ha sido opción, sirva este aniversario para de nuevo agradecer la solidaridad de nuestros leyentes y anunciantes, para recordar que como hace 40 años, nuestro compromiso sigue siendo con la verdad, la libertad, los intereses y las necesidades de la sociedad.
Cuídese, Lector, y cuídenos, la incidencia del contagio del virus COVID-19 avanza peligrosamente, sin vacuna, y con pocas pruebas, la sana distancia es lo único que nos permitirá superar la cuarentena y enfrentar juntos lo que venga después. Quédese en casa.
