Karen Postlethwaite, secretaria de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Territorial (Sidurt), informó que el apoyo a las familias de Cumbres del Rubí va a tardar, pues no solo hace falta terminar el censo de afectados, sino conseguir el recurso.
A principios de febrero, residentes de Cumbres del Rubí comenzaron a notar grietas en sus domicilios; y en el transcurso de dos semanas y con las lluvias que se registraron, estas se intensificaron al grado de poner en riesgo sus patrimonios y sus vidas.
En la zona ya se habían registrado derrumbes en los años 1992, 1998, 2000 y 2002, por lo que en 2003 fue declarada zona de desastre por falla geológica por el Gobierno Federal; pero el gobierno municipal no hizo nada y dejó que continuaran los asentamientos.
Idania Bonilla, una de las residentes afectadas, comentó que existe preocupación entre los vecinos, pues a pesar de que sí han sido atendidos, los avances se han visto lentos; mientras, sus casas se vuelven cada vez más inhabitables.
“No lo voy negar, sí hemos recibido apoyo de Sidurt, sí nos han atendido; pero hay muchas familias que no se quieren ir, porque no tienen a dónde irse. Su casa era todo lo que tenían, y ahora con las lluvias, las grietas avanzan más rápido”, comentó a ZETA.
Al respecto, la titular de Sidurt comentó que se están haciendo los esfuerzos por reubicarlos; pero no es solo terminar el censo de afectados, sino también realizar las gestiones, buscar predios y llegar a acuerdos.
“La gente no se ha querido salir, ese es un problema que tenemos constantemente. Son alrededor de 270 personas, la gran mayoría son personas mayores o con discapacidad, entonces estamos tratando de formular una respuesta similar a la de los otros deslizamientos (Sánchez Taboada y Lomas del Rubí)”, dijo.
Sin embargo, admitió que, por el momento, el Estado no tiene reservas o albergues para dar una respuesta inmediata; mientras tanto, el municipio está buscando algún terreno para poder construir un multifamiliar.
No obstante, llegar a ese punto va a tardar; como pasó con los habitantes de Lomas del Rubí, quienes tuvieron que esperar más de cinco meses, solo para iniciar la construcción en Verona, destacó la funcionaria.
Hasta el momento van 82 casas con etiqueta roja, y 36 con amarillo; muchas familias se están albergando con amigos o familiares, otras tantas se resisten a irse.
“Ahorita todavía no tengo un terreno para reubicarlos. Se está gestionando un recurso, similar con el que se está apoyando a los de Sánchez Taboada, pero antes debo tener el censo bien definido para darle el apoyo a la persona que realmente sea dueña de la casa”, explicó. El censo estaría listo para este viernes, por lo que comenzarían a gestionar recurso a partir del lunes 30 de marzo.
