En la década de los ochentas, estaba en boga la radiocomunicación, existiendo clubes de radio aficionados por doquier. Se iniciaba uno con un radio modesto y -en la medida del presupuesto personal- se iban adquiriendo aparatos más sofisticados, creciendo el alcance de la transmisión y apareciendo algo increíble: poderse comunicar en la ciudad, región y hasta en el continente.
Era algo mágico, pero inimaginable, lo que vendría después.
En los noventas emergió algo llamado Internet, abriendo paulatinamente una ventana hacia el universo, asombrando al mundo y creando nuevas clases sociales: las de los analfabetas digitales. La de los que aprovechan positivamente los ciberbeneficios y la de los que hacen mal uso de las redes sociales, ya sea utilizándola para fines aviesos o como una adicción.
El mal uso está en la invasión de la vida privada, robar datos, alterarlos, venderlos, plagiar y el engaño cibernético.
Desde que en 1994 surgiera la primera plataforma social, Geocities, se abrió una especie de gusano interespacial, surgiendo Classmates, Six Degrees, Myspace, Google +, YouTube, TikTok, Linkedin, Instagram, Snapchat, Twitter, Facebook, WhatsApp, Messenger, WeChat y muchas otras.
El “pero”: prácticamente todo lo que crea el hombre tiene uso negativo y positivo, llámese alcohol, autos, pólvora, medicamentos, armas… y el Internet.
Usar computadoras y la red ha sido polémico; hasta genera delirio de persecución, (quizá ni tan delirio), entre otras razones por las sospechas o casos comprobados.
El propio creador de Facebook testificó en el 2018 por el caso de Cambridge Analytics (según la fuente https://evaortiz.es/historia-redes-sociales/ ). “…acusado de ceder los datos de 50 millones de usuarios sin que estos lo supieran. Esa información fue utilizada en la campaña política del presidente americano Donald Trump. Según varias publicaciones, en realidad lo que sucedió fue que la empresa publicitaria accedió a los datos de los usuarios a través de una App. Sin saberlo, quienes se descargaron esta aplicación, cedían sus datos, entre ellos los recopilados por Facebook”.
“La cuestión de la privacidad de los datos importa y mucho. Según datos del Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking, la mitad de las personas que cancelan la cuenta de Facebook lo hacen por razones de privacidad”, continúa la fuente.
Respecto al tiempo en redes sociales: “Las estadísticas indican que los usuarios dedican una media aproximada de más de una hora diaria a las redes sociales. Estos son los números que presentan We are Social y Hootsuite. Lo que comenzó siendo un medio de intercambio de mensajes puntual y esporádico, se ha convertido en el gran medio de comunicación de los ciudadanos que acceden a Internet. Seguro que, en más de una ocasión, tú has sabido si tu amigo está de vacaciones o si tu compañera de trabajo ha sido ascendida en la empresa, porque lo has visto publicado en las redes”.
El profesor del Máster de Marketing Digital y del curso de Community Manager, en la Escuela de Comunicación y Marketing Aula CM, Fernando Rubio, especialista en el sector, opina que la clave del éxito de las redes sociales “se debe a que son un canal de comunicación directo entre personas que se conocen, o que no se conocen, y entre personas y empresas. Por este motivo se han catapultado en el medio online”.
“Facebook tiene la base de datos más grande y más exacta del mundo, porque nosotros se los hemos proporcionado durante más de una década”, concluye.
Hoy más que nunca estamos bajo el acecho de los magnates del Internet; pero, aplicando por analogía lo que he dicho en conferencias acerca de la seguridad, “si bien los delincuentes nos eligen a nosotros y no nosotros a ellos, también está en nosotros reducir las posibilidades de ser víctima. En este caso, digital.
Todo es cuestión de hacer buen uso de las redes sociales.
Alberto Sandoval es comisionado del ITAIPBC y fundador de Alianza Civil, A.C.
Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: www.AlianzaCivil.Org Facebook: Alberto Sandoval. Twitter: @AlSandoval
