La violencia nunca será recomendable para lograr cambiar situaciones que dañan a las personas. Las que vandalizaron el pasado día 8 -una minoría- merecieron, en los medios de comunicación, más tiempo y atención que las mujeres -en su mayoría jóvenes- que actuaron para protestar y hacerse oír. Sobre el tema, prácticamente se ha dicho casi todo.
Hoy quiero (recordándolo en primera persona) compartir con quienes leen estos comentarios, algo que viví muy de cerca.
En 1975, México recibió a miles de mujeres que llegaron a participar en la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer. Me tocó, por esas cosas maravillosas de la vida, que Naciones Unidas me aceptara en el equipo de informadores para su periódico Xilonen, que -diariamente- por 15 días publicó sobre los trabajos. En los primeros días, a Excélsior se le ocurrió presentar una caricatura de Pedro Ojeda Paullada (presidente de los trabajos y procurador de la República), sentado en medio de dos mujeres, a quienes las tenía esposadas a él: Betty Friedan, la famosa autora de La Mística de la Feminidad, y Gloria Steinam, directora de Ms. Magazine (revista de feminismo).
El disgusto de las asistentes, especialmente de Friedan, fue tremendo. En unos cuantos minutos se organizó una protesta, informadas que del Centro Médico Nacional -donde se realizaban los trabajos- a las oficinas del periódico solo había unos cuantos kilómetros. En cuestión de 10 minutos corrió la voz que saldría la caravana; y ahí vamos unas 300 mujeres caminando por las banquetas. Nada de pancartas, ni gritos, ni insultos, ni agresión de ningún tipo. Al llegar al edificio ubicado en Paseo de la Reforma, Betty exigió ver al director.
Una comisión entró, platicó menos de media hora y Friedan junto con sus compañeras, salieron muy sonrientes. Al día siguiente, el tono de las noticias había cambiado: se dirigían con respeto. De ahí en adelante, nada de burlas.
Betty Friedan nos enseñó que a los medios de comunicación no se les debe tener miedo, ni guardar silencio cuando sean injustos. Se les debe informar, corregir si es necesario, respetar su trabajo y exigir que respete a los lectores y protagonistas de la sociedad.
Otros tiempos, necesidades y formas de exigir respeto.
Nota 1. Es alarmante la cantidad de “fritangas” de todo tipo y calidad que se venden en las calles de Tijuana; especialmente en el llamado “centro histórico”, en el que no se respeta el reglamento que prohíbe puestos semifijos o ambulantes. Salubridad, ¿cuidará que los vendedores de alimentos cumplan con las leyes de Salubridad? Por favor, el aire está contaminado.
Nota 2. Y ahí mismo, en el centro de la ciudad, muchos sin casa armaron cartones y colchoneta; y ahí viven, duermen de día y noche. Huele a rayos, banquetas sucias, pegajosas y basura por todos lados. El delegado debería caminar por esas calles.
Nota 3. A nadie importaría los errores de este Gobierno Federal, si los resultados fueran inofensivos; pero la vida de tantos mexicanos está en serio peligro. Que no presuman de los ahorros en la compra de medicamentos. Lo que importa es que haya suficientes y de calidad para todos nuestros enfermos. Siguen muriendo por no recibir sus tratamientos. Sobre la economía en picada, la inseguridad a la alta, enfermedades que llegaron para quedarse.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.org