En la última semana, el alcalde de Tijuana hizo cambios en las titularidades de las delegaciones en la ciudad. El tema fue el análisis de los resultados por parte de los encargados. El primero en salir fue el juniorsazo que ocupaba, más por nepotismo que por capacidad, la delegación Playas de Tijuana. Se trata del orgullo del nepotismo dela 4T bajacaliforniana, el joven e inexperto Manuel Alejandro Morán Favela, hijo del diputado morenista Víctor Morán y de la directora de DIF Estatal, Blanca Favela, ambos personajes cruciales en darle los inconstitucionales cinco años de gobierno a Jaime Bonilla, en lugar de los dos para los que fue electo. El diputado presentó la iniciativa en la anterior legislación para ampliar el periodo de mandato, y ahora en el DIF, la que se inconformó ante al Tribunal Electoral local por la candidatura a un gobierno de dos años. Pero vaya, a pesar de los malos resultados del Junior Morán, el presidente municipal Arturo González Cruz le ofreció otro cargo en la administración, el cual de manera soberbia, Morancito no aceptó. Aún se estaba dando el anuncio de la salida del chamaco, cuando en el Gobierno del Estado ya le habían dado nuevo hueso. Pero a capricho y entraña, el oficial mayor de Jaime Bonilla, Salomón Faz, despidió del cargo de subsecretario administrativo al hermano del alcalde González Cruz… y en su lugar nombró al hijo del diputado Morán y la directora de DIF Estatal. El mensaje político para el alcalde fue claro: “Me corres a mi hijo, te corro a tu hermano”. Dicho sea, Ricardo González Cruz, contador público por el Tecnológico de Monterrey, ya había trabajado no solo en áreas de finanzas, también en el Órgano de Fiscalización, pues uno de los requisitos oficiales para ocupar la Subsecretaría de Administración es tener cinco años de experiencia en puestos afines o similares. Además, conocimiento en administración, contaduría, economía, ingeniería y tener título universitario en Administración Pública, Derecho o Industrial, características con las cuales el ex delegado de Playas de Tijuana no cuenta, confirmando el hecho que fue contratado solo por ser el junior de la 4T bajacaliforniana, pues además, en el Registro Nacional de Cédulas Profesionales de la Secretaría de Educación Pública, no se encuentra registrado como profesional con título académico como exige el cargo.
A diferencia de cómo se maneja la política en el gobierno de Bonilla, con la entraña, en el Ayuntamiento de Tijuana, aún labora un hijo del diputado Víctor Morán, al que no despidieron como a su otro vástago, porque este, Víctor Morán hijo, sí trabaja y de manera eficiente, en el Departamento Jurídico de la administración tijuanense.