Este 31 de marzo, la moneda mexicana y el barril de petróleo cerraron la jornada bursátil con ganancias, sin embargo, ambos reportan pérdidas en el primer trimestre de 2020, similares a las de hace más de 18 años.
De acuerdo con el Banco de México, el peso mexicano aumentó 33.10 centavos, con lo que el dólar se vendió en 23.7980 pesos al cierre de este martes.
Con ello, en los primeros tres meses del año la moneda mexicana se depreció 4.912 pesos, equivalentes al 26 por ciento, respecto al cierre de 2019.
De acuerdo con analistas, las noticias respecto a que en el mundo se ha logrado avanzar en la contención del coronavirus ha ayudado a frenar la caída del peso, luego de que el 23 de marzo el dólar alcanzara su máximo histórico, al cotizarse en más de 25 pesos.
Esta misma tendencia se observa en el marcado internacional del crudo, puesto que una vez que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalara que el número máximo de casos de COVID-19 puede verse en los próximos días, el crudo West Texas Intermediate (WTI) repuntó tras haber estado por debajo de los 20 dólares por tonel.
Este martes, el precio de la mezcla mexicana subió 3.7 por ciento, para venderse en 10.76 dólares por barril. No obstante, desde ayer el crudo mexicano se encuentra en un nivel similar al año 2000.
Adicionalmente, ayer se informó que la producción de Pemex bajó 4 por ciento en los dos primeros meses del año, con un millón 637 mil barriles diarios; la cantidad más baja desde octubre de 2019. Aunado a ello, las ventas al extranjero reportaron un descenso de 13 por ciento en febrero.
En el primer trimestre de 2020, el WTI cayó 66.48 por ciento, mientras que el Brent retrocedió 26.34 por ciento.
En ese contexto, se prevé que la demanda de petróleo a nivel mundial se reduzca en 20 millones de barriles diarios.