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sábado, octubre 12, 2024
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El slow sex

Conzultoría Matrimonial y Familiar

 

 

 

No cabe duda que en cuestiones de sexo no todo está dicho.

Se habla de nuevas posiciones, de nuevas prácticas sexuales, de formas de hacer el sexo, de nuevos afrodisiacos, de todo tipo de sexo; y así, siguen surgiendo nuevas novedades con la finalidad de hacer el sexo más placentero. Pero la verdad de las cosas es que para lograr del sexo más satisfactorio, todo se reduce al acoplamiento que logre la pareja, para lo cual, lo nuevo que surja servirá para intentarlo y lograr la mejor satisfacción (siempre y cuando se logre un feliz acoplamiento).

Cuando se está joven, el hombre pierde la oportunidad de satisfacer plenamente a su pareja debido a la rapidez con que quiere realizar el acto sexual. Bien sabemos que por ser más ardientes, que nada más tiene la oportunidad de hacerlo, está prácticamente listo, mientras que a la mujer hay que prepararla, y prepararla es dedicarle tiempo; es por ello que en los jóvenes existen muchas mujeres insatisfechas y muchos hombres con eyaculación precoz.

Conforme pasa el tiempo, las cosas se van asentando; lo que al principio se quería hacer rápido, ahora se disfruta más, aunque el hombre sigue menos impaciente por llegar al coito lo más pronto posible. Por supuesto que en el acoplamiento la pareja se va conociendo y logrando ponerse de acuerdo en cómo llegar a satisfacerse los dos plenamente; pero si no logran conocer lo que el sexo en sí conlleva, se pierde la oportunidad de llegar a tener mayor placer principalmente las mujeres, como el no saber que puede ser multiorgásmicas, poder eyacular, detonar su punto G…

En fin, al hombre solo le quedaría ser más paciente y tratar de terminar lo menos pronto posible. Y dejar de considerar que el coito lo es todo en el sexo.

Conforme aumenta la edad en el hombre, se pierde la capacidad de mantenerse erecto y sólido su pene, mas no su excitación; al principio lo logra, pero al rato se le baja. Y vuelve al rato a lograrlo… y así sucesivamente, dependiendo del tiempo que duren en la cama.

Por ello, el slow sex resulta ideal para la pareja: divertido y apasionante, al estar jugando y acariciándose sin prisas ni impaciencias.

En este tipo de práctica sexual no siempre se llega al orgasmo; no es esa la finalidad, sino pasarlo bien y hacer que el sexo sea una experiencia intensa y placentera. Sus beneficios son muchos; entre ellos, se trata de un método que aparta la depresión, puesto que el sexo que busca el placer aumenta la hormona oxitocina (que es la que calma la misma); además, hace que las parejas se conozcan mucho mejor, que descubran lo que antes no percibían y puedan comunicarse mucho mejor (ya que a veces, al hacerlo rápido, ni “hola” se dicen).

Es una práctica que necesita de tiempo.

Es encontrar el momento adecuado para practicar slow sex; no funciona si se tiene prisa o se está cansado, se debe disponer de tiempo, por lo que es mejor si es en fin de semana cuando se tiene tiempo para todo, ya que el slow sex es como un juego: al empezar, hay que parar, seguir, descubrir, y retrasar el momento en el que se llega al orgasmo; y si es posible, añadir juguetes sexuales y continuar jugando. Como también, si es posible, filmarse, proyectándose en una televisión o estar viendo películas eróticas; y como si fuera una clase, seguir repitiendo las escenas, y así mejorar y lograr tanto práctica como experiencia.

Haga de la habitación un refugio calmado.

Son solo dos personas en el momento, juntas, dejándose llevar por la corriente; sumergidos en un ritmo relajado y sensual con masajes, caricias, mirándose, respirando al unísono. Incluso con los ojos vendados, aunque parezca cursi. Todo esto es parte de una revolución sexual más amplia. En todas partes, la gente está descubriendo que hacer las cosas más lentamente, a menudo significa hacerlo mejor y disfrutarlas más; significa vivir la vida en lugar de apresurarla.

“Cualquier cosa que valga la pena hacer, vale la pena hacerlo lentamente”.

Hombres: el nueve que todo se mueve; pero por ustedes hagan todo lo que sus mujeres hacen. Que aparte de apoyarlas, descubran todo lo que ellas hacen -y que ustedes ni en cuenta y ni se imaginan-, que las valoren en toda su dimensión y extensión.

Como siempre, agradezco a mis dos que tres lectores sus comentarios y consultas al correo: bautista46@hotmail.com

 

El autor reside en Tijuana, B.C.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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