11.5 C
Tijuana
sábado, febrero 17, 2024
Publicidad

El Padre Kino en la Cultura

El Padre Kino, un hecho cultural

Acercarse a la vida del Padre Eusebio Kino sigue siendo fascinante. Basada en los estudios del jesuita Ernest J. Burrus, Hollywood produjo, a través de Ricardo Montalbán (artista y cineasta mexicano radicado en USA), largometrajes como Misión a la Gloria.


Publicidad


Recientemente, Felipe Casalz, cineasta francés produjo en 1997 la vida del P. Kino, en una película grand, estrenada precisamente en octubre de ese año a nivel nacional, a través de Televisión Azteca. También la Asociación Cultural Padre Kino, de Segno, Trento, hizo su cortometraje profesional a inicios del 2000.

Reporteros de Univisión de Tucson, Arizona, han obtenido reconocimientos por la serie televisiva sobre la vida y misiones del Padre Eusebio Francisco, reconocimientos que los llevaron a visitar el pueblito o villorrio de Segno, donde el jesuita naciera un 10 de agosto de 1645.

El misionero, considerado fundador del estado de Arizona, USA, y que por lo mismo en el gobierno del presidente John F. Kennedy, a los trentinos europeos y radicados en Norteamérica les aprobó el congreso norteamericano colocar una efigie del Padre Kino en el salón de Estatuas del Capitolio de Washington… Como fundador de Arizona.


Publicidad

 


 

Kino en la cultura internacional

Entre los estilos más admirables de pintura, muy cercanos a los colores pasteles insuperables de Fra Angélico -Fra, y no fray-, el pintor italiano beatificado por Juan Pablo II (y quizá el único pintor beatificado, que se sepa), las capacidades versátiles del jesuita italiano Eusebio Chinni -Kino- han sido plasmadas como pocos en Estados Unidos, México e Italia. Arizona, Sonora, Baja California Norte y Sur, por dos pintores especialmente coloridos: Ted de Gracia; y el defeño radicado en Caborca, Nereo de la Peña.

De Gracia compartió vida y costumbres por años con Yaquis y Pimas actuales, de los que aprendió la sencillez de plasmar retratos, acuarelas y oleos; tan sencillos como la propia naturaleza y originales del pincel. De Gracia, es el norteamericano de una generación que se acercó a la cultura Arizona-Sonora del desierto, y que dedicó varios trabajos a las etapas biográficas y carismáticas del jesuita Kino. Sus obras son de un gran valor cultural, y económico; se exponen permanentemente en museos de Tucson, Arizona.

Nereo de la Peña, radicado en Caborca, Sonora, nació en la Ciudad de México. No cantaba mal las rancheras con su pincel que desgastó su vida en los murales del municipio de Taio, cabecera de Segno, el villorrio natal de Kino en la provincia de Trento, Italia. En el museo de la Asociación Cultural Padre Kino de Segno, Trento, se conserva un enorme rostro del padre Kino, basado en el retrato de O’Brian, y que Nereo de la Peña -escultor también- elaboró a base de llaves, soldadas una a otra hasta lograr el rostro inconfundible del Padre Eusebio Francisco.

Los murales y pinturas de Nereo de la Peña, el caborquense del D.F., ilustran el Museo de Segno con mapas coloridos de las misiones de Sonora, Arizona y Baja California, a las que De la Peña agregó enormes conchas azules (abulón) traídas ex profeso de la Baja California  a la que tanto amó Kino; tanto que el jesuita convenció al padre Salvatierra para que continuara con el socorro y evangelización de sus queridos californios de 1697 a 1717.

Bibliográficamente, se tiene el trabajo de Ronald Yves sobre The Question of the Blue Shells (La cuestión de las conchas azules):

Fueron conchas azules las que aborígenes -venidos dese Yuma para saludarlo y pedirle que los visitara- le regalaron a Kino en la misión de Dolores. Esas conchas azules de abulón solo se encuentran en las bahías cercanas a Ensenada-San Quintín, y más aún en Punta Abreojos-Laguna San Ignacio, Baja California. Los Yumas y Pápagos le revelaron a Kino que las obtenían a manera de trueque a través de los Cucapá, los Kiliwas y los Kumiai, habitantes que las comerciaban entre el Pacífico, la Laguna Salada, el desierto, el Mar de Cortés y/o el Río Colorado.

Sobre La cuestión de las conchas azules, estas abundaban en las bahías de san Ignacio Baja Sur; ahí las había visto Kino en sus exploraciones entre 1683 y 1685 en la costa del Océano Pacífico. Y fue una de las claves que motivaron al misionero a proseguir con sus andanzas kilométricas desde Dolores (Cucurpe) hasta Yuma, y la desembocadura del Río Colorado.

 

Germán Orozco Mora reside en Mexicali.

Correo: saeta87@gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas