— Cuando muera, quiero que me entierren.
— Yo, cuando muera, quiero que me cremen.
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— A lo largo de mi vida he tomado tanto vino, ¡que lo mejor es que me embotellen!
Autora: Una muchachona.
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Francesita
Un hombre muy dado a molestar a su mujer, llamó a sus amigos para que lo acompañaran al aeropuerto a despedirse de ella, pues se iba de vacaciones a París. Al despedirse y frente a sus amigotes, le da un beso y antes de abordar le grita:
“¡Buen viaje, cariño! No olvides traerme una hermosa francesita para alegrar la casa”.
Avergonzada, ella bajó la cabeza y se marchó muy molesta. Luego de pasar dos semanas en Francia, la mujer regresó y su marido estaba esperándola en el aeropuerto, de nuevo con sus amigos para burlarse de ella. Al verla dijo:
— Amor, ¿trajiste la francesita que te pedí?
“Hice todo lo posible, ahora ¡solo debes rezar para que nazca niña!”.
Autora: Una franco-mexicana.
Permiso
Un policía para a un borracho en la carretera:
— ¿Me puede dar su permiso para conducir?
“Sí, claro. Conduzca, conduzca…”.
Autor: Anónimo de Tránsito.
Paciente
Tras examinar a un paciente que es un alcohólico crónico, el médico le plantea:
— No encuentro la razón de sus dolores de estómago, pero francamente, creo que se debe a la bebida.
“Bueno, ¡entonces volveré cuando usted esté sobrio!”.
Autor: Un doctor… ¡hic!
Una de Shakira
Un borracho llega a una licorería y pide:
— Por favor, una bebida de Shakira.
“¿De Shakira?”.
— ¡Sí! De esas que dejan bruto, ciego, sordo y mudo”.
Autor: Cantinero.
Perro gallego
Un gallego compra un perro gallego, van por la calle y lo asaltan con un ¡manos arriba!
Entonces Mira al perro y le ordena:
“¡Ataque, ataque!”… el can se tira al suelo y se empieza a convulsionar.
Autor: Entrenador de perros
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El reloj
Manolo le enseña a Antonio un reloj que le había regalado su hermano:
“Este reloj sirve para muchas cosas, da la hora, los minutos, los segundos, la fecha, tiene alarma, cronómetro, luz… Y también dijo que me podía bañar con él, ¡pero aún no le he encontrado el botón para que eche el agua!”.
Autor: Venancio.
Cómo se sabe…
¿Cómo se sabe en un campeonato de ajedrez que un jugador es gallego?
Porque es el único que baraja las fichas.
¿Cómo se sabe cuando un gallego roba un banco?
Porque hace un boquete para entrar y otro para salir.
Autor: Anónimo de Periciales.
Por qué…
¿Por qué se divorcian los gallegos?
Porque cuando tienen gemelos, no saben de quién es el que nace segundo.
¿Por qué en Galicia no hacen más cubitos de hielo?
Porque la mujer que tenía la receta murió.
Autor: Un madrileño pesao.
Virus
Hola. Soy el primer virus informático gallego. Como los gallegos no tenemos experiencia en programación, este virus trabaja basado en un sistema de honor.
Por favor, borre manualmente todos los archivos de su ordenador y reenvíe este correo a todos sus contactos.
Gracias por su cooperación.
Autor: Un cibernauta.
Cómo me veo
— Amor, ¿cómo me veo?
“Te ves hermosa”.
— No te creo, ¡abre los ojos!
“No quiero, ¡tengo miedo!
Autor: Ex marido.
Pepito grosero
Los alumnos estaban en el salón de clases, incluyendo a la maestra que les encarga de tarea, decirle al día siguiente qué es lo que se está construyendo cerca de sus respectivas casas.
Al día siguiente, aún no llegaba Jaimito y la profesora pide a las niñas de la clase que cuando toque el turno de preguntarle a él, salgan corriendo porque seguro dirá alguna grosería.
Entonces la maestra inicia la clase:
— María, ¿qué están haciendo cerca de tu casa?
“Una tienda, maestra”.
— Muy bien, siempre es bueno tener una tienda cerca. Javier, ¿qué tal por tu casa?
“Pues un hospital muy grande, maestra”.
— Muy bien, los hospitales son muy importantes. ¿Y tú, Jaimito?
“Están haciendo un burdel para…”.
En eso las niñas corren como lo había sugerido la maestra, Jaimito las mira y dice:
“Esperen, ambiciosas, ¡todavía no está funcionando!”.
Autor: Pedrito, sabrá Dios quién es.
