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martes, octubre 1, 2024
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Casos de abuso y acoso sexual en escuelas

Las cifras recientes indican que de 2018 a la fecha, las denuncias por abuso, acoso, hostigamiento sexual y violación aumentaron el 30.75 por ciento; sin embargo, en enero del 2020, comparado al mismo mes con el del año anterior, el incremento superó el 56 por ciento.

En 2019, entre los municipios de mayor incidencia en delitos cometidos contra la libertad y la seguridad sexual destaca:

*Los Cabos, con 311 carpetas de investigación.

*La Paz, con 254 casos.

*Comondú, donde se aperturaron 52 carpetas.

*Mulegé, con 40 casos.

*Loreto, con un total de 19 investigaciones.

Pero en estos datos también debe tomarse en cuenta más del 80 por ciento de “cifra negra” (ciudadanos que no denuncian estos hechos).

Así, las cifras anteriores solo son el preámbulo de una situación alarmante, como la que sucede en las escuelas sudcalifornianas. El 9 y 10 de marzo, estudiantes la preparatoria José María Morelos y Pavón hicieron pública su denuncia, declarando ser víctimas de acoso, hostigamiento y abuso sexual a través del perchero del acoso; anteriormente ya habían realizado una denuncia similar estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS).

En estas fechas, las estudiantes de la preparatoria en cuestión hicieron públicas las abusivas prácticas del personal docente y administrativo del plantel; con megáfono en mano, exclamaron sus denuncias.

“Según me había tomado cariño como amiga, pero todo empezó porque en una ocasión en la siguiente clase me jaloneó hacia él, haciendo que por poco nos besáramos. Yo entré a los 14 años a la preparatoria; tenía 15 cuando esto ocurrió. En algún momento me llegó a decir que quería tener una relación conmigo, pero yo no lo considera correcto; él tenía 38 años y yo 15”, se escuchó en la manifestación.

La ex estudiante que denunció este caso, reveló que los abusos fueron constantes; el acoso sucedía cada que se topaban en clase. La situación cada vez era más grave, y nadie estuvo para apoyarla, dijo; al contrario, al acusado lo protegieron en la institución.

“Me dijo que de no ser por mi virginidad, habría hecho algo, ya que a él le gustan las experimentadas. A la fecha que lo veo me sigue ofreciendo disculpas”, estableció la denuncia, por quien es ahora estudiante de la UABCS.

Finalmente, tras dar su testimonio, la denunciante solicitó a las presentes que se cuiden mucho; que si algo lo ven mal, lo griten de inmediato.

Al terminar el testimonio de la universitaria, a través del megáfono pidió que “si algo nos pasa con algún maestro, hablen con todas para que le echemos en cara las violaciones… su falta de respeto”.

“Sergio Morales Torres, el profesor encargado de laboratorio. Mi historia fue así, yo tuve mucha cercanía por la hija de ellos, Isabel; siempre fuimos íntimas amigas. Cuando salí de la prepa y me fui a la UABCS, otra cuna de acosadores, me puse en contacto con Isabel y, por ende, con su familia; fui a visitarla a la preparatoria y en esa ocasión Sergio llegó a decirme, tal cual: ‘me encantas, me encanta tu nueva faceta de universitaria’”, denunció la joven.

Durante la manifestación, las estudiantes presentes recordaron el caso; incluso refieren que el Consejo Estudiantil llamó exagerada a la joven por denunciar el suceso.

“El 50 por ciento del Consejo Estudiantil dice que Candelaria es una exagerada y que miente en el 50 por ciento de las cosas que puso en el manifiesto”, explicaron los estudiantes.

Otro testimonio (anónimo) fue el de una ex alumna, quien reclamó que maestros se dirigían hacia las alumnas de forma despectiva y grosera.

“Ex alumna de la generación 2014-2017, en una clase me llamó ramera y me dijo que me llevaría a vender a la 16 septiembre, tocándome el cabello y riéndose; se le enfrentó en una reunión de padres y me volvió a mirar. ¡No estás sola, no estás sola, no estás sola!”, gritaron las manifestantes.

La manifestante señala a Moisés Villorin Osorio, profesor de la institución, al cual apodaban “Villo” (así estaba registrado a través de WhatsApp, donde ocurrió el primer contacto).

“Un día fui a su cubículo, y mientras estamos sentados platicando me preguntó ‘¿te molesta?’. Yo no sabía a qué se refería, hasta que volteé hacia abajo y vi que se había sacado su miembro y se estaba masturbando. Yo no supe qué hacer y me quedé sentada, hasta que dos minutos después, aproximadamente, llegaron dos alumnos a tocar la puerta del cubículo; entonces me paré y me fui, pero siempre me decía que le gustaba. Él conocía a mi novio de entonces porque hacían deporte juntos, y cuando se enteró que habíamos ‘cortado’, luego luego fue a decirme que lo hubiera dicho antes, para casarse conmigo”, expresó la afectada.

Otra denuncia contra el mismo maestro, Villo, fue de una manifestante, declarando que frente a ella también se sacó su miembro; pero la reacción de la estudiante fue distinta, lo que generó que el docente rápidamente pidiera disculpas.

“Conmigo en una asesoría se lo sacó, y como vio que me asusté mucho, se disculpó y no volví a asesorías. Después de eso quiso hablar conmigo y hasta lloró cuando me pidió disculpas, el enfermo”, exclamó la afectada.

Las estudiantes alzaron la voz. Hoy quieren ser escuchadas y exigen todos los maestros abusadores sean retirados del plantel.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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