El ex director Betancourt fue removido por no trabajar en la calle, no controlar a la tropa y dedicar tiempo a departir con empresarios sin haber recibido la orden. Mientras que Alejandro Lares, ex director de Enlace Internacional, fue desplazado por no seguir protocolos y no hacerse responsable de su área laboral
Al presidente municipal de Tijuana, Arturo González Cruz, no le satisfizo el trabajo del ex director general de Policía y Tránsito Municipal, Carlos Betancourt Carrillo, ni el del ex director de Enlace Internacional, Alejandro Lares Valladares, e instruyó que ambos fueran removidos de sus cargos.
Los dos policías fueron reubicados en puestos “directivos”, dado que cuentan con una base; Betancourt como director técnico, algo similar al jefe de recursos humanos de la Policía activa, y Lares como jefe de seguridad de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana.
Los espacios de los relevados fueron ocupados provisionalmente por dos encargados de despacho. En la Dirección de Policía designaron a Roberto Ignacio Esparza Trujillo, quien previamente se desempeñó atendiendo varios distritos en el turno nocturno, y era encargado de dar el parte informativo diario al secretario y Capitán Jorge Alberto Ayón Monsalve, previo a la reunión matutina de seguridad estatal.
En la Unidad de Enlace Internacional está Guillermo López Valadez, quien se desempeñó en la Dirección Jurídica de la Secretaria de Seguridad Pública Municipal como subjefe comisionado de Informe Policiaco Homologado.
Aunque la designación del nuevo director es facultad del secretario Ayón Monsalve y del presidente González Cruz, este decidió que también el gobernador Jaime Bonilla y la Fiscalía General del Estado deberán dar el visto bueno.
Por lo pronto, las autoridades municipales elaboraron una terna de nombres para ocupar la Dirección de la Policía, misma que está siendo revisada por personal del Centro Nacional de Inteligencia y de la Secretaría de la Defensa Nacional. Con base a los resultados, la decisión del nombramiento la tomarán en los próximos 15 días.
Tras las declaraciones públicas del munícipe informando que la terna para director estaba integrada por Esparza Trujillo y otros dos elementos del Estado, integrantes de la Policía Municipal manifestaron su inquietud porque alguien de fuera pueda llegar a dirigirlos.
BETANCOURT, FUERA POR QUEDARSE EN EL ESCRITORIO
El 30 de septiembre de 2019, los señalamientos de corrupción contra José Alberto Castellanos, ex secretario particular de la ex procuradora Perla Ibarra, impidieron que Arturo González lo propusiera como director de la Policía de Tijuana, como estaba anunciado y planeado.
De manera urgente le pidieron al Capitán Ayón elegir a un director, al único que había conocido como jefe de la Unidad de Enlace Internacional era a Carlos Betancourt, y por él se decantó. Fue escolta, personal y director de Enlace Internacional, pero la tropa no lo respetó, “no lo querían porque llegó a la dirección sin haber sido mando”.
Pronto empezaron a llegar las denuncias de que los agentes en la calle estaban extorsionado, pidiendo dinero y Betancourt no tenía control de la tropa porque no llegaba a las escenas de los incidentes, no operaba en la calle; el suyo era trabajo de escritorio o conviviendo con empresarios sin que esa fuera instrucción de sus jefes. Algunas imágenes de estas reuniones se hicieron públicas en diciembre de 2019, y desde entonces el alcalde ordenó su remoción.
“Ya teníamos planeada una rotación de mandos, y en esa venía incluido el puesto de director general, él mismo (Betancourt) sabía que esto era por los primeros cien días (se cumplieron el 8 de enero) y todavía los sobrepasamos, en lo que se buscaba el perfil de quien vaya a cubrir el puesto de director general”, aseguró ante periodistas el director Ayón el domingo 9 febrero, respaldando la información del comunicado del viernes 7, en el que anunciaron el cambio de el mando.
Y precisando la declaración que hizo un día antes el gobernador del Estado, Jaime Bonilla Valdez, cuando refirió sobre la salida de Betancourt y Lares, “es un tema que está relacionado con lo que pasó en San Diego, ustedes saben, de los dos policías. Creo que el presidente municipal está tomando las medidas necesarias, estoy muy contento porque es un presidente municipal muy comprometido con Tijuana”, subrayó.
Se refirió a la captura del ex jefe policiaco del distrito La Presa, Jesús Alberto Estrada Torres, y su escolta Marco Antonio Castillo Quijas, el 31 de enero en Chula Vista, California, por los delitos de robo, robo a casa habitación y conspiración para cometer un crimen, en una investigación llevada con agentes encubiertos del FBI desde el 14 de noviembre de 2019.
“Preguntamos a las autoridades en Estados Unidos y nos pusimos a disposición, pero hasta ahora, a ningún otro elemento, incluido el ex director, le ha salido ninguna relación con esos delitos, si la hubiera no podría seguir en la corporación. Incluso Betancourt no había designado a Estrada Torres como jefe en La Presa Rural, lo hice yo porque su expediente estaba limpio, fue parte de los nombramientos hechos en enero, pero no funcionó y lo cambiamos a los quince días. Cuando lo detuvieron en Estados Unidos ya había sido suplido por Alfredo Torres Franco”, refutó el secretario Ayón.
Al final, la captura de los policías evidenció la falta de control de Betancourt sobre la tropa y aceleraron la remoción que el alcalde había dado un mes atrás.
LARES SALE “PORQUE NO ES MI FUNCIÓN”
Alrededor de las once de la noche del 2 de febrero, Fernando Bonilla Gómez, residente de San Clemente, California, chocó con un pick-up Chevrolet contra la caseta de Policía y la pluma instalada en el carril médico de la Garita Internacional de San Ysidro, causando daños por un millón de pesos. Él y su acompañante llevaban cervezas, dos de estas abiertas. El análisis de alcoholemia dio 6.4, que no supera el límite permitido.
Alejandro Lares Valladares, entonces director de la Unidad de Enlace Internacional, acudió con sus agentes responsables de la caseta, y a pesar de las botellas abiertas y los daños, decidió que el asunto no era policiaco sino de tránsito, y el señor Bonilla solo fue presentado ante el juez por una falta y liberado mientras el auto se quedó en resguardo.
Posteriormente, en reunión de mandos y en presencia del titular de la Secretaría de Desarrollo Económico de Tijuana, Arturo Pérez Behr, cuando le cuestionaron a Lares por qué no ordenó que los detuvieran por los envases abiertos y seguir el protocolo, solo repitió sin asumir responsabilidad, “porque no es mi función”. Acto que provocó que el alcalde ordenara su degradación.