Primero, hay que estar muy pendientes del estreno de esta estupenda película en Netflix. Segundo, quién iba a creer que Adam Sandler era capaz de hacer un trabajo actoral tan impresionante. Tercero, qué dirección de Josh y Benny Safdie.
Bastan esas razones para ver esta cinta donde Sandler encarna el papel de su vida y le da la vuelta a su carrera de comediante mainstream para demostrar que es un histrión fascinantemente talentoso.
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El tema es la adicción al juego y en el ojo del huracán está Howard Ratner, un joyero neoyorquino convencido de que puede ganarle a los corredores de apuestas. Pero esa es una descripción demasiado simple de este multifacético personaje que al parecer no sabe vivir más que en el filo de la navaja y, como consecuencia, sabe que en cualquier momento puede perder la vida por sobradas razones.
En casa, debe enredar a su esposa Dinah (Idina Menzel) y a su amante Julia (Julia Fox),
Esto da margen para construir un thriller clásico, desde el momento en que se complica la vida doméstica del protagonista. Pero eso no es nada. El verdadero problema estalla cuando Kevin Garnett, la estrella de los Boston Celtics en 2012, entra a la joyería de Ratner y se interesa por una pieza con ópalos negros, recién llegada de Etiopía.
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El atleta pide la alhaja prestada, el joyero acepta. Después Garnett gana el partido y se lo atribuye a los poderes del ópalo. Qué más necesita el apostador para poner todo lo que tiene en el próximo partido de los Celtics. Después de todo, poco le queda por perder, pues nadie sobre la faz de la Tierra parece estar más endeudado que él, sin posibilidades de pagar y siempre tramando formas de evadir lo inevitable.
Así la historia se va desarrollando al borde del abismo, mientras que Ratner se torna cada vez más desagradable, pero auténtico, y Sandler logra explorar todas sus capacidades aprovechando esta tremenda oportunidad.
El largometraje es crudo, rudo, violento tanto en acción como en palabra. No podría ser de otra manera porque gira en torno a este hombre vil, abrupto, extremo. Si por ahí se recuerda a Martin Scorsese, hay que poner atención en los créditos. Estuvo a bordo en la producción, listo para mostrar otra vertiente del crimen organizado.
En pocas palabras, Sandler da una de las mejores actuaciones del año, sorprendentemente Garnett no se queda atrás, y, si la idea es comerse las uñas de los nervios, no se diga más: este es el filme que hay que ver. No se arrepentirán. ****
Punto final.- Es increíble, pero de nuevo hay una estupenda adaptación de “Mujercitas” en cartelera.
