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martes, octubre 1, 2024
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Recrudece violencia en zona norte

Grupos criminales pelean la plaza en Guerrero Negro y Valle de El Vizcaíno en Mulegé. “Se ha incluido en la investigación a los hermanos Villavicencio”, confió una fuente de Seguridad Pública a ZETA. Al cierre de esta edición se contabilizaron siete ejecutados en dicho municipio,  incluido un menor de edad

Según fuentes de inteligencia de la Mesa de Seguridad Pública en Baja California Sur, la violencia de los cárteles de la droga se ha intensificado al Norte de la entidad, particularmente en Guerrero Negro y Valle de El Vizcaíno en el municipio de Mulegé.

“Se ha incluido en la investigación a los hermanos Villavicencio, antiguos líderes de plaza de El Vizcaíno y Guerrero Negro, provenientes ahora de Ensenada, Baja California; del mismo lugar que recorría ‘El Chucky’, detenido el año pasado. Estamos en la presencia de la ola violenta en la zona norte, nuevamente”, reveló una fuente de la Mesa de Seguridad.

Al cierre de esta edición, el saldo en Mulegé era de siete personas ejecutadas, dos de estas mujeres y cinco hombres, entre ellos un menor de 15 años de edad.

El primero de los eventos se registró en el poblado Benito Juárez, entre la carretera Vizcaíno a Guerrero Negro, donde un automóvil Nissan Sentra de color negro, se localizó a  la joven Aolanis Sánchez Lucero, de 23 años, originaria de Sinaloa. Recibió por lo menos dos impactos de bala en el rostro.

En otro ataque, en el tramo de Santa Rosalía al Paralelo 28, Kilómetro 182+900, una pick-up Dodge RAM se encontró volcada. Tras el percance perecieron dos hombres y una mujer, en tanto que otra más fue trasladada de emergencia a una unidad médica.

Dentro del auto había un menor de edad sin vida, así como los cadáveres de Griselda Judith Pérez, de 36 años, y del presunto líder de plaza de Guerrero Negro, Martín Baduit Ramírez Noguera, de 34.

En el lugar de los hechos se encontraron dos casquillos 9 milímetros y uno calibre 45, así como cuatro ojivas y dos teléfonos celulares. Se inició la carpeta de investigación GN/002/2020.

La noche siguiente, ciudadanos reportaron múltiples enfrentamientos en la comunidad de Guerrero Negro, que fueron a dar a las instalaciones de Capitanía de Puerto.

El 18 de enero sicarios atacaron de nuevo, acribillando a Eduardo Verduzco Gastélum “El Grande”, originario de Sinaloa y presunto líder de plaza de El Vizcaíno. Lo atacaron afuera del bar El Bazar en la comunidad Villa Alberto Alvarado, donde se aseguraron siete casquillos percutidos de arma calibre 45 automática y tres casquillos de. 223.

Otro ataque confirmado por la Mesa de Seguridad, tuvo lugar el 20 de enero por la noche: un auto volcado a la altura de la colonia INVI en Guerrero Negro, donde se localizó a un masculino de 36 años sin vida.

“Los ataques han sido dirigidos específicamente a blancos importantes, principalmente dedicados a la distribución de estupefacientes, al parecer son las mismas armas involucradas, aún estamos esperando los resultados, pero todos coinciden con ataques de 2015 y 2016 a bordo de automóviles. Así atacaba una célula criminal de Sinaloa”, recordó la fuente de la Mesa de Seguridad.

La hipótesis de los asesinatos indica que los hermanos Villavicencio han regresado a recuperar su territorio, ya que en meses anteriores cayeron “El Moreno”, “El Chucky” y su grupo de sicarios.

De igual manera, el 17 de enero fue detenido uno de los cabecillas del grupo delictivo Zona Norte, de apodo “El Cristian” y/o “El Pacquiao”, ex policía municipal de El Vizcaíno y presunto líder de plaza, de Santa Rosalía hasta Guerrero Negro, parte de Loreto y de Ensenada, Baja California.

Los hermanos Villavicencio, Eduardo Villavicencio Arce, El Lalo o El Lalillo (izq) y Damián Villavicencio Arce, El Sombrerudo o El Damián , presuntamente implicados en la violencia que vive Guerrero Negro

EL REGRESO DE LOS VILLAVICENCIO

Miembros de inteligencia no descartan que tanto Eduardo Villavicencio Arce “El Lalo” o “El Lalito”, ex jefe de la plaza del narcomenudeo en El Vizcaíno y su hermano, de nombre Damián y apodado “El Sombrerudo”, ex jefe de la plaza de narcomenudeo de Guerrero Negro, estén inmiscuidos en los recientes ataques en Guerrero Negro.

Autoridades ya recibieron información relevante, apuntando al retorno de los Villavicencio a la zona, quienes cuentan con orden de aprehensión vigente, presuntamente por el homicidio del ex cabecilla del Cártel Arellano Félix (CAF) en Mulegé, Martín Anaya Gorosave “El Talibán” en febrero de 2016.

“Ellos atacaban de esa manera a sus víctimas, incluidas ‘El Talibán’ junto con sus escoltas, fueron acribillados a bordo de su camioneta, los cuales ordenaron a sus pistoleros Agustín Zamora Aguilar ‘El Vago’ y Carlos Sergio Trejo Ojeda ‘El Trejo’, privar de la vida a los tres ocupantes de una camioneta Tacoma gris. ‘El Talibán’ estaba agrupando células delictivas para el CAF”, añadieron miembros del gabinete de seguridad.

Una vez que la Procuraduría General de Justicia del Estado habría desarticulado la banda criminal de la Zona Norte y el territorio estaba en aparente calma, de nuevo hay presencia delincuencial.

“La hipótesis es que llegaron para imponer a su grupo criminal. Están vinculados con operaciones en Ensenada e Isla de Cedros, y ahora quieren regresar a Mulegé. Desde noviembre y diciembre (2019) tenemos indicios de incursiones criminales, estamos elaborando las carpetas de investigación, cuentan con órdenes de aprehensión ambos”, confirmó a ZETA la Agencia de Investigación Criminal.

Al grupo delictivo le atribuyen la ejecución de Ramón Antonio Victorio Cosío, de 19 años, perpetrada la mañana del 14 de noviembre de 2019. En compañía de sus padres y novia, el occiso pretendían salir de BCS con dirección a Ensenada, Baja California a bordo de un vehículo Fiat SUV blanco con negro, a unos 10 kilómetros pasando la frontera entre Baja California Sur y Baja California. Sin embargo, en dirección de Guerrero Negro al poblado Jesús María, fueron interceptados por una vagoneta desde donde dispararon, falleciendo el joven Victorio.

Pero no ha sido el único ataque “dirigido” por los Villavicencio, según la Agencia Estatal de Investigación Criminal:

“Los sicarios y dicho grupo, también son responsables del homicidio de los pescadores desaparecidos en el norte, al salir del poblado de Bahía Tortugas, supuestamente iban a Isla Cedros, pero sus cuerpos fueron encontrados días después, algunos con vida, al menos el último en Playa Malarrimo con huellas de tortura, atados de pies y manos. Se dedicaban al transporte de enervantes, esos datos  se cuentan en la investigación”, argumentó un agente de la Mesa de Seguridad.

Los seis pescadores desaparecieron el 25 de noviembre de 2019, localizando al último de ellos el 11 de diciembre, en avanzado estado de descomposición.

A unos cuantos días de haber sido reportados desaparecidos por sus familiares, dos de ellos fueron localizados con vida, aunque se tuvo registro de que en Isla Cedros, uno llegó gravemente lesionado por disparos de arma de fuego, información que fue manejada con sigilo.

La autoridad confirmó que ya se integran las carpetas de investigación, con el fin de castigar a los responsables y sobre todo, evitar que sigan en la impunidad.

Fuerzas de los tres niveles se encuentran en Mulegé, desde Santa Rosalía hasta Guerrero Negro, en busca de la banda criminal ahora identificadas, incluso con alertas en Loreto y Comondú, debido a la peligrosidad de estas personas.

 

IMPROVISADOS EN SEGURIDAD

Compañeros de diversos medios de comunicación en Guerrero Negro dieron cuenta a ZETA que en algunas comunidades las calles han quedado desiertas ante la creciente violencia que se ha registrado, no obstante, el gobierno de Felipe Prado Bautista está más preocupado por lucirse en eventos públicos, dejando la batuta a elementos de la Policía Estatal Preventiva que llegaron a hacerse cargo de la seguridad, acompañados de elementos de la Agencia Estatal de Investigación Criminal, Guardia Nacional y Secretaría de la Defensa Nacional, con la corporación municipal como auxiliar.

Apenas se vivieron los primeros tres ataques de 2020, Prado ya hizo cambios, nombrando a Javier López Villavicencio como nuevo delegado de Guerrero Negro.

En medio de las balaceras, las primeras instrucciones han sido embellecer camellones para dar una buena imagen a los turistas. Pero la inseguridad no figura en el discurso.

“Que se dediquen específicamente al mantenimiento y embellecimiento de los camellones de Guerrero Negro, somos la cuarta entrada de Baja California Sur, un pueblo importante para el turismo, gente que viene a disfrutar de la ballena gris, de las dunas. Tenemos la salinera más grande del mundo, hay muchos atractivos y hay que dar una buena cara, una bonita imagen a los visitantes; por eso vamos, más que preocuparnos, a ocuparnos en regalar una bonita imagen para que la gente nos recomiende, para que los turistas nos recomienden”, declararía Javier López, delegado de Guerrero Negro.

Pero el alcalde de Mulegé ya tomó las riendas, enviando cien lámparas con tecnología led, en un intento por contrarrestar la inseguridad y la zozobra que aqueja a la comunidad en medio del fuego cruzado. Las luminarias se instalarán en colonias como Loma Bonita, Estado 30, Fondo Legal, Dominó, Marcelo Rubio y Solidaridad.

Fuerzas de seguridad de los tres niveles se encuentran concentradas en Mulegé, donde tienen la amenaza del crimen organizado, Los Hermanos Villavicencio han regresado

“El alcalde se comprometió mandarnos luminarias para empezar a trabajar el tema de la inseguridad que la gente ha estado denunciando, tenemos un problema ahorita, el compromiso del presidente es que duerman, darnos 100 luminarias, de las cuales 80 quedan en Guerrero Negro y 20 al Ejido Benito Juárez”, refirió el regidor Luis Talamantes Romero, representante personal de Felipe Prado.

Lo cierto es que la Mesa de Seguridad cuenta con un aliado municipal, el Teniente de Navío, Lizandro Castán Melchor, activo desde 2004 y quien ha servido en la estrategia de operación de la Policía Estatal para llegar con implicados en los homicidios.

Con los hechos recientes, las autoridades se mantienen alertas, al violentarse la plaza, por lo cual podrían surgir enfrentamientos entre grupos antagónicos, marcando una nueva oleada de violencia en Mulegé.

Hasta el cierre de esta edición, ZETA contabiliza ocho víctimas fatales de la delincuencia organizada: los siete en Mulegé y uno más en Los Cabos, quien fuera ingresado el martes 21 de enero a la Clínica 26 del IMSS de Cabo San Lucas, donde posteriormente murió.

Según reportes, el hombre fue privado de la libertad y torturado junto con una fémina, a quien localizaron con vida.

A través de la Mesa de Seguridad, los tres niveles de gobierno han sido instruidos de permanecer alertas, ya que auguran un posible recrudecimiento de la violencia, que al cierre de 2019, mostraba una reducción de 50% en homicidios, según la organización ciudadana Semáforo Delictivo.

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