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miércoles, febrero 21, 2024
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Pegan aumentos de gasolina a comercios, productos y servicios

“Derivado de los incrementos del costo de los energéticos (con énfasis gas, gasolina y luz) que ha venido encareciendo el costo de la mayoría de los insumos de las empresas (mantenimiento, materiales de empaque, materia prima, servicios diversos) y la depreciación del peso contra el dólar que afecta los insumos que importamos, nos vemos en la necesidad de incrementar precios de la harina de maíz”, informó Grupo Industrial Maseca, mientras que el ajuste al IEPS encareció los combustibles en BCS

Con el inicio de 2020, los comercios han sido los más afectados por el ajuste al precio de la gasolina como resultado del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).


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El Partido Acción Nacional (PAN) se ha pronunciado en favor de la ciudadanía, con la disposición de eliminar es gravamen y evitar que los combustibles sigan a la alza.

“En el PAN proponemos eliminar el IEPS, así bajaría el precio de la gasolina, con combustible más barato, se protege la economía familiar y México sería más productivo”. Por su parte, Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no cumplió y los combustibles siguen subiendo. El precio de la gasolina sí puede bajar y sería posible eliminando el IEPS, “propuesta en la que ya están trabajando nuestros legisladores, para que de una vez acaben los gasolinazos”, indicaron en su momento.

Tres gasolineras siguen siendo las más caras del país, dos estaciones de servicio de la empresa RALSI, SA de CV en Bulevar Colosio número 110 y Bulevar Constituyentes número 15; además de la constantemente señalada Gasolinera El Ganadero, SA de CV, en Calzada Agustín Olachea número 3215, ambas en el municipio de La Paz.


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Dichas sucursales ocupan el segundo, tercero y cuarto lugar nacional, expidiendo el litro de gasolina regular en 21.75 pesos.

Pero a nivel nacional, en el portal Quién es Quién en las Gasolinas, se omite a Baja California Sur en el precio más caro de la gasolina en su presentación Premium; en tercer lugar se ubicaría Chevron, también conocida como RALSI, SA de CV, donde expiden el litro Supreme o Premium a 22.82.

Algunos ciudadanos manifestaron a ZETA que el aumento de precio es notorio y les está afectando.

“Echamos 40 litros y algo que es lo que le entra a mi carrito, me voy dando un azotón cuando veo que son casi 50 pesos más, de un año a otro el precio ya subió, nuestro Presidente ya dijo que no fue aumento, solo el ajuste normal. De todas maneras nos pega, porque con ello ya el tomate subió a 40 pesos el kilo, la tortilla y todo lo que tenga traslado va a subir, necesitamos ayuda”, expuso Elizabeth Montaño Vargas, de La Paz.

Las tienditas de la esquina están condenadas a desaparecer debido a la falta de apoyo de las instituciones, dan más facilidades a las grandes empresas, mientras a los pequeños empresarios los asfixian con impuestos

BCS VENDE LA TORTILLA MÁS CARA DEL PAÍS

Un producto de la canasta básica que también ha registrado un alza en el Estado es la tortilla. Según el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados de la Secretaría de Economía, el precio por kilo de tortilla más caro del país se vende en Mexicali, Baja California y Mérida, Yucatán, a un precio de 19.43 pesos kilo.

La Paz, BCS debería ocupar el tercer lugar por default, al venderse en 19 pesos el kilo.

ZETA pudo identificar a varias tortillerías con el precio de 21 pesos por kilo, y no han sido sancionadas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) porque el alza está justificada.

“La gasolina repercute en los precios, tenemos que recoger al personal en la mañana, pagamos el flete aparte, no viene integrado en el precio de la harina; eso se paga aparte la carga, la descarga y también no se refleja, pero cuesta”, justificó la empresaria Rosa Guadalupe Pérez López.

De entrada, que no es el único dependiente pero cuenta, la harina subió por costal de 285 a 293 pesos cada uno; por tonelada subió 400 pesos, a lo que se suma la carga, descarga y traslado.

Algunos empresarios de la masa y la tortilla mantienen el precio de 20 pesos por el momento. Pérez López, con 40 años en el mercado de la tortilla, le subió un peso al kilo del producto, mientras que Molinos Azteca, SA de CV y Grupo Industrial Maseca anunciaron alzas.

“Derivado de los incrementos del costo de los energéticos (con énfasis gas, gasolina y luz), que ha venido encareciendo el costo de la mayoría de los insumos de las empresas (mantenimiento, materiales de empaque, materia prima, servicios diversos) y la depreciación del peso contra el dólar que afecta los insumos que importamos, nos vemos en la necesidad de incrementar precios de la harina de maíz. El monto de incremento será de 600 pesos por tonelada. Vigente a partir del 1 de diciembre de 2019”, informó la empresa.

“El gas nunca baja lo que incrementa, baja lo que según convenga a las empresas gaseras, y eso no nos beneficia a nadie, son los incrementos hormiguita que no se divulgan, pero que existen”, denunció por su parte Rosa Guadalupe.

Quienes se esfuerzan por brindar mayor calidad en su servicio, saben de los aumentos en los insumos utilizados para dar su mejor cara al cliente.

“Hay un sinnúmero de costos que el consumidor no lo sabe, pero en industrial sí lo sabe: mantenimiento de la maquinaria, el técnico, lubricaciones, la energía eléctrica está carísima. En mi caso hay que pagar renta de local, aparte ahora pagamos hasta por tirar la basura. Para envolver tortilla uso papel alto grado alimenticio, es inoloro, no me ahorro dinero porque no utilizo el papel barato y con aroma a resina, que es a lo que huele el papel corriente. Ese papel aumenta tres veces en el año, tampoco se divulga, y eso lo sostiene el tortillero”, expresó la encargada de tortillería.

Respecto al incremento al salario mínimo, Rosa Guadalupe aclaró: “Como nos va a todos, como consecuencia debe traer otros costos adicionales, de preferencia que a cumplir con él, a beneficiar al trabajador en la medida que se pueda y se deba, y como consecuencia implica más costos, que es Seguro, Infonavit, Impuesto sobre Nómina, sobre la Renta… Es un consecutivo de incrementos que nos afectan igual a todos, tanto al trabajador como al productor. Por lógica, más costo y menos margen de utilidad.

“En el año hay otros incrementos que no se difunden, el consumidor ni cuenta se da, uno los va absorbiendo de manera consecutiva. Un ejemplo es el papel, hace un año costaba 350, ahorita vale 550 por pieza, uno llega, lo pide y calladita la boca, vienen y te lo cobran. Son incrementos que no se difunden, pero van a afectando el margen de utilidad”, finalizó Pérez López.

 

SERVICIOS SUBEN COSTOS

Lorena Hinojosa Oliva, presidenta estatal de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), desveló el desolador panorama para la gastronomía local:

“De un día para otro, en menos de 24 horas, puede cambiar el precio de un producto o un servicio, los alimentos principalmente es un vaivén exagerado, constante, el tomate hoy nos puede costar la caja 150 pesos y al día siguiente 200 pesos, y así la cebolla, el chile poblano, limón, aguacate. En el sector restaurantero no podemos hacer eso con nuestros clientes, decirles hoy la carne asada va a costar 200 pesos, porque el aguacate está en 100 pesos, mañana baja y te va a costar 150 y después 300. Pero en cambio, el gobierno y la cadena que marca los precios en los productos o servicios, lo puede hacer a su antojo, sin que nosotros podamos hacer nada al respecto, más que pagar los productos y servicios”, lamentó.

Según los comerciantes, anteriormente cada enero esperaban el alza de productos y servicios, “hoy no, es cada día, cada mes, cada semana, cada trimestre, más se recrudece en enero, pero es constante”, expresaron con facturas en mano.

“Nuestros principales insumos son energía eléctrica y gas, y ambos se están llevando el 38% de nuestros ingresos, si a eso le unimos el pago de la nómina, del Seguro Social, el gasto fijo como agua, teléfono y los productos alimenticios que tenemos que comprar para abastecer y brindar el servicio de producto terminado, es algo que nos mantiene sin poder decir el negocio es negocio. No da para mucho, en muchos casos nos da para subsistir”, subrayó Hinojosa Oliva.

Los comercios han optado por disminuir la generación de empleos. Si anteriormente generaban hasta diez vacantes adicionales por negocio, ahora solo oferta uno o dos puestos de trabajo.

“Qué estamos haciendo hoy por hoy los micro, pequeños y medianos empresarios: nos mantenemos con la planta laboral indispensable, ya no podemos darnos el lujo de tener cinco, diez meseros, ahora estamos trabajando con uno o dos, lo necesario estrictamente para poder manejar nuestra empresa abierta. Lo que son los gastos fijos nos está robando muchísimo, la utilidad cada vez es menor, no en cambio la sobrerregulación”, lamentó la representante de Canirac.

La sobrecarga de servicios es el principal desalentador de inversiones, los comerciantes prefieren, no es un momento idóneo para pensar en un crecimiento de plantilla o extender sus locales. Coinciden en que el aumento al salario mínimo trajo más contras, se nota en los supermercados, en los servicios, en los insumos.

“De qué sirve que te digan que va a incrementarse un 20 o 30% el salario mínimo, si cuando vas al supermercado te encuentras con productos que subieron 50%, con un servicio como energía eléctrica o como gas, que ha tenido un incremento del 300%”, planteó Lorena Hinojosa.

Derivado principalmente del alza en energía eléctrica, seis restaurantes en La Paz cerraron sus puertas en diciembre de 2018. Actualmente hay 359 restaurantes agremiados a la Canirac.

De no haber una solución, los comerciantes empezarán a retirar sus inversiones en el Estado, puesto que no se garantiza un sano crecimiento y cuesta más subsistir que vender.

“Nuestro sector es el que más genera empleo indirecto, le compramos a los pescadores, a los avícolas, a la ganadera, a la agrícola, las tortillerías, las panaderías, plomeros, electricistas. La cadena productiva que genera el sector restaurantero es la más grande, y también es el sector más golpeado”, remató la titular regional de la Canirac.

 

AL BORDE DE LA QUIEBRA

Ante el incremento del costo de energía eléctrica, gas y gasolina, todo producto se encarece, y las más afectados son las micro, pequeñas y medianas empresas.

“Aquí estamos, un comercito, pero está muy fregada la cosa y los precios muy alterados, ya no puedo competir con las tiendas Oxxo y todos los días se está viendo más caro, ahorita le subieron un peso a la Tostada del Faro, a la Nutrileche, ya ni chanza hay de ganarle nada, el tomate anda en cuarenta y tantos pesos el kilo, que lo producen aquí en El Carrizal”, objetó Juan Manuel Amador Pérez, propietario de un minisúper en la colonia El Progreso de La Paz.

Siendo un negocio humilde, deben subir sus precios obligadamente, aunque el margen de ganancia sea un irrisorio peso, dado a que no hay estímulos para que estos comercios sobrevivan.

Para su mala suerte, a media cuadra instalaron una tienda de autoservicio, venden alcohol y está abierta las 24 horas. A dos cuadras tiene un supermercado y los han condenado a desaparecer.

“También compramos tortillas, ahorita anda en veintitantos pesos el kilo en las tortillerías, compramos uno o dos kilos a diario, nomás porque no hay ya venta como antes. Subió la galleta, subieron las Sabritas, los jugos, refrescos, el cigarro subió el 40% más”, se quejó Juan Manuel.

Las ventas cada vez se derrumban más, el comerciante solo pide a las personas que sigan consumiendo lo local, ofreciendo en su negocio un buen trato, una plática amena, el calor del hogar y no un mal servicio, espera prolongada o “cajeros que parecieran robots”.

El entrevistado aún recuerda cuando recién abrieron, hace algunas décadas,  y era la tienda de la colonia, todos la visitaban. Sin embargo, hoy la venta de alcohol, productos de mediana calidad y un mal trato, son prioritarios para ciudadanos que no buscan calidad y calidez.

“Menor ganancia todavía, aquí vendemos 500 pesos diario, batallando, y no podemos subir los precios porque Oxxo compra por volumen y uno compra por cajita, la Ley nos tiene jodidos. A la gente le pido que compre en comercios locales, solo así podremos rescatar la tradición de las tienditas”, puntualizó.

Mientras ZETA estuvo en su local, don Juan Manuel tuvo que negarse a comprar pan dulce a un proveedor, no porque todavía tuviera el producto en existencia, sino porque no había dinero suficiente para surtir su pequeño comercio.

Autor(a)

Antonio Cervantes
Antonio Cervantes
Antonio Cervantes Antonio Cervantes Antonio T 42 antonio@zetatijuana.com
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