Después de los lamentables hechos ocurridos en la ciudad de Torreón, Coahuila, donde un niño de 12 años entra a una escuela con dos armas y comete una tragedia, se han hecho escuchar voces en todo el país -algunos a favor, otros en contra- sobre si es necesario implementar o quitar el “operativo mochila”.
En las mismas noticias de ese día, se dio a conocer que los mismos padres de familia se habían opuesto a que en ese colegio escolar se implementara dicho operativo, que venía realizando el gobierno de esa entidad.
Varios líderes de opinión en todo el país han manifestado su oposición en contra de que se aplique esta medida en las escuelas de México. Algunos han señalado que violenta los derechos, que criminaliza y discrimina a los niños; algunos más han manifestado que no han dado ningún resultado, que la revisión de la mochila se debe dar en la casa y no en las escuelas, ya que se invade la privacidad de los menores.
Buscando por internet los objetivos del “operativo mochila segura”, el cual se aplica o se aplicaba en algunas entidades para las escuelas de nivel básico y nivel medio superior, se puede encontrar lo siguiente: “Combatir la delincuencia, drogadicción y violencia en los entornos escolares, específicamente al interior de los planteles, además de prevenir que los estudiantes porten armas o sustancias ilegales en las escuelas y fomentar la cultura de la legalidad entre la comunidad educativa”.
Sin duda, es responsabilidad de los padres el proporcionar a los hijos un hogar seguro, feliz, con amor; proteger, cuidar, fortalecer su autoestima, formar valores, establecer disciplina. Y sobre todo, estar al tanto de lo que les sucede.
Pero también, en todos lados sabemos de casos de niños que sufren violencia en sus hogares, algunos otros de descuidos o desatención; inclusive -y lamentablemente- donde se les inculca la apología de la narcocultura. No se diga también en el entorno en que vivimos, donde la misma televisión nos satura con narcotelenovelas, y hasta en varias colonias podemos escuchar como en casas se escucha narcocorridos a todo volumen.
Incluso hay casos donde pareciera que el tutor de los menores es la misma televisión y los videojuegos.
A todo esto está expuesto un niño que no tiene atención. Sin duda, es responsabilidad de los padres revisar las mochilas de sus hijos; pero la primera pregunta obligada es si todos los padres asumimos esta responsabilidad.
Por otro lado, leía un comentario de un diputado federal que atinadamente manifestaba que si los operativos “mochila segura” transgreden los derechos humanos, entonces por qué en los aeropuertos se nos aplica el operativo de mochila y bolsillos seguros.
Definitivamente, por sí sola la acción de estos operativos no va resolver un problema tan complejo, pero sí son medidas que ayudan a prevenir a que se violente con drogas o armas un plantel escolar (sea público o privado, de nivel básico o medio superior).
También, el trabajo de la prevención no solo es de las autoridades; es un trabajo en conjunto, ya que la formación y valores de nuestros niños o adolescentes se da mucho en el hogar.
Es indispensable que se realicen este tipo de operativos en nuestras escuelas. El quitarlos es retroceder en un tema tan delicado; sería similar a que se retiraran los operativos de los aeropuertos, aduanas, alcoholímetros, retenes, etcétera, etcétera, ya que violenta nuestro derecho a la privacidad.
Finalmente, lo sucedido en Torreón -y con base en la información que se ha dado a los medios de comunicación- fue un caso de desatención del menor. Nos invita a todos los padres a poner atención.
Iván Hiram Rodríguez.
Correo: ivanhiramrgz@gmail.com
