El miércoles 22 de enero, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público realizó un intercambio de Bonos M y Udibonos por 49 mil 868 millones de pesos, con vencimientos entre 2020 y 2022, lo que permitió cancelar dicha deuda sustituyéndola por otra con vencimientos entre 2023 y 2050.
La medida revela que la administración federal actual “tiene complicaciones para pagar”, consideró Roberto Valero, presidente del Colegio de Estudios Económicos de Baja California. “Es como cuando la gente tiene problemas con sus créditos en el banco, y se acercan para decir ‘Oye no tengo para pagar, necesito que me renegocies mi deuda’. Eso fue lo que hizo el gobierno”, ejemplificó.
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Pese al discurso oficial en el sentido de que no se contrató deuda adicional, la medida también es “una manera elegante de decir que nos estamos endeudando”, ya que renegociar la deuda por un plazo más largo le costará más caro al erario público, pues entre más largo sea el plazo, los intereses serán mayores.
El especialista recordó que las agencias calificadoras han hecho énfasis en que el “crecimiento del país está muy deteriorado”, presionando la deuda y las finanzas públicas.
“El riesgo de que la Federación pueda llegar a impago está vigente, porque lo único que Hacienda hizo fue quitar el riesgo de corto plazo, ya que el crecimiento que se está estimando para la economía está siendo muy bajo, del 1% en promedio para este año”, asentó a NEGOCIOZ el experto.
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De igual manera, expuso que el Fondo Monetario Internacional recortó su expectativa de crecimiento para México de 1.3 a 1.0%. Días antes, Bank of America Securities (BofA) estimó que el Producto Interno Bruto del país crecerá 0.9% en 2020, en contraste con el discurso oficial que aseguraba que la ratificación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) incentivaría el crecimiento económico.
Si bien, falta que el Parlamento canadiense dé su aval, los congresos de México y EU ya lo hicieron y se prevé entre en vigor en el segundo semestre del año en curso.
Sobre ello, Valero comentó que por sí solo el T-MEC no generará crecimiento en México, ya que las empresas necesitan estímulos, infraestructura, así como un sistema legal y tributario justo que dé certidumbre.
“Si no hay certidumbre, la empresa no va a invertir, porque aunque esté el T-MEC, en México no se está apoyando a las empresas. Parece que las empresas son enemigas del gobierno, así que mientras no haya certidumbre política, las empresas no van a invertir, porque están arriesgando un capital, y es lo que no le ha quedado claro al gobierno”, opinó.
La empresa es la base fundamental en la generación de empleos y, si están golpeándola, no hay empleos, “entonces no hay impuestos de los trabajadores“, lo que conlleva menos ingresos para las arcas públicas por Impuesto Sobre la Renta e Impuesto al Valor Agregado, como muestra el último reporte de Hacienda. Al final, desemboca en un pírrico crecimiento para México.
Valero destacó que por otro lado, está el problema financiero de Petróleos Mexicanos y, pese a los esfuerzos gubernamentales en 2019, la empresa no alcanzó su meta de producción, impactando negativamente los ingresos del gobierno.
En la Ley de Ingresos de 2019 se estimó una producción de un millón 801 mil barriles diarios, sin embargo, en diciembre se reportaron un millón 679 mil barriles diarios; es decir, 122 mil menos que lo previsto.
Ante el complejo entorno del país (al que se suman eventos externos como la aparición del coronavirus en China), el peso mexicano está más vulnerable y existe el riesgo de una devaluación por la falta de confianza en la administración de Andrés Manuel López Obrador, toda vez que los capitales “buscan lugares más seguros”.
Al cierre de la jornada cambiaria del jueves 23 de enero, la moneda mexicana perdió 9.30 centavos, con lo que el dólar se vendió en 18.7620 pesos, según datos del Banco de México.
