Ya se anticipa la lista de nominados al Óscar que seguramente estará poblada por el director, el guionista y las figuras estelares de un maravilloso elenco en el que Joe Pesci, Al Pacino y sobre todo Robert De Niro, son francamente insuperables.
De la pluma de Steven Zaillian llega esta obra maestra de Martin Scorsese que sigue los pasos de Frank Sheeran (De Niro) al servicio de la familia Bufalino, y su involucramiento con la desaparición del líder sindical Jimmy Hoffa en tiempos de los Kennedy.
La película lentamente se desarrolla con la paciencia de un veterano director que sabe lo que tiene entre manos: una joya cinematográfica concebida para Netflix -no habría otra forma de explicar sus 209 minutos de duración- y en espera del justo reconocimiento que se merece por la manera en que cuenta la evolución de un matón al servicio de la mafia en Filadelfia en los años setenta, que sostiene haber asesinado a su amigo Hoffa.
De Niro expresa más cuando no habla, Pacino de plano es Hoffa y Pesci demuestra ser un genio en un papel al que dota de nuevos bríos, pese a sus constantes caracterizaciones de personajes del crimen organizado.
No cabe duda, además, que el reencuentro de Scosese y su actor De Niro -celebrado en “Taxi Driver”, Toro salvaje”, “Buenos muchachos” y “Casino”- siempre será fortuito, mientras que el primer trabajo entre el veterano director y Pacino también es estupendo.
El Hoffa de Pacino es exuberancia, corrupción encarnada, convencimiento en la medida en que hace suyo el rol del legendario sindicalista cuya desaparición forma parte de un capítulo muy trascendente de la historia estadounidense.
Lo único que resta por decir es que gracias a esta plataforma de streaming, este irlandés podrá ser estudiado, contemplado y revivido una y otra vez. Qué regalo de Scorsese al cine. ****
Punto final.- “The Irishman” bien pudo haber sido una miniserie… qué bueno que no lo fue.