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viernes, octubre 4, 2024
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México: el país más peligroso para ser periodista

México encabeza la deshonrosa lista de los países más peligrosos para ejercer el periodismo en Latinoamérica, a su vez, la región con más riesgos para los comunicadores: 49 periodistas fueron asesinados este año en el mundo, 25 en América Latina, la cifra más baja desde 2002. Sin embargo, a 10 de ellos les arrebataron la vida en México durante el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador

América Latina, con México en primer lugar, es tan peligrosa para los periodistas como el Oriente Medio, en medio de guerras, denunció Reporteros Sin Fronteras (RSF), Organización No Gubernamental internacional desde la cual lamentan los 49 asesinatos de comunicadores perpetrados en todo el mundo durante 2019.

En dichas cifras y datos coincidió un informe especial del Comité para Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), elaborado por Elana Beiserp. Con 14 muertos -10 en México, dos en Honduras, uno en Colombia y uno en Haití-, América Latina “sigue siendo una región particularmente inestable y peligrosa para los profesionales de la información”, indicó RSF en su último informe sobre la situación de la prensa en el mundo, en el que hace un recuento de asesinatos, detenciones y secuestros de informadores.

“Otros 10 periodistas han sido asesinados en Brasil, Chile, México, Honduras y Haití en 2019”, pero dichos casos no figuran en el barómetro de la organización defensora de la libertad de prensa, porque “siguen siendo objeto de verificación”.

“La lentitud, incluso los incumplimientos de la justicia de los diferentes países afectados, impiden hacer toda la luz sobre estas muertes”, lamentó RSF.

En el caso de México, además de registrar durante 2019 una decena de asesinatos de informadores, igualando a Siria -país en guerra-, la probabilidad de que los patrocinadores de dichos homicidios sean juzgados es casi nula, ya el país norteamericano tiene una tasa de impunidad superior al 90 por ciento.

El informe anual que la ONG elabora desde 1995, cita los asesinatos de la periodista Norma Garabia Sarduza y el de su colega Francisco Romero Díaz, “particularmente sintomáticos de la ineficacia de las autoridades mexicanas a frenar esta espiral de violencia contra la prensa”. La primera había reclamado protección y el segundo se “beneficiaba” de medidas de seguridad.

Por otra parte, según el informe de RSF, el crimen organizado se ha convertido en uno de los “peores depredadores” para los periodistas de investigación. Otro riesgo para el ejercicio del periodismo es la mordaza que ejercen muchos países, en particular China, que se ha convertido en “la mayor cárcel del mundo para los periodistas”.

“La cifra de periodistas que murieron en el ejercicio de la profesión cayó en 2019 a su nivel más bajo en 17 años, conforme peligrosos conflictos regionales se estabilizaron y la cifra de periodistas asesinados en represalia por su trabajo informativo, fue la más baja desde que el CPJ comenzó a llevar estadísticas al respecto”, resumió, por su parte, el informe del Comité para Protección de Periodistas.

Sin embargo, Siria y México fueron los países con las mayores cifras de periodistas muertos, según la ONG internacional.

“Como mínimo, 25 periodistas murieron en el ejercicio de la profesión en 2019, la cifra más baja desde 2002, cuando 21 periodistas murieron por causa de su trabajo. Incluso más llamativo es que la cantidad de periodistas que fueron blanco selectivo de asesinato, 10 como mínimo, es la más pequeña en las estadísticas anuales del CPJ, que datan de 1992”, indicó Elana Beiserp.

La mitad de los casos de homicidios de periodistas de este año, informó el CPJ, corresponden a México, “un país donde los intentos por combatir la impunidad aparentemente no han surtido efecto (…) Como mínimo, cinco periodistas mexicanos fueron asesinados en represalia por su trabajo informativo en 2019, en comparación con cuatro el año pasado y seis en 2017”, detalló la Organización No Gubernamental.

“El CPJ investiga otros seis casos de asesinato en México para determinar si el periodismo fue el factor motivante. Por lo menos dos de los periodistas asesinados este año por causa de su trabajo habían solicitado protección en virtud del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, un programa federal que era exhibido como un ejemplo regional para la libertad de prensa cuando se creó en 2012, pero que ha sido ineficaz y ha carecido habitualmente de suficiente financiamiento y personal”, determinó el CPJ.

“En noviembre, el Presidente Andrés Manuel López Obrador declaró en conferencia de prensa que a la institución se le asignaría ‘recursos ilimitados’ y ésta se comprometería a cumplir una lista de recomendaciones efectuadas por la oficina local del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos”, recordó el organismo.

“Sin embargo, es difícil sentirse optimista en un ambiente donde las investigaciones de casos de asesinato tienen graves deficiencias y donde los periódicos sienten la necesidad de anunciar que reducirán la cobertura de temas sensibles por la seguridad de su personal”, abundó el CPJ.

“Este año, México fue el país con la segunda mayor cifra de periodistas muertos, detrás de Siria, donde, como mínimo, siete periodistas resultaron muertos”.

Para concluir, Beiserp, directora editorial de CPJ, acotó: “De los periodistas que murieron, dos eran del sexo femenino: Lyra McKee, del Reino Unido, y Norma Sarabia Garduza, de México”.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Carlos Álvarez Carlos Álvarez carlos A 1008 carlosalvarezacapulco@gmail.com
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