“La ignorancia mezclada con la paz tomada, la ennegrece. Esta negrura incurable se apodera del espíritu del individuo y de todo ello resulta el mal”.
-Víctor Hugo.
La opinión pública es muy diversa, tanto en favor como en contra.
Desafortunadamente, México es uno de los países con más creyentes católicos en el mundo; aunque muchos de estos no cumplan ni remotamente los postulados de dicha corriente religiosa, algunos lo son por “costumbre”: sus abuelos y padres fueron católicos y ellos también lo son.
Que hay que bautizar a los menores habidos en el matrimonio porque “se ve mal que no sean bautizados”, el pópulo dice “no vayan a pensar que no somos católicos”, o las parejas se casan por la iglesia porque es una costumbre… cómo no va a ir “vestida de blanco” la desposada, aunque desde hace mucho tiempo haya sostenido relaciones sexuales con su novio.
Solo Brasil supera a México en el número de personas que se dicen católicos y esto, fundamentalmente, es por el número de habitantes del país sudamericano; sin embargo, la inmensa mayoría de los habitantes de México es sumamente tolerante hacia la homosexualidad de las parejas del mismo género, lo que no ocurre en Brasil.
Un factor que ha influido de manera determinante para este criterio ha sido la legislación liberal de los partidos de izquierda, como el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido de la Renovación Moral (Morena), y entonces la homosexualidad ha sido aceptada paulatinamente; nuestro país ocupa el primer lugar en Latinoamérica en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, al menos en una parte muy importante de nuestro territorio.
Un estudio conducido por la Universidad de Vanderal concluyo que el 57.8% de los mexicanos apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo. Igualmente, un estudio hecho por Pew Research Global concluyó que más del 62% de los mexicanos está en aptitud de aceptar que la homosexualidad no debería ser mal vista por la sociedad.
En otro estudio, conducido por Parametría, se determinó que en julio del 2017 más del 62% de los mexicanos está en favor de que las personas del mismo sexo -sean hombres o mujeres, según sea el caso- puedan contraer matrimonio; solo el 23% está de acuerdo en que las parejas de un mismo sexo -que estén casadas- puedan adoptar a menores de edad.
En nuestro país se han interpuesto amparos en diferentes entidades, como Colima, Guerrero, Baja California, Tabasco y San Luis Potosí, a fin de permitirle a los ciudadanos la celebración de sus uniones legales; en la Ciudad de México (CDMX) se han celebrado más de 6,500 matrimonios.
¿Por qué han tenido que recurrir las personas del mismo sexo a tramitar un amparo para poder contraer matrimonio? ¿Por qué se conculca su derecho constitucional y su derecho humano en cuanto a la garantía de igualdad, si la Constitución Federal establece claramente que ninguna persona puede ser discriminada por razón de sus preferencias sexuales?
Benigno Licea González es Doctor en Derecho Constitucional y Derecho Penal. Fue presidente del Colegio de Abogados “Emilio Rabasa”, A. C. Correo: liceagb@yahoo.com.mx
